Unbroken [LR #2]

Capítulo 2 - Como todas las personas.

Hoy era lunes. Hubiese sido agotador si fuese época de colegio, pero para mi salvación, desperté y seguía siendo vacaciones. Como todo lunes, mis 2 padres salen a trabajar, y me quedo yo sola en casa. Pero como siempre e sido floja, mi madre prepara la comida la noche anterior y me la deja fría y yo solo debo calentarla. Soy toda una sedentaria.

Bajé las escaleras y prepare mi desayuno de siempre, y me lo comí. (Obviamente) Me eché en el sofá y empecé a ver televisión, no daban nada interesante, pero en un momento, pase por un canal de películas, en el cual estaban dando "3 Metros Sobre El Cielo". La empecé a ver, fue la primera vez que la veía. Y para suerte, estaba recién empezando. Me acomodé y me puse una manta encima y puse los ojos en la pantalla de la televisión.

Cuando terminó un rato después, me empezaron a caer lágrimas, pobre H, me recuerda, a alguien, Bruno. También pude imaginar que yo era Babi, y que nuestro amor era imposible, bueno era posible, me refiero a mi amor entre Bruno y yo, pero el idiota de Bruno empeora todo y siempre tiene la maldita culpa y siempre hace que nos alejemos más, ¿Ya vieron? Me dijo perra, le pegó a un alumno y lo dejó en coma, lo expulsaron y miren, ahora no se a donde irá a parar ese idiota. Mejor dejo la tele y me voy a vestir, ya eran las 11:45, soy ahora si una sedentaria.

Subí hacia mi habitación, y me vestí. Bajé las escaleras y antes de salir por la puerta (sin ningún motivo) saqué una hoja de la libreta de notas que estaba pegada a el refrigerador y empecé a escribir.

-"Mamá o papá, si llegas y no estoy en casa es porque salí a dar un paseo.

Besos

Laura".

Con eso será suficiente. Ahora si salí por la puerta y ya a fuera, me aburrí de ir en skateboard, entonces decidí irme a pie.

Pase cerca del parque al cual me encontré con Francisco unos días atrás. Me senté en la banca donde Santiago me sorprendió tocando los hombros el año pasado, cuando me dijo que lo sentía mucho, y que todos hemos mentido. Cada vez que veo esa banca, me da ganas de ir donde Santiago, y decirle en su cara ;

-"Santiago te perdono, pero mi orgullo no lo permite."- Y lo abrazaría y lo besaría, pero el ya no lo aceptaría, el ya no se fija en mi. Me senté un rato, pero ¿cuál fue mi promesa? Olvidarme de todo, debo cambiar, no quiero ser yo, debo tratar de ocultar todo este dolor.

Pude ver a Francisco acercándose hacia mi.

-Hola Laura.- Dijo sonriente y sacudiendo su mano.-¿Qué haces aquí tan sola?- Dijo.

-Solo caminaba, como...- y pause.- todos los días.- Y nos reímos.

-Oye, ahora ando con unos amigos, y me preguntaba si querías venir con nosotros, vamos a ir a "Fantasilandia".

-Em, bueno pero no quiero ser molestia.- Dije tímidamente.

-Tranquila, son simpáticos, de más que les caes bien, son buenas personas.- Dijo tomándome la mano.

Me llevo a una camioneta con 1 mujer y 2 hombres, uno al volante y otro al lado de el, y la mujer en la parte de atrás de la camioneta, por decirlo, la maleta. Francisco me ayudo a subirme, tomándome de las caderas y haciendo fuerza para arriba. Al estar sentada la mujer me hablo.

- ¡Hola!- Dijo muy sonriente.- Soy Paula, pero dime Pau.- Pau era una chica rubia, pero rubia rubia, ojos azules, parecía todo una americana.

El chico del volante se dio vuelta

Y me miro.

-Yo Tomás, pero dime Toto, suena ridículo, lo se.- Y se río. Toto era Moreno, de pelo y de piel, era alto, y musculoso al igual que Francisco.