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Era la primera vez que estaba emocionada de llegar a mi casa para contarle a mi mama sobre la inmersión y pedirle permiso para ir al viaje, pero me dijo:

 –Andrea, eres muy pequeña no serás capaz de sobrevivir sin mí, me necesitas y no te dejare ir sola quien sabe a donde y quien sabe con quien 

yo me puse furiosa y le dije que no me tratara como si fuera aun una niña, luego me encerré en mi habitación y me puse a llorar. A las 6:00 de la tarde mi mamá entro a mi habitación y me dijo que ella sin ningún problema me dejaría ir a la inmersión pero no teníamos el dinero suficiente, en ese momento se me ocurrió una idea!

 –y si usamos el dinero de mi futura fiesta de 15 años (dije yo un poco asustada a la respuesta que podía dar mi mama), en ese momento a mi mamá se le aguaron los ojos lo que me dio una mala señal acerca de su respuesta

 -sabes que llevo mucho tiempo ahorrando ese dinero para poder hacerte una fiesta de 15 años como la que yo no pude tener y ... ,pero yo la interrumpí y le dije que para mí era más importante la inmersión de mi colegio que una insignificante fiesta, en ese momento ella se paró y me dijo que era mi decisión y que hablaríamos de esto al día siguiente con mi papá.

A la mañana siguiente me levante y muy ansiosa me senté en el comedor para hablar con mis padres acerca del viaje, mi mamá ya había hablado con mi papá así que apenas llegaron a la mesa me dijeron que la plata para mis 15 era mía y que yo la podía utilizar en lo que quisiera, yo me puse muy feliz y me fui de inmediato para subirme al bus escolar y decirle a Alex la buena noticia, pero como siempre no me despedí de ellos.

Cuando llegamos al colegio Alex y yo nos inscribimos para la inmersión que iba a ser en un mes, los dos estábamos muy emocionados.

Sin saber que nuestras vidas iban a cambiar para siempre.. bueno, mas que todo la mía. 

Corazones en llamasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora