Cómo dar buenas noticias

717 61 2
                                    

Llegué a la escuela de música como era costumbre, pero esta vez no iba a ver clases sino a esperar a Antonio para darle la noticia, y es que ya había completado todos los trámites, aquella señora hasta pidió una orden de alejamiento para cuando Tony fuera mayor de edad y se deshizo de todas sus responsabilidades como madre. En parte era ventajoso, no es algo bueno tener personas como ella cerca. Me senté en una banca a esperar con ansias a Tony, faltaban un par de horas para su salida, y aunque estaba emocionada, me aburría, decidí pararme otra vez e ir hacia la dirección para preguntar algunas cosas a cerca del cambio de representación.

Al llegar hablé con la directora y arreglamos todo respecto al asunto, pero cuando ya me disponía a salir de su despacho me llamó la atención.

-Directora- Debes saber tratarlo, es un chico muy sensible

-Ann- Lo sé, lo sabré cuidar

-Directora- Eso no lo dudo -Dice sonriéndome

Al mirar el reloj veo que después de todo aquello aún faltaban quince minutos, volví a sentarme en aquella banca, saqué una de mis novelas para distraer la mente y después de un rato, escuché cómo se abría la puerta del edificio, y veo cómo va saliendo un grupo de chicos. De último sale Tony, como era costumbre, pero al hacer contacto visual conmigo aceleró el paso a la salida, lo llamé e intenté llamar su atención, pero sólo me ignora y empieza a correr, de repente tropieza con una saliente del pasillo y cae irremediablemente al suelo, por lo que logro alcanzarlo.

-Ann- ¿estás bien?

-Tony- Déjame en paz, ¡no quiero saber nada de ti!

-Ann- ¿Por qué me hablas así?, no te he hecho nada malo

-Tony- No me ayudaste cuando más lo necesité, mi madre me dijo que hoy me iría a buscar una mujer que solicitó mi adopción. Alguna malviviente de seguro, conociendo a mi madre. ¡Me siento como una mascota!

-Ann- Tranquilo, si me dejas hablarte tal vez pueda hacer que te sientas mejor

-Tony- ¡No quiero hablarte!, ¡déjame! -Dice mientras intenta forcejear

-Ann- ¡Compórtate!, si no quieres que te castigue cuando lleguemos

Tony al escuchar esto dejó de forcejear y se mostró confundido.

-Tony- ¿qué quieres decir con eso?, ni que viviera contigo -Dice con cara molesta

-Ann- Te informó que es así, terminé los papeleos de adopción ayer, ya tu madre sabe que desde hoy estarás conmigo

-Tony- ¿En verdad? -Dice escéptico

-Ann- Pues sí, aunque lamento que tengas que vivir con una malviviente como yo

Tony se muestra penoso ante ese comentario, por lo que me abraza con manos temblorosas.

-Tony- Lo...lo siento -Dice llorando - En el fondo sabía que no me dejarías solo

-Ann- Jamás te dejaría solo mi niño, eres mi chiquillo especial -Digo pellizcando suavemente sus mejillas que estaban rosadas

-Tony- Pero -Dice quitando mis manos -Debo ir a buscar mis cosas

-Ann- Tranquilo, me encargué de eso esta mañana, sólo debes llegar desempacando

-Tony- Es por eso que no te vi temprano -Dijo para sí mismo

-Ann- Así es, y mejor apresurémonos que quiero llegar temprano a casa

Nos dirigimos a la parada del bus, para después ir al departamento. Pude notar cierto brillo en sus ojos, estaba feliz, aunque como no es de extrañar éste se mantenía frío y seco. A pesar de ser un llorón a veces, casi siempre se muestra como una piedra, aunque creo que puedo llegar a ablandarlo, de todas formas, estará viviendo desde ahora bajo mi mismo techo.

Amor blindadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora