Entre dos mundos (COMPLETA)

Silencios incómodos

A lo que íbamos llegamos a mi piso y...me suelta de la mano pero no antes sin besarme en la mejilla.
-¿hablamos mañana, vale?-se despidió
Me bajo del ascensor.
-...-no respondí, me quedé helada...

¿Qué acababa de pasar?¿Qué significaba ese hablamos mañana?Solo sé que se me había quedado una cara de tonta...Lo que era más importante ¿me quería o solo como amiga?

18 de Julio
¿De verdad iba a salir a la calle? Tenía que ser valiente, afrontar el riesgo del rechazo,¿qué más daba?Si me rechazaba estaría igual que ahora.
Me vestí con mis shorts porque hacia un sofocante calor y salí rumbo a la aventura...

Allí estaba, en el muro de siempre donde se ponía a pensar en...¿ quien sabe? Mi corazón latía a una velocidad atroz. Me saluda con la mano y le correspondo con un saludo mutuo.

- Sobre lo que me dijiste-comenzó él la conversación, se bajó del muro, haciéndome erguir la cabeza hacia arriba, se rió, supongo que por su descomunal altura de 1'90 frente a alguien que es 20 cm más baja.

-Lo entiendo...-dije sin que terminase de hablar.

-No dije eso Sky -continuó- Yo...quiero intentarlo.

-¿De verás?-no me lo creía.

-Voy a quedarme todo el verano aquí y estos dos meses podemos intentarlo.

-Me parece bien...será, ¿nuestro período de prueba?-una sonrisa iluminó mi cara apagada.

Todo se quedó en silencio yo le miraba a los ojos y él parecía pensativo.

- Nuestro período comienza ahora ,¡vamos!-dijo con ímpetu.

Cogió de mi brazo y tiró hacia la playa.

-¿Que hacemos aquí...?-le pregunté sorprendida

- Bueno...tú y yo ya nos conocemos bien desde hace tiempo, así que había pensado que me llevases al único sitio en el que nunca había estado.

Ahora recordaba él nunca había pisado una playa, en la zona de Alemania donde vivía solo habían prados,sólo había visto el mar de lejos. ¿Qué podría hacer?Él no sabía nadar, bueno él haría pie hasta que mi cabeza se hundiera por completo.

Caminamos por el paseo costero, hablándole de todo salvo de lo de la graduación ese seria un tema tabú en nuestra conversación. Él me habló de su hermana Karen llegaría en unas pocas semanas con su hijo a visitar a sus abuelos. Regresamos a casa, pero no hubo beso ni nada , aunque me moría por besarle, creo que era demasiado pronto para eso.

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19 de Julio

Vimos una película que él había descargado, por supuesto en español con subtítulos en alemán por debajo que no iba a leer. Ese dialecto parecía élfico o algo peor, pero me gustó ese detalle por su parte, no sé. Estábamos sentados en el sofá, saqué mis gafas y me las puse. Llevaba mis gafas por primera vez puestas delante de él, Ancel me confesó que también era miope y que no veía nada cuando no las llevaba, así que también se las puso.
Todo marchaba a la perfección así que tal vez ese sería el momento,  tenía la respiración acelerada, estaba con la persona que tanto quería y a punto de besarle. Ancel se acercó con suavidad; mis mejillas estaban ruborizadas, pero sabía que no tanto como las suyas. Los dos estabamos nerviosos y a la vez anhelantes. Por fin, nuestros labios se tocaron con suavidad. El corazón me martilleaba en el pecho, y casi podía notar el de Ancel contra mis dedos mientras me aferraba a su camisa, sentía que iba a explotar. Nos separamos suavemente, tímidos, y evitamos mirarnos a los ojos. Por fin, observé a Ancel y me centré en sus ojos de miel, y recordé cuánto lo quería y lo mucho que me costaría alejarme de él. 

Terminó la película aunque después del suceso no le presté mucha atención. Tenia que volver ya a casa, les había dicho a mis padres que estaba dando una vuelta con unos amigos, si les decía la verdad probablemente me matarían. Me levanté del sofá y le di uno de mis mejores abrazos, que luego él coronó con un beso en mi frente. Bajé las escaleras y entré en casa.

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El verano llegaba a su cese, pero no sin la llegada de Karen.

Habían organizado un almuerzo familiar: abuelos, madre, hermana y pareja de su hermana . Ancel me había invitado a ir con él. Iba a ver a Karen después de 4 años sin vernos, lo que me daba más miedo sería la reacción de su madre,¿me detestaría?
Sí , me detestó de tal manera que hasta odiaba oír mi nombre parecía que me clavase un puñal mentalmente cada vez que me veía. Las únicas personas que llegaron a aceptarme fueron su abuelo y Karen, cosa que me parecía mal pero que iba a hacerles.