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Estoy feliz. Son las vacaciones de verano y cuando terminen empiezo la secundaria.

Mis vacaciones hasta ahora van de maravilla, no mas levantarse temprano, no más estudio... la libertad en carne propia.

Lo único que extraño... es que en el colegio hacia mi mundo.
Podia ser quien yo quiera.
Y aparte no estaba en casa teniendo que soportar a Dani.
Que a decir verdad es un verdadero fastidio.
A veces pienso que solo nacio para hacerme la vida imposible.

En fin. No me queda otra que soportar tres largos meses con mi "hermosa" familia.

Julian sigue en la calle como todo el año.
No entiendo como mama y papa no le prohiben que se siga juntando con esos amigos que el tiene.

De todas formas anoche llego muy de madrugada y lo castigaron.

Pero miren que castigo, mañana tenemos que ir a almorzar a la casa del abuelo y el por el "castigo" no va a ir, se va a quedar durmiendo.
Me gustaria estar castigada. Pero la vida es injusta.

Mama nos desperto temprano, tenemos que ir a lo del abuelo y aguantar que te de concejos de otro siglo.
Ni bien me levanto y es todo un caos, mami y papi peleando por la ubicación de la ropa, Dani porque no encuentra sus zapatillas, Julian gritando porque hacen mucho ruido y no lo dejan dormir.
Y yo aprovecho y entro al baño primera.
Hago todo rápido y salgo.

Me quedo afuera jugando con nuestros perros que por cierto son seis... hasta que salen todos y nos vamos.

El abuelo como siempre esta feliz.
Le gusta que vayamos y pasemos el dia con el.

Y a mi me encanta el patio trasero que tiene. Lleno de árboles y plantas.
Perfecto para distraerme.
Hay uno en especial, en el cual me trepo desde que tengo memoria.
Es un árbol de ciruelas.
Que por cierto ya tiene fruta.
Mmm... que rico. No quiero esperar mas para estar ahi arriba.

Después de una hora. Mi abuelo me avisa que ya esta la comida, genial despues de treparme y leer en el arbol es lo que necesito... comida.

Ponemos la mesa con mama y nos sentamos.
Papa y el abuelo hicieron un asado riquísimo, y debo decir que estoy muy llena.

Antes de que levantemos la mesa... sale de la pieza un hombre bastante mayor.
Tiene barba, y se ve algo desaliñado.

Mi abuelo se levanta y va hacia el.

-Me olvide de presentarles, el es César... mi hermano- dice mi abuelo.

- Un gusto, pero pueden decirme, Biko- respondió el hombre que al parecer es mi tío abuelo.

Todos lo saludaron, y el se veia contento.
Me cayó muy bien el Tio Biko. Era amable conmigo y con Dani. Y sus historias eran buenas.

Me fui a la cocina a llevar los platos a lavar.
Mientras todos conversaban yo me entretenía lavando los platos.
Pasaron alrededor de quince minutos cuando oigo que viene alguien.
Volteo para ver quien es y es el tio Biko, esta buscando algo en la heladera.

Vuelvo a poner atención en los platos cuando el se acerca y me dice...

-Sos muy linda sobrina- con una vos de ebrio.

Yo me quedo callada, no se que decirle.
Lo miro y en un segundo lo tengo tan cerca mio que me da náuseas.

Me agarra la cara y por dios trata de besarme. Que asco.
Le pegue un cabezazo y logre zafarme de su agarre.
Corri hasta la puerta y sin darme cuenta el me agarra del brazo y con un movimiento me vuelve a poner contra la mezada de la cocina mientras el cierra la puerta con llave.
Grite pero nadie me escucha.
Se me vuelve a acercar, pero esta vez desde atras. Trabandome los brazos con una mano y con la otra me toca mis pequeños pechos.

Me siento sucia, esto es asquroso. Un sin fin de emociones pasan por mi cabeza.

Pasa sus asquerosas manos por mis partes... y su aliento a vino barato lo tengo en toda mi cara. No aguanto mas.
Estoy tan alterada que ya no se que hacer.

Me estoy dando por vencida cuando se me ocurre.
Lo pateo en la rodilla, mi brazo izquierdo logra salir asi que aprovecho y le rasguño toda la cara, hasta que me suelta.
Se agarra del rostro y grita de dolor.
Yo no espero ni un segundo. 
Abro la llave de la puerta y salgo.
Llorando me dirijo hacia mama.

-¿Marisa que te paso?- Me pregunta mama muy preocupada.

Yo me quede sin palabras mi garganta no emitia ningún ruido.

El tio biko sale de adentro de la cocina su rostro tiene sangre y me mira con una miraba amenazadora.

Papa se da cuenta de todo. Agarra un cuchillo de la mesa y se abalanza sobre el.
Mi abuelo los separa y le mete un golpe certero en el rostro al tio Biko.

Papa me agarra, me alza a upa y nos lleva lejos de ahi.

Nos volvemos a casa y una vez alli, mamá me pregunta...

-Marisa se que estas muy alterada pero necesito saber que paso. ¿Te hizo algo?- mama pregunta y se que esta sufriendo.

-Yo..yo... no puedo- le contesto tartamudeando.

-¿Te tocó?- y me mira fijamente.

Sin poder responder asiento muy lento. Y rompo en llantos.
Ella esta tan triste como yo.

Solo quiero bañarme y sacarme su olor asqueroso de mi piel.
Solo se que el recuerdo nunca me lo voy a poder sacar.

Cosas de NiñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora