13. Porqué creo que la amo

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Los siguientes días habían marchado de lo más normal

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Los siguientes días habían marchado de lo más normal. Allina ya no se había encontrado con Sebastian, ni habían hablado por mensaje de texto siquiera, se habían vuelto unos fantasmas mutuos nuevamente. Constanza tenía un escenario perfecto para un vino tinto, un libro y un papel que estudiar para poder desempeñarlo correctamente en su actuación. La constante precipitación de aquellos pequeños cristales de hielo, de un frío enteramente flébil y desgarrador

Allina recordó de pronto, aquel clima de Inglaterra. Cuando Chace y ella se colocaban calcetines calientitos y con la secadora de cabello se echaban aire cálido para que no sintieran frío. Cuando ella le pedía con inocencia si podía abrazarla, aun sabiendo que ya no estaba pasando frío en su habitación. Quizá, algunos climas también te remontan a situaciones amenas, pero también a algunas amargas. Recordó, las ocasiones que ella salía enfurecida de casa hacía la terraza, con la nieve cayendo en todo su cuerpo, escuchando los gritos de Chace, diciéndole que ojalá muera de frío. Cuando Allina le gritaba lo mucho que lo odiaba por desearle la muerte.

Es que a veces, muchos escenarios no son lo mejor.

Esa misma noche, más tarde, recibió una llamada de su madre. La mujer que hace años no veía, escuchaba o sabía de ella. La llamada le tomó por sorpresa, y no supo realmente si sería prudente o no contestar. Pero prefirió hacerlo después de un par de llamadas más.

—Allina Moldoveanu —pronunció con desprecio, en su idioma natal—. ¿Por qué demonios está circulando por todos lados que Chace y tú han terminado? Varias cosas a considerar, señorita. ¿Quién carajos te dijo que podías dejarlo, eh? ¿Desde cuándo te gusta hacer espectáculos de esta clase? "Allina Moldoveanu engaña a su pareja Chace Crawford con su mejor amigo, Sebastian Stan." ¿Quién, con un puto demonio, es Sebastian Stan? ¿Puedes calcular el tamaño de lo perjudicial que es esto para nosotros, niña? Tu padre y yo no nos hemos pasado la vida enterada haciéndolos la mejor parejita de todo maldito Hollywood, para que las familias no choquen, para que tengamos una reputación sana y aparentemente buena ante los demás. Suficiente problemas tenemos ya, como para que los Crawford vengan a jodernos la vida aún más.

Allina se quedó callada por unos segundos. Estaba congelada y no sabía de qué manera responderle ante tantos reclamos y tantas consecuencias. Por su mente, en un segundo pasaron infinidad de opciones e intentó calcular que tanto perjudicarían en su vida personal y laboral. Estaba metida en un hoyo del que ya no podía salir.

—De acuerdo—comentó con una aparente calma—. Que decepción que hayas tenido que llamarme después de un año y medio, y sea precisamente de esa manera.

—¡Yo ya no tengo porque llamarte! Tú ya cumpliste tu lapso en esta familia.

—¿Entonces porque demonios sigues involucrando mi vida en tus malditos negocios? ¿Por qué te empeñas en joderme la puta vida siempre?

Hubo un silencio un poco largo. De pronto pensó que quizá su madre estaba pensándolo mejor, que realmente le estaba jodiendo la vida. Que quizá, se redimiría. Enseguida se escuchó un golpe abrupto y ruidos extraños.

promises  ━ sebastian stanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora