Todo va pasando igualmente. Nada a cambiado y no creo que cambie mucho, ya a pasado 1 mes, y sigo sin cosas interesantes. Todo a sido igual. Las mismas salidas a los parques, tomó aire, me devuelvo a la casa, veo televisión, dibujo y me duermo. Una rutina de verano. Algo... aburrida.
Me levanté de la cama y tomé de una botella de agua que se encontraba en mi velador. La dejaba ahí todas las noches, por si el calor no me dejaba dormir, o por la sed. Tomé un sorbo algo grande de la botella y fui hacia el baño. Me miré al espejo y vi mi tomé extremadamente desarmado, había dormido con el al parecer. Salí del baño después de hacer mis necesidades y baje hacia la cocina, tenía hambre.
Al llegar saqué de la despensa un pan y nutella, que por fin mi madre compra, lo cual no es común. También una caja de leche junto a una taza. Prepare todo como siempre y me lo devore. Subí a mi pieza y saqué ropa, hora de ir al parque. Me puse una polera suelta blanca con una cruz en el medio, unos shorts medios rasgados y unas sandalias blancas.
Salí casi volando de mi casa hacia el parque, no se porque le tomé tanto cariño. Al llegar me senté en una banca. Me relaje y disfrute del poco viento que daba el día. Cuando a lo lejos, podía ver a alguien que se me acercaba. Era Pau.
Sacudí mi mano en forma de hola, y ella me saludo de vuelta.
-Laura, ¡cuánto tiempo!- Dijo abrazando me.-¿Qué haces por aquí?- Dijo sarcástica, ella ya sabía que siempre venía acá.
-Déjame preguntarte yo primero, ¿Tu qué haces por aquí?- Dije moviendo las manos mientras hacia gestos.
-¡Ay! Ni te imaginas, hace algunas semanas, mejor dicho meses, conocí a un tipo, ¡Y ahora es mi novio! Y quedamos de juntarnos en el Mall.
-¡Tan rápido! Wow, eres rápida.- Dije riendo.
-No boba.- Dijo riendo.- Es solo que es muy dulce, y además... Ahhh...- Dijo suspirando.-¿Lo quieres conocer? Ven conmigo.- Dijo entusiasmada.- Te lo quiero presentar.
-¿Yo? No quiero estorbar y ir de improvisto.- Dije dudosa.
-No creo, el es muy dulce, nada le molesta, ósea, le da lo mismo, hasta diría que le encantaría conocerte.- Dijo feliz.
-Em bueno...- Dije algo tímida.
Me tomo de la mano y me llevo hacia su bicicleta, donde me fui parada en unos palos que sobresalían de las ruedas traseras, sosteniendo me de Pau.
Llegamos rápidamente al mall, donde subimos al último piso, al mirador, donde habían muchos restorantes, pero nos quedamos en uno de hamburguesas. Esperamos en una mesa de 4 personas, unos 5 minutos, cuando vimos un muchacho a lo fondo. Se acercaba entusiasmado, pero cada vez acercándose, se volvía más lento. No lo divisaba bien, podía ver un Cataño clara rojizo, alto y se acercaba hacia aquí. Al pararse al frente de la mesa dijo.
-Lo siento Pauli por llegar tarde, o eso creo.- Dijo besándola.
Yo quede atónita, no quería mirarlo, no queríamos mirarnos. Pau nos miró algo confundida, ¿Qué pasaba?
-Bueno, ella es Laura, Laura, Santiago.- Dijo presentándonos.
El me miro incómodo, y me estrechó la mano.
-Un gusto Laura.- Dijo poniendo una cara tensa.
Lo mire a los ojos, ¿Qué hacia?¿Fingir que no lo conocía para no arruinar la relación entre Pau y el? Lo hago por el, me da pena.
-Igualmente.- dije forjando una sonrisa.
Pasamos minutos comiendo y hablando, en que un momento Pau quiso ir al baño.
Yo y Santiago quedamos solos, mirándonos.
-Mira lo que hago por ti, y tu no has hecho nada bueno por mi.- Dije sonriendo sarcásticamente.
-Bueno, es bueno ayudar por ayudar y no por recibir.- Dijo.
-Pero que me engañarás no fue algo bueno o una ayuda.- Dije frunciendo el ceño.
- Bueno el punto es que te doy muchas gracias, en verdad, y lo siento por lo que pasó, pero, no era para ti, y nuestra relación, fue errónea, tu mereces que te entienda, yo soy diferente a ti.- Dijo triste.
-Bueno, ahora me siento mejor.- Dije sonriente.
El sonrió también y pude sentir que todo volvía ser normal, que después de todo, Santiago se sentía mal por lo que había hecho y lo había admitido. Entonces, después de sonrisas, se acercó a mi mano y se la quite bruscamente.
-Hepaaa, cuidado.- Dije.- Recuerda a Pau.- Dije riéndome.
El río también y justo llego Pau del baño, nos vio riéndonos y ella dibujo otra sonrisa en su rostro.
-Veo que ya se hicieron amigos.- Dijo.
Rato después nos despedimos del café, Pau se fue con Santiago a su casa y yo me fui a la mía. Por el camino anduve pensando en Santiago, que ya estaba todo bien, y todo perfecto, pero no podía contenerlo en mi corazón.
Al llegar a la casa subí rápidamente a mi habitación, ya era atardecer y corría un suave viento que entraba por mi ventana. Mire mi cama y me fui fijando en las murallas, subía la vista cada vez más y más, hasta que llegue a ver el petirrojo que dibuje hace un año, el día que conocí a Santiago, en el mall. Cuando me sujetó la silla, pude ver sus ojos, su rostro en aquel momento. Pero ya era tarde y no podía seguir así. Encontró a Pau, y se que la tratara bien y que es perfecta para el. Saqué el petirrojo de mi muralla y lo hice una avióncito de papel. Me dirigí hacia la ventana y delicadamente, dejé libre el petirrojo, volando. Hacia el sol. Libre, el papel se fue alejando, hacia cualquier lado, donde estuviese mejor, y lejos de mi.
Cerré la ventana y me puse pijama, me acosté y pude sentir, que tenía menos pesó encima, me sentía más libre. Ya no poder preocuparme de Santiago, me hacia feliz.
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Unbroken [LR #2]
Teen Fiction"Bienvenidos a la segunda parte de Lover Routine" Laura es una chica de 17 años recién cumplidos. Paso a 11º grado, y esta lista para que su curso la reciba. Desde qué su ex amor, Bruno, le rompió el corazón Laura a decidido cambiar su vida, conoce...