Imaginarte | Ruggarol

17.

Karol

La película ya iba por la mitad ya verdad es que estaba demasiado entretenida. Estábamos pasándola súper bien con los chicos, pero no se, sentía algo extraño con Ruggero cerca y ya eso me preocupaba un poquito con bastante.

— Karol — Me llama haciéndome salir de mis pensamientos.

— ¿Si Ruggerito? — Respondo incorporándome y saliendo de los mismos que invadían mi mente.

— ¿Quieres ir para afuera un rato? — Me pregunta y de una vez asiento, afirmándole que si quería.

Ambos nos levantamos de la cama para ir al balcón, el cual estaba del lado de la piscina del hotel y por ese lado no habían fans que nos vieran ni nada por el estilo. Me puse mis pantuflas de unicornio y miro a Caro y a Valu, ellas hacen unos ademanes que entiendo a la perfección, los cuales estaban deseándome suerte.

Y por fin salgo con Rugge hacia la terracita. Duramos unos minutos mirándonos y mirando el panorama, el ambiente tenía mucha tensión lo cual me preocupaba así que decidí romper el hielo.

— ¿Para que me llamaste Rugge? — Pregunté algo nerviosa pero eso no se notó tanto en mi voz.

— Quería estar contigo a solas — Dice sin mirarme, lo que hace es mirar el paisaje y luego bajar la mirada acariciandose la nuca algo nervioso.

— ¿Que te pasa? — Me río levemente y me acerco un poco a el. — Estás bien?

El asiente y luego de un rato decide hablar.

— Si, estoy bien... solo que me siento extraño contigo aquí, así solos... Eso es todo... — Me mira y sonríe, con esa sonrisa tan característica la cual me derrite por completo.

Niego con la cabeza al instante viendo a otro lado.

— No sé porqué no te creo — me recargo de la baranda del balcón donde estábamos.

— ¿Por qué la señorita Sevilla no me cree? — pregunta, mientras imita mi acción. Solo que en vez de mirar el paisaje como yo lo hacía, tenía sus ojos puestos en mí.

— Te noto raro, en serio — aclaro y no puedo evitar una leve risa tierna.

Lo veo unos segundos y me doy cuenta de que suspira. Entonces se da la vuelta para tener toda su atención en mí y habla.

— No quiero que todo esto acabe, no quiero volver a la realidad. No quiero seguir estando en una relación donde ya no siento lo mismo. Hay una persona de por medio, sí, pero lo de esa persona y yo es imposible. Por el qué dirán, la edad, los medios, el canal que tengo con Cande y todas esas cosas — Termina de hablar y siento como se relaja. Como si hubiese explotado como una bomba.

— Yo la verdad no sé qué decirte... — Hago una pausa, me inspiro más y continuo—. Solo te diré debes seguir tu corazón por encima de todo, pero al mismo tiempo usando el cerebro para que no hagas las cosas de golpe. — coloco una mano en su hombro, para que sienta mi apoyo—. También debo decirte que para el amor no hay edad y si de verdad quieres a esa persona en algún futuro podrás estar con ella, debes esperar que este proyecto acabe, y toda la cosa. Luego acabar la relación con Cande, aclarando todos los puntos y creo que ahí te quedas un tiempo soltero luego podrás estar con esa persona — sonrío culminando.

El asiente a todo lo que le digo, cuando ve que he acabado de hablar me abraza.

— Gracias por estar ahí, siempre para mí — susurra en mi oído al estar en mis brazos.

Me siento protegida ante él, no quiero que este abrazo acabe, y sea quien sea esa persona siempre voy a ser su amiga por encima de todo, porque algo entre nosotros dos también sería súper imposible, a parte de esas cosas también por Disney, a lo mejor mi mamá no lo aprueba, Candelaria me mataría, bueno, si de por sí me mata con la mirada cuando me ve tan cariñosa con él, no quisiera imaginarme si se entera que estamos en una relación amorosa, en un futuro claro.

— Siempre estaré aquí para ti — susurro de la misma manera. — Te quiero — le dije esas palabras cuando mi corazón quería decirle que lo ama con todas sus fuerzas.