02. Los rumanos

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Sebastian apartó la vista cuando el abrazo finalizó. Sonrió al notarlo de vuelta, Chace tomó un paso para atrás y pasó su mano en la cintura de su pareja, suspiró y sonrió de vuelta contento de presentarle por fin a su pareja. Sebastian la observó: era tan linda. Sus pómulos marcados y labios dominantes. Tenía unos cuantos pocos mechones rubios en su castaño.

—Hermano, ella es Allina... —extendió su mano hacia su novia y sonrió al presentarla.

—Moldoveanu —completó observándola—. Lo sé. También eres de Constanza ¿cierto?

Allina no respondió. Se quedó ahí, estática y sin saber qué decir. Ciertamente no sabía muchas veces como justificar su comportamiento, aunque, tal vez jamás necesitaba justificación su yo.

—Uh, bueno, sí. Mi novia —Chace sonrió de nuevo jugando con sus manos nervioso.

—Un placer, Sebastian Stan.

—Sé quién eres.

Cuando Sebastian extendió su mano, Chace sufrió un pánico incómodo al no estar seguro de que ella le correspondiera el saludo. Sin embargo, Allina si lo hizo. Los dos rumanos se dieron un saludo de manos, el contacto fue suave y cálido. Las manos de la menor estaban frías, por el desliz de sus manos compartieron temperaturas. Sebastian le regaló una sonrisa sin mostrar sus dientes, Allina hizo lo mismo en un abrir y cerrar de ojos.

Sebastian los invitó a pasar. Chace enredó sus dedos con los de Allina. Observaron una sala un poco llena, había copas de vino tinto por algunos lados y también algunos tazones con botanas. La televisión estaba encendida haciendo un poco de ambiente al lugar. Cuando entraron, todos los presentes echaron unos gritos de felicidad y una rubia de cabello hasta los hombros fue la primera en ponerse de pie dando brinquitos. 

—Chace querido —exclamó una vez que estuvo en sus brazos. Se mecieron de un lado a otro —. ¡Si viniste!

—¡Aquí estoy!

Después, pasaron otros. Steven, alto, cejas prominentes y barba. Jessica era un morena, de cabello largo. Toby un rubio de cabello un poco, solo un poco largo y de ojos azules. Todos se presentaron con Allina quien se limitó a brindarles una sonrisa sin mostrar los dientes, saludando con las manos. Laura fue la única que se atrevió a abrazarla de la misma manera que lo hizo con Chace. Por último, cuando todos regresaron a sus conversaciones y a sentarse en los sofás, Sebastian se acercó con otra rubia, su cabello estaba desacomodado en unos rulos.

Allina notó como la mano de Sebastian se deslizó por la espalda baja de la mujer, la miró con poca empatía. No sabía porque lo hacía, y pronto inició a reprenderse mentalmente. Chace se había retirado por unas copas para poder beber junto a los demás. No quería estar en esto sola, pero no pudo evitar que se acercaran.

—Allina, ella es Margarita —se la presentó.

Margarita. La analizó con discreción. Labios gruesos y sin color, en su cabello tenía un par de rayos rubios. Tenía los ojos maquillados de un azul oscuro, y todo el contorno estaba delineado por un color negro intenso. Su vestido eran flojo y solo su cintura resaltaba, era negro también. Era guapa cuando se puso a pensar, pero después sintió que ella no le agradaría. Calculó su expresión con una sonrisa a más no poder.

promises  ━ sebastian stanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora