Un compromiso arreglado por terceros

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"Soy la prometida de Miguel". Quedé sorprendida ante estas palabras, no me lo esperaba.

-Ann- ¿Prometida?

-Cloe- Te sorprende, ¿no? Sé que estuvo aquí ayer, canceló nuestra cita por venir a verte

-Ann- Lo siento no sabía que estaba comprometido, aunque él y yo no tenemos nada realmente, sólo me estaba pretendiendo, yo no le he dado respuesta...

-Cloe- ¿Ah si?

-Ann- Sí, recién se declaró ayer, y yo no soy de ese tipo de chicas

-Cloe- Sí, claro, eso dicen todas. Sólo te dejaré algo en claro, Miguel es mío y nadie podrá impedir que nos casemos, ¿ok?

-Ann- O-ok

-Cloe- Tú no eres más que lambucea, no sé qué fue lo que le gustó de ti -Dice mirando alrededor. Ya me molestaba su actitud, comprendía su molestia pero no la hacía quien para expresarse de esa manera, es más, no parecía una prometida dolida, parecía de esas que son sugeridas por las familias...

-Ann- Creo que deberías marcharte, no me gusta tu actitud

-Cloe- ¿Mi actitud? Fuiste tú quien se metió con mi hombre, y te advierto una cosa, no te le vuelvas a acercar, o tendrás serios problemas conmigo

-Ann- Ya te expliqué la situación, pero si quieres seguir con esa mentalidad es tu problema, además, yo le estoy dando clases así que creo que eso será difícil

-Cloe- Si, supongo es una lástima, para ti -Dijo soltando una risa muy desagradable. Fui a abrirle la puerta para que se fuera, ésta empezó a irse pero hizo una pausa al llegar a la puerta...- Eres una arrastrada, nadie querrá estar contigo, zorra

Nada podía hacer ese día más desagradable, entré y terminé el almuerzo. Estaba deprimida, y es que sabía en el fondo que ella estaba en lo cierto, nunca había tenido en mi vida a un chico serio, y cuando se presenta uno, ha resultado estar comprometido, acojo a un niño que ahora debe odiarme, mis amigos están tomando otros rumbos y me estoy quedando sola, me siento bastante mal.

Llamé a Tony para el almuerzo pero otra vez no contestó, volví a meter la comida por la ventana como la última vez y me pasé el resto del día viendo la televisión, recapacitando, y me quedé dormida en el sofá. Al día siguiente me desperté por el sonido del celular, alguien estaba llamando, cuando vi el reloj me di cuenta de que ya era bastante tarde "!Las diez!", al parecer me dormí bastante tarde, vi la pantalla y era Miguel, contesté el celular perezosamente...

-Ann- ¿Hola?

-Miguel- ¡Ann! ¿Cómo estás? Necesito hablar contigo, Cloe me contó que estuvo allá. ¿Estás bien?

-Ann- Sí, lo estoy

-Miguel- Que bueno, iré hoy mismo para allá, y así te aclararé todo

-Ann- Ok, ok

No di tiempo a su respuesta pues colgué inmediatamente, fui a darme un baño y después me vestí, afortunadamente aún me quedaban atuendos de casa limpios fuera de la habitación. Preparé el desayuno y otra vez se lo pasé por la ventana, me senté en el sofá de la sala y me puse a pensar, hice un par de llamadas telefónicas y luego me recosté.

Rápidamente se hizo el medio día, y escuché el timbre sonar, fui a abrir la puerta y como imaginaba era Miguel, lo hice pasar y fuimos a la sala...

-Miguel- ¿Te lo dijo, verdad?

-Ann- ¿Que estás comprometido? Sí, mencionó algo *bostezo*

-Miguel- ¡No es lo que piensas, ella si es mi prometida, pero yo no la quiero!

-Ann- ¿Entonces, por qué se comprometieron?

-Miguel- Fue un asunto que manejaron nuestras familias en el pasado, pero yo no estoy de acuerdo

-Ann- ¿Por qué no me dijiste?

-Miguel- No creo que me hubieras tomado en cuenta si de entrada lo supieras

-Ann- Me agrada la sinceridad

-Miguel- Lo siento, yo...

-Ann- Tranquilo -Lo interrumpí -Igual tenía motivos externos para rechazar tu propuesta

-Miguel- ¿En serio? ¿Cómo cuáles?

-Ann- No estoy preparada para un noviazgo, apenas y puedo conmigo misma, además que por culpa de todo esto una persona que es muy especial para mí dejó de hablarme. Creo que son razones suficientes

-Miguel- De verdad lo siento

-Ann- Tu prometida me amenazó para no seguir viéndote

-Miguel- Ahhh, esa bruja

-Ann- Me parece que tú si le gustas

-Miguel- La verdad, es que solo le gusta el dinero, mi familia tiene una buena posición económica, son dueños de una cadena de supermercados en el extranjero, y han querido ampliarla fusionándose con la familia de Cloe, que se podría llamar "la competencia"...

-Ann- Ya veo, eso es lamentable

-Miguel- Si, bueno

-Ann- ¿Le has dicho a tus padres que no quieres tener nada con ella?

-Miguel- No he podido hacerlo, tendría que tener un buen motivo para negarme

-Ann- Pero lo tienes, y es que ella no te gusta

-Miguel- Ese no es motivo suficiente, no para ellos

-Ann- Es injusto

-Miguel- Así es

-Ann- Hay algo que no entiendo

-Miguel- ¿Qué cosa?

-Ann- Si dices eso de tus padres, quiere decir que eres un chico adinerado

-Miguel- Pues... sí...

-Ann- ¿Entonces, porque decidiste, pagarme a mí por el curso? No creo que haya sido solamente por recomendación de John

-Miguel- Bueno, me atrapaste. La verdad es que te había visto en la orquesta y me gustaste demasiado, quise averiguar todo sobre ti y acercarme de la manera más sutil, y me di cuenta que está sería la más práctica...

-Ann- Ya veo

El celular de Miguel empezó a sonar, le había llegado un mensaje, lo vio rápidamente...

-Miguel- Lo siento, me tengo que ir, como te dije tenía un compromiso con mi padre, ¿mañana vuelvo al curso?

-Ann- Yo te estaré avisando

-Miguel- Vale, lo siento por todo esto

-Ann- Tranquilo, cuídate

Me despedí de Miguel y fui a tomar mi celular para hablar a la escuela de música y avisar que ni Tony ni yo asistiríamos ese día. La directora comprendió y me quedó a pasar por correo los avances que hicieran en la clase. Me puse a buscar en toda la casa la copia que tenía guardada de la llave de la habitación, y es que la original siempre la tenía allí dentro, gran idea ahora que lo pienso. Después de un buen rato de búsqueda pude hallarla en uno de los cajones del mueble de la sala, fui al cuarto para abrir la puerta y pasar, para encontrar a Tony sentado en el piso y recostado a la cama, leyendo un libro; a su lado había una pila ordenada de libros, supuse que eran los que había estado leyendo, eché un vistazo a la ventana y vi los platos acomodados, me aliviaba ver que había comido, después lo volví a mirar, bajó el libro y me miró con cara desafiante...

-Tony- ¿Qué quieres?

-Ann- Vengo a decirte algo importante

Amor blindadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora