KILOMETROS

Capitulo 3.

(¿Y si nos conocemos mejor?)

Jeanne hizo un sonido extraño, como si hubiese tosido, pero falsamente, solo para llamar la atención.

-Ya comí, ya me voy amiga. –Dijo levantándose de la mecedora para poner el vaso donde había tomado la gaseosa que acompaño con su emparedado, en la cocina.

-¿De dónde sacaste la gaseosa? –Pregunte demasiado curiosa, ya que yo no tomaba esas bebidas, y menos la negra, como la que había tomado Jeanne.

-Yo la traje en mi bolso. –Dijo regresando a la sala y tomando su bolso para irse.

-Oye, si recién viniste. –Hice un puchero y cruce mis brazos.

-Sí, pero mi mamá me mandó un mensaje de texto diciendo que ya había llegado a casa, y me dijo que me trajo una sorpresa, así que debo irme. Chao Canela, me saludas a tu mamá de mi parte, por favor. –Se asomó a la pantalla de la laptop, para despedirse con una sonrisa de su primo.

-Vale Jeanne, te quiero. –Respondió Jos agitando su mano.

Acompañe a Jeanne a la salida, me despedí y entré de nuevo a mi casa. Me dirigí al sofá en donde estaba mi laptop.

-Oye, y tus padres, Harmony? –Habló Jos.

-Están en el trabajo, pronto llegaran, creo. –Alcé mis hombros. – ¿Que hacemos ahora?

- ¿Y si nos conocemos mejor? –Propuso.

-Me parece bien, preséntate tu primero. –Sonreí de lado.

-Bueno, emm... ya sabes que mi nombre es Jos Canela, tengo 17 años, recién los cumplí. Emmm, ¿Qué más puedes saber? Ah, sí. Estudio en una universidad, vivo en casa de mi abuela, si, aun. Aparte de mi abuela, en mi casa hay demás familiares, de seguro te preguntarás donde están mis padres, bueno, ellos se separaron cuando yo era muy pequeño, mi mamá se fue a vivir a otra ciudad, y me dejo a mí con mi padre, pero él consiguió otra esposa, y yo me sentía más cómodo aquí, y pues le dije que quería venir a vivir donde mi abuela, y pues aquí estoy. –Sonrió.

-Oh, ya veo. ¿Y hasta cuando piensas quedarte viviendo donde tu abuela?

-Por lo menos un año más, hasta que cumpla los 18 años. Ahora preséntate tú.

-Vale, Jos, mi nombre es Harmony Brown, eso de seguro ya lo sabes. Tengo 16 años, vivo con mis padres, y curso el último año de bachiller, pronto me graduare, saldré de ese manicomio al que todos llaman escuela. –Jos soltó una carcajada. –Y seré una universitaria, igual que tú. –Sonreí. –Amo dibujar, de hecho pienso estudiar diseño gráfico al salir de la escuela, amo la Nutella, y me fascina el chocolate.

-Ya sé que te regalaré cuando te conozca. –Me interrumpió Jos.

Ambos reímos.

-Tengo hambre, Canela.

-Tienes WhatsApp, Harmony? –Contestó sacando su teléfono de unos de sus bolsillos.

-Claro, ya te paso mi número.

Teclee unos números, y se los mande por el chat en Skype.

-Oh, ya me llego el mensaje, ya te agrego a mis contactos.

-Está bien, entonces voy a ir a cocinarme algo, ¿Vale? Luego me escribes, como en media hora más o menos.

-Está buena tu idea, así nos seguiremos "conociendo" mejor. –Sonrió.

-Bueno, Jos. –Sonreí. –Chao. –Me despedí con la mano, y corte el videochat.

Cerré mi laptop, y me dispuse a ir a cocinar algo para comer, pero mi teléfono vibro en el bolsillo de mi pantalón, saqué a Toni de mi bolsillo. ¿Toni? Ah, sí. Acostumbro a ponerle nombre a mis cosas. Es algo raro, lo sé.

Era un mensaje de Bryan.

Abrí mi WhatsApp dispuesta a responder el mensaje de mi novio, sonreí al ver el mensaje que me había mandado.

"¿Cómo está la novia más hermosa del mundo? "

Rápidamente teclee en mi celular la respuesta.

"Muy bien amor, tengo hambreL, quiero hacerme la cena, porque mis padres se están demorando en llegar, ¿Me acompañas? "

Rápidamente me apareció su leído.

"Espera princesa, ya voy. "

Lo bueno era que Bryan vivía a media cuadra de mi casa, por eso, en ocasiones como esta, no tardaba en llegar.

Me levante del sofá, para ir a la cocina, quería hacer panqueques, así que saqué todo lo necesario para prepararlo, y de paso también les hacia uno a mamá y papá.

El día había pasado muy rápido, a mi parecer.

Desde la madrugada, había estado el día nublado, Noviembre era un mes bastante lluvioso, así que en todo el día no había salido el sol, de hecho estaba serenando. Supongo que por eso el día se pasó tan rápido.

Sentí unos golpes en la puerta, gruñí ante el sonido, no porque me molestase, sino porque el mundo parecía estar en contra de que preparara mi cena.

Abrí la puerta, y era Bryan, rápidamente me abrazo fuerte, y me alzo para darme un par de vueltas en el aire, y luego me bajo al suelo, para darme un tierno beso en mi frente.

Apenas y logre reaccionar, abecés me sorprendía la agilidad y la rapidez con la que hacia las cosas. Marcos tiene solo 17 años, el año pasado salió del bachillerato, ahora es un universitario bastante guapo, a decir verdad. Tiene el cabello color castaño, su tez es blanca, aunque no mucho. Sus ojos, son de color café claro, con algo de verde alrededor del iris y sus labios, pues, son lo suficientemente gruesos, tiene un cuerpo bien esculpido, fruto del gimnasio. Ah, y si, es alto, bastante, por cierto.

Pasamos un rato juntos, me ayudo a hacer los panqueques, ¡Por fin! Tenía mucha hambre, enserio. Si no comía, mi estómago me sacaría a un callejón, y me iba a dar un bate de beisbol.

Mis padres llegaron unos minutos luego, hablamos aproximadamente media hora, y le preguntaron a Bryan como le estaba yendo en la universidad, reímos e hicimos varias cosas más, luego Bryan se despidió de mis padres, ya era muy tarde.

Yo lo acompañé a la entrada de mi casa.

-Chao amor, ten dulces sueños, te amo mi nena, no sabes cuánto.

Luego me beso por un tiempo muy corto.

-Chao mi niño, yo te amo mucho más.

Entonces le di un abrazo, y cuando solté mi agarre, ambos sonreímos. Bryan se dio media vuelta para irse, poco a poco vi como su figura se alejaba de mí.

Entre a mi casa, sentí como Toni sonaba en mi bolsillo a causa de los mensajes.

¿Me habrán metido a un nuevo grupo de WhatsApp? Esos grupos no me gustan, siempre me llenan la memoria del teléfono con imágenes y música que no me gusta.

Pero no le di mucha importancia a eso, llegue a la sala y mis padres estaban viendo TV, así que subí las escaleras hasta llegar a mi habitación.

Hace un rato había encendido mi teléfono, ya que lo había apagado para no distraerme de la compañía de mi padre y de Jos.

Tenía un mensaje de Jeanne, le dieron un perrito, se notaba muy contenta. Y me mando muchas fotos de su Poo, esa era la raza de su nueva mascota, de verdad que su era hermosa, pero aún no tenía nombre.

Y tenía otro mensaje, como 15 provenientes de la misma persona, realmente.

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