4.

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Ruggero POV

Estábamos abrazados y de repente entró uno de los productores al camerino y nos vio.

—Perdón chicos —dijo Martín, uno de los directores, nos separamos rápidamente— La escena de sus besos está mejorando, antes ustedes no podían hacer esas escenas pero algo ha cambiado y me encanta, todo se ve muy real, y no se que tienen entre manos pero solo sé que es muy beneficioso a las serie —nos dijo y asentimos ruborizados.

—Si Gracias es que nos estamos acercando un poco aunque Cande se moleste —hablo Karol.

—Si es cierto, me he acercado a Karol y como tiene 18 me di cuenta que ha madurado bastante, ya que antes ella era más niña pero siempre con su esencia graciosa —respondí y él nos miro algo orgulloso, él salió del cuarto y nos miramos extraños.

Estábamos ruborizados y debo admitir que se ve linda con ese color carmesí en sus mejillas, y no es el que le causa Matteo a Luna, este es más intenso y se ve más verdadero.

—Karol, déjame besarte otra vez —mi mirada era de súplica, si actuando besa bien me quiero imaginar cómo es uno verdadero que sea de corazón, no por un reto.

—Como quieras —susurró de forma tímida, más ruborizada que antes, su actitud hizo que se acerlerara mi corazón. Se acercó a mi, se apoyó en mis hombros y me besó, mientras que apoye mis brazos en su cintura y la acerque más a mi.

El beso se intensificó, mi traviesa lengua se atravesó en su boca, causándole un cosquilleo a la suya y provocó que salga un dulce gemido de sus labios, poco a poco se acostumbró a la intrusa en su boca y empezó a batallar junto a la mía. Si sus otros besos me han enamorado este más. Caminamos lentamente a la pared y esta le incomodó en la espalda así que le ayude a treparse a mis caderas, ella las rodeó con ambas piernas y nuestras partes rozaron, ante esa situación gruñí desde lo más hondo de mi pecho.
En serio Karol es la dueña de los besos. Separamos nuestros labios despacio, no queríamos terminar en ese momento pero bueno, todo en la vida termina una vez.

—Y... Yo no se qué decirte Ruggero, esto fue una experiencia para mí —me miró a los ojos y su mirada conectó con la mía.

—No digas nada —asintió bajando la mirada ruborizada— ¿Sabes? Me encanta ponerte rojita —le susurré al oído.

—No te burles —soltó una pequeña carcajada— Bueno me debo ir, Lionel me quiere decir algo —en ese momento sentí que mi mundo se derrumbó.

—Dale no te preocupes —dije— Ah y usen protección.

—Deja de ser tan pervertido Pasquarelli —dicho esto salí de su camerino y me fui al mío donde Candelaria estaba esperándome en bata, semidesnuda.

Se acercó hacia mi de manera peligrosa, mordiéndose el labio inferior y mirándome deseosa, estoy harto que sea ella que comience esto cuando yo soy el que debo comenzar pero ella nunca me ha dado tantas ganas.

—Para Cande, me asustas —le dije.

—Mi amor solo quería divertirme contigo, anda pasemos el rato —suplicó.

—Estamos trabajando no tengo ganas, a parte odio que empieces tú el juego... Cuando lleguemos a casa te haré cositas malas —la abrace por detrás y le bese el cuello.

¿Que si me siento engañando a Karol? Pues claro pero eso no significa que la engaño, ya que no somos nada, mis ganas son más grandes que mis sentimientos hacia Candelaria solo por la sorpresa que me ha dado, mientras que con Karol se me hace difícil hablar ya que con tan solo mirarla me pongo a balbucear.

Ella se vistió y termino el día de rodaje, nos fuimos a casa y ya ustedes sabrán lo qué pasó, como siempre fui el que maneje la situación y le di el mejor placer que solo yo le de causar, luego llegue yo a mi gloria y luego hicimos algo de comer porque pleno acto dio hambre.

Karol POV

¿Les digo la verdad? Me siento como una puta amante que siempre espera al hombre soñado, me cansé de esto y ya no aguanto más, mejor me olvido de el y ya está, estuve a punto de decirle lo que siento por el y que bueno que no pasó porque sino ya mátenme.

Pasó el día de trabajo y me fui a mi casa, como siempre la misma ilusión, esta vez Lionel me invitó a cenar y acepte. Me vestí bien bonita y el llego a mi casa, me acomodé en su auto y nos fuimos a cenar comida Italiana, me encanta la pasta a pesar que soy Mexicana.

Justo entramos al lugar allí estaban Ruggero y Candelaria cenando, Candelaria me miró por el rabillo del ojo, apretó la mano que tenía entrelazada con Ruggero y se acercó a mí y a Lionel a lo que este me tomo la mano igualmente.

—Hola chicos —dijo la hipócrita.

—Hola Cande, Hola Rugge —les salude por cortesía.

—Hola Karol —Ruggero beso mi mejilla sin soltar la mano de su novia— Hola Lío —le dio un apretón de manos— al parecer están juntos felicidades.

—N... —yo iba a decir algo pero Lionel interrumpió.

—Si estamos juntos, verdad amor? —asentí ante las palabras del rubio.

—Que bien! —Candelaria siguió— Bueno ya nos vamos verdad amor? —Rugge asintió— nos vemos.

Lionel y yo pasamos a la mesa que reservamos, conversamos y reímos, pero en los ratos que podía miraba a Ruggero y este me guiñaba el ojo, está sería una noche muy larga...

Imaginarte | RuggarolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora