Era intento tras intento, pero Jhon no atendía su celular, así que insistí hasta que por fin contestó.
-Jhon- ¿Aló?... ¿Ann?
-Ann- Sí, ¿dónde tenías metido el celular?
-Jhon- Lo siento, lo tenía en modo silencioso porque estaba en una entrevista
-Ann- ¿Entrevista?, ¿De trabajo?
-Jhon- ¡Sí!, ya quiero costearme mis propias cosas, no me gusta ser un mantenido
-Ann- Te comprendo, y... ¿cómo te fue? ¿Qué trabajo es?
-Jhon- Es como secretario, sabes que soy muy bueno con las redacciones y esas cosas, y pues creo que me fue bastante bien. Gracias por preguntar
-Ann- Me alegro mucho. Espero que te den el empleo
-Jhon- Gracias princesa, pero dime ¿qué era lo que me querías decir tan urgentemente?
-Ann- ¡Cierto!, un amigo tuyo me llamó hace un rato preguntando para un curso de alemán, supuestamente tu me recomendaste, se llama Miguel
-Jhon- ¡Sií!, olvidé mencionártelo ayer, el me había preguntado sobre eso y pensé que eras muy buena sugerencia, es un gran amigo de la infancia, no hay problema
-Ann- Bueno, envíale mi dirección y dile que venga al mediodía
-Jhon- ¿No tienes su número para que se lo mandes tú?
-Ann- Sabes como soy, prefiero que se la mandes tú, así estaré completamente segura de que es un conocido tuyo
-Jhon- Eres bastante desconfiada, ¿sabías?
-Ann- Sí, sí, lo sé muy bien
-Jhon- Bueno, está bien, yo le enviaré todo, pero ten cuidado con él
-Ann- ¿Cuidado?
-Jhon- Es bastante guapo, y muy ,muy caballeroso, si no fuera mi amigo hace mucho que me lo habría violado jajaja, pero si pasa algo entre ustedes quiero saber los detalles
-Ann- Si eres tonto, sabes que no soy así, igual sabes que de pasar algo interesante en mi vida serías el primero en saberlo
-Jhon- ¿Segura?, un pajarillo me contó que estás acogiendo a un niño en tu casa
-Ann- ¿Quién te dijo eso?
-Jhon- Se dice el pecado más no el pecador, así que es verdad, ¿cómo es que ahora te entraron deseos de ser madre?
-Ann- Sabes bien que nunca había pensado en algo así, el chico se encontraba en una situación complicada y era la única manera de ayudarlo, además está en mi casa apenas desde ayer, y no te vería hasta el sábado
-Jhon- Si claro, y tu como buena persona lo acogiste, sabes lo que pienso acerca de esos gustos tuyos
-Ann- Es la verdad, aunque no te niego que el chico está muy lindo
-Jhon- ¡LO SABIA! ¡Te gusta el niño!, y yo que pensé que se te habían quitado esas ideas de la cabeza
-Ann- Pues, al parecer no
-Jhon- Dime... ¿qué edad tiene?
-Ann- Quince, pero aparenta mucho menos
-Jhon- Jajaja, ¡eres una pederasta! ¡Nunca vas a cambiar!
-Ann- Ahg, déjalo de ese tamaño, dale la dirección a tu amigo, hablamos después
Le colgué antes de que pudiera contestar, me había hecho molestar, lo conocía desde primaria, y él sabía que tenía esos peculiares gustos, y aunque le parecía inapropiado, no me juzgaba, pero si fastidiaba, y eso resultaba molesto, debería conseguir un novio y dejarme en paz.
Ya faltaba poco para el mediodía, por lo que me dispuse a preparar el almuerzo, mientras escuchaba a Tony aún intentado montar aquella pieza. Cuando terminé de prepararla, lo llamé para comer juntos en la mesa, él salió de la habitación, y se dirigió directamente a la mesa, se veía cansado, y con los dedos rojos.
-Ann- ¿Te duelen? -Dije mientras tomaba su mano izquierda
-Tony- Un poco
-Ann- Tienes que hacer pausas en las prácticas, no pensarás rebanarte los dedos
-Tony- No
-Ann- Bueno, después que termines de comer ponte a ver algo de tele para que descanses las manos
Tony asintió, y empezamos a comer, al terminar el se dirigió a la sala para ver la TV, mientras yo lavaba los platos. Al rato escucho el timbre sonar, seguro es Miguel, pensé, me dirigí a la puerta mientras sacudía las manos para secarlas, abro la puerta y allí estaba, era un muchacho bastante alto, con el cabello hasta el cuello, castaño y liso, cara risueña y pecosa, tenía piel blanca y labios rosados, "un príncipe" pensé en mi interior. Al cabo de unos incómodos segundos de silencio me saluda.
-Miguel- Disculpa la demora, el subterráneo estaba de locos
-Ann- Tranquilo, así nos diste chances de almorzar
-Migue- ¿Nos? -Dice echando una mirada al interior del departamento, para luego hacer contacto visual con Tony -¡Ah!, no sabía que tenías un hermanito
-Ann- Ah, pues sí, se llama Antonio. Tony, él es Miguel, le daré curso de Alemán -Tony se limitó a pasar una rápida mirada sobre él para luego seguir viendo la TV -Bueno... pasa, tengo una pizarra en aquel sitio, será más cómodo
-Miguel- Me parece bien, pero con respecto al pago
-Ann- ¿Jhon no te mencionó nada?
-Miguel- ¡S-sí!, sólo quería saber si seguía siendo éste -Dice alargándome un papel en donde estaba el monto
-Ann- Sí, pero te daré un 20% de descuento, por el hecho de estar viniendo directamente a mi casa, normalmente es en la universidad donde es más cómodo y fácil de llegar
-Miguel- ¡¿De verdad?!. ¡Muchas gracias!
-Ann- De nada, ¿cuánto tiempo quieres dedicarle hoy?
-Miguel- Pues creo que unas cuatro horas estarán bien
-Ann- Perfecto, entonces comencemos
Al cabo de las cuatro horas, Miguel se encontraba satisfecho, yo igual y es que, el entendía muy rápido las explicaciones, y su carisma me hacía sentir cómoda
-Ann- Creo que es mejor dejarlo hasta aquí
-Miguel- ¡Sí!, lo mismo pienso, mañana te traigo la tarea que me mandaste a la misma hora, ¿no?
-Ann- Sí, igual me envías un mensaje cuando estés llegando para preparar las cosas
-Miguel- Perfecto entonces, muchas gracias, nos vemos mañana
Miguel se despidió de nosotros, aunque Tony sólo le ignoró y se marchó.
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Amor blindado
RomanceAnn es una universitaria de 18 años que decide retomar sus estudios musicales. Al ingresar a una nueva escuela de música conoce a Antonio, un chico que a pesar de tener 15 años, aparenta mucho menos, siendo un chico retraído, ella se empezará a enam...