Entre dos mundos (COMPLETA)

Un café frustrado, viejos sentimientos y cambio físico.

El cielo estaba oscuro, una tonalidad grisácea, que evocaba tristeza y amargura. Tenía los ojos pegados,legañosos, era algo raro porque recuerdo que había ingerido una cantidad notable de alcohol la noche anterior y no estaba ni resacada. Pensé que me encontraría peor al no haber estado acostumbrada. Le había prometido a Ethan hacer un trabajo, estuviera resacada o no.

*Mensaje de Ethan: pasaré en 15 min con mi coche delante de tu casa. Luego veremos a dónde podemos ir😜.

*Mensaje de Sky: está bien, pillo mis cosas y bajo.

Coloco el móvil encima de la mesa me visto en un abrir y cerrar de ojos. Plancho un poco el cabello porque estaba bastante desordenado.

-¿A donde vas?-pregunta mi  padre

-Te lo llevo diciendo una semana entera, he quedado con mi compañero de idiomas.

-¿Es un chico,verdad?-preguntó

-Emm...sí, él es un hombre¿algún problema?

-Aún eres una niña ¿y si te hace algo?

-Cumpliré la mayoría de edad dentro de un mes, creo que sé valerme por mi misma.

-¿A dónde vais a ir?

-Creo que a la sala de estudios, pero me acerca en coche.

-Ni hablar, si eso tomas el autobús. Ni ebrio te dejo montarte en su coche.

-Conoces a Ethan, sabes que no es esa clase...de chicos.

-No, no le conozco.

Es mentira, claro que le conoce. Pero nunca le ha gustado que su hija tenga amigos varones. Piensa que las chicas y los chicos no pueden ser amigos. Están destinados a convertirse en pareja. Por eso nunca le hablé de Ancel...temía las consecuencias, siempre las temí porque quería tanto a Ancel que sé que, me hubiera obligado a dejarle. Dice que, una mujer se enamora por primera vez a los 20 años. ¿Una locura, verdad? Y es que me siento como si hubiera estado encerrada en un torreón durante años, no me quedaba otra opción.

-Quiero hablar con ese malnaci...chico-dijo-os quedaréis en la ciudad y en un sitio visible.

-Está bien...está esperándome.

Nos aproximamos, Ethan vestía con unos pantalones cortos y una camiseta de manga corta. Llevaba sus lentillas puestas, aunque fuera un look bastante jovial se notaba como los años habían pasado y que estaba próximo a los 30.

-17,Cuidado Romeo-dijo mi padre despidiéndose
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-Lo siento...-dije mirando el suelo.

-No pasa nada, pero sabes que no te haría nada.-se excusó Ethan.

Levanto la mirada, puedo distingir las arrugas en su cara que lo hacen ver muy mayor.

-Lo sé, es la típica paranoia...

-Vale te digo una cosa, si yo fuera padre también querría lo mismo para mi hija-dijo pasando su mano por mi espalda.

No sé que me pasó, pero tenía miedo en mi cuerpo. No era por Ethan, Ethan es bastante tranquilizador. Pero tenía miedo del contacto con hombres desde hacía días.

-¿Nos sentamos?

-Está bien-dije aún avergonzada- tienes morados en los brazos-digo señalandolos.

-Sí...esto...-ríe-¿te acuerdas que dije que estaba trabajando?

-Emm, sí...

-Pues fuimos a jugar al paintball-dijo entre risas- tengo hasta en las costillas y duelen un poco...