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Una mirada misteriosa, unos enormes ojos oscuros que guardan un secreto. Unos ojos que te observan detenidamente cada día. Sin saber el por qué. Era raro pero a él se le veía tímido y a una persona tímida le cuesta mantener contacto visual con alguien.¿de qué me suena?

Pensaba que primero miraba a mi amiga, la cual era más(infinitamente) guapa. Ella tenía unos profundos y centelleantes ojos verdes, cabello color rubio pero un rubio caramelo y sedoso y suave como la seda. Ella captaba todas las miradas de la gente por su bonita apariencia. Y su risa, que era como una escala de notas musicales mientras que la mía parecía una foca retrasada que aplaudía por unas sardinas.

Sin embargo, a diferencia suya yo odiaba(y sigo odiando) mirarme al espejo. Nunca me gustó lo que veía, sabía que había gente fea y yo me consideraba un punto intermedio. También llena de complejos que me hacían ver más insegura y débil que nunca.

Como bien decía, pensaba que miraba a mi amiga. Pero un día, ella decidió coger un autobús más tarde dejándome sola con mi hermana. Mi hermana decidió sentarse delante con una señora mayor. Por lo que me tocó ir al fondo, el autobús estaba semivacío. Ante el abandono de mi hermana , me senté casi al final y me sumergí en mi música. Miraba a la gente desde la ventanilla, miradas vacías y encadenadas a una rutina. Cuando unos ojos que ya conocía se sientan al lado mío...

Sky, relax...

No te pongas nerviosa, sino pensará que eres una rarita.

Lo eres...🎆

¡Cállate subconsciente!

Ignoro que se hubiera sentado, pero fijo la mirada en la pantalla que indica las paradas de autobús. Él se coloca también unos auriculares y revisa notificaciones de twitter.

Cuando divisé mi parada, me lanzo a darle al botón antes que mi hermana con el autobús en movimiento. Mi hermana me miró como si me retase a un duelo del oeste, en este caso las pistolas eran los dedos y el gatillo era el botón que iluminaba el letrero de parada solicitada. Llegué antes que ella pero me di un golpe en un seno con la silla del autobús que me clavó como una daga.

-Hostia, como duele- gemí de dolor mientras me tapaba con el brazo.

Él lanzó una risa y supe que no era por el móvil porque lo tenía apagado en sus rodillas. Pude ver unos dientes bastante imperfectos a decir verdad, pero también unos aparatos que rodeaban sus dientes.

No dije nada, sólo le miré como miraría una asesina en serie en busca de su próxima víctima. La cara se me enrojeció porque había llamado su atención. Se levantó y dejó que saliera primero, escondí la cabeza en el chandal intentando que no me mirase y la ridiculez que había ocasionado. Fue allí cuando fui a buscar a mi hermana que ya estaba abajo.

-¿Vamos?-le dije seriamente subiendo el escote de la camisa hacia arriba, que vergüenza...

-¿Qué vas a hacer de comer hoy?

-Comida.

-Que específica...¿esto de llevar cascos con música es una nueva moda emo-suicida que tienes en la cabeza?¿O es por el chico que se sentó a tu lado?

-¡No pedazo de pesada! Lo hago porque estoy cansada, hace calor y eres una impertinente.

-Pues por ahí va...

-Mira, no me eches quintadas que te conozco.

-Se va al barrio pijo,¿vas a mirar?

-Noupe, ¿sabes que si me viro parezco una acosadora?

-Pues no me gusta como cuñado, es muy feo. Se lo voy a decir a Mami.

-¿Qué?¡Noo!Ni se te ocurra. Ni siquiera sé cómo se llama¿crees que voy a estar saliendo con él?

-Tu primer novio...blablablabla- ignoro a mi hermana- y por eso esa cosa no puede salir contigo.

¡JA! Siempre me hace gracia que digan cuando te eches tu primer noviete...Mis padres están chapados a la antigua, dicen que hasta los 21 no puedo salir con chicos.
Pero una es adolescente y comienza a tener enamoramientos como toda adolescente. Tenia que ser discreta, sigilosa como un guepardo. Porque sino me castigarían y seguro que era un castigo de los duros, típico, no saldrás hasta los 40; o se acabó tu teléfono móvil. ¿Pero que digo? No me gusta...él, no es mi tipo. Esa pinta misteriosa y a la vez culto...que no, he dicho que no me gusta y se acabó. Hacía un mes que había roto con Ancel, no iba a lanzarme a un completo desconocido.

-¿Quién te ha nombrado hermana mayor?

-Pues yo, ante tu inmadurez de chico veo, chico quiero.- dijo con una impertinencia terrible.

-¡Que no lo quiero! Niet, nain, non, ¡jamás!

-Tu di que no, pero vi como te miraba.

-¿Miraba?-tragué en seco.

-Te has puesto roja- tapó su boca de asombro.

-Es por el calor. ¿Entras en casa o te quedas por fuera a comer con los lagartos?

-Mejor que tú cocinan...

 

Me quedé pensando...¿de verdad me había mirado? Una sonrisa se dibujo en mi rostro, pero no entendía el por qué. Era febrero, hacían alrededor de 30 días que lo habíamos dejado. Al final voy a pensar que la abuela de Ancel tenía razón. Ancel es solo un amor de verano y no le amo pero en su día creo que le llegué a amar. Ese niño rubio que se sentaba cada día en aquel muro de piedra cada verano. Creo que ni sé lo que es querer a alguien, al no poder hacerlo con él se da por hecho de que algo va mal. Puede haber mucha atracción física pero cuando  sentimientos están en juego no se puede estar jugando con nadie. Como mis lágrimas se habían derramado y pensar si sería capaz de querer o no otra vez.

Entre dos mundos (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora