1-. Feliz Cumpleaños, Naruto

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Los primeros rayos de sol empezaban a colarse en el dormitorio después de una cálida noche de verano. El despertador marcaba las 8 de la mañana cuando la alarma comenzó a rugir.

BEEEP BEEEP BEEEEP BEEEEP

Sakura, sin abrir los ojos, movió el brazo como un zombie para acabar con aquél ruido infernal. Tiró el despertador al suelo pero el muy cabrito siguió pitando.
“Mierda….es demasiado temprano para un sábado….” Pensó mientras se tapaba con la sábana hasta la cabeza. Pero cuando su mente se espabiló un poco, recordó el motivo de que hubiera puesto la alarma tan pronto. Se incorporó como si tuviese en la espalda un resorte. “Hoy es el cumpleaños de Naruto!” “Tengo que encargarme de que todo salga bien”.

Llevaba varios días dándole vueltas a la triste idea de que Naruto nunca celebraba su cumpleaños porque de niño nunca tuvo amigos con quienes celebrar nada. No estaba bien que el héroe de la aldea pasara solo el día en que cumplía los 18, así que habló con la pandilla para organizarle una fiesta sorpresa. Todo el mundo estuvo dispuesto a ayudar, pero fue ella quien al final se encargó de casi todo. Era su plan.

Así que se levantó, desayunó, se dio una ducha y se puso el biquini. La idea era ir a la playa. Encima del biquini rojo se puso una falda y una camiseta blanca de tirantes que llevaba dibujadas pequeñas cerezas. Se recogió el pelo en una cola alta y se miró al espejo. Se veía linda. El escote no era demasiado grande y la falda no demasiado corta… a Naruto seguro que le gustaría. No pudo evitar imaginar a su amigo de pie frente a ella mirándole el escote embobado. Owô. Se sonrojó un poco y se sintió tensa de repente. “Qué idiota soy” pensó, “y a mí qué me importa lo que opine ese baka….”. Alejó esa imagen de su cabeza rápidamente, llenó la mochila con todo lo que hacía falta para el gran día y salió a la calle.

Mientras caminaba pensativa el sol de la mañana le acariciaba la espalda. Hacía un día muy bonito, pero pronto empezaría el calor. Repasó mentalmente los pasos de su plan: primero había que ir a despertar a Naruto para reunirse con los demás en la playa. Habían preparado un picnic para que él pensara que aquello era la celebración. Luego, mientras estaba distraído, alguien tendría que quitarle las llaves de su casa y marcharse con alguna excusa a preparar la verdadera fiesta nocturna. Sakura sonrió al pensar en la cara de sorpresa que pondría el rubio. Luego echó la vista al frente y se puso un poco nerviosa. Ya casi había llegado.

Cuando se encontró frente a la puerta pensó un poco lo que iba a decir antes de tocar el timbre.”¿Buenos días? ¿Feliz cumpleaños? ¿Vamos de picnic?” Quizás debería mostrarse más efusiva y darle un abrazo en cuanto abriese…no, aquello era un poco demasiado…mala idea… Oh, bueno, ya surgiría algo.
DING DONG
Esperó un rato. Pero el rubio no abría.
DING DONG
Nada de nada. Estaría durmiendo. Habría que hacer más ruido.
“¡Naruto!¡¡Narutooo!!” - empezó a llamar mientras golpeaba suavemente la puerta.

Mientras tanto, Naruto estaba muy ocupado soñando con una misión:
El equipo siete había caído en una emboscada cuando descansaba en el bosque en mitad de la noche y Sakura había desaparecido. Se separaron para buscarla y finalmente, cuando ya casi amanecía, el rubio la encontró agazapada en silencio tras unos arbustos, con la ropa hecha jirones. Había conseguido escapar por poco. Ella salió corriendo al verle, temblando de miedo y frío. Se echó en sus brazos. Naruto la abrazó y le habló suavemente para tranquilizarla, pero ella estaba muy asustada, no le escuchaba y no dejaba de sollozar. Él tomó su barbilla con una mano y giró su cara hacia él lentamente, obligándola a mirarle. “Ya pasó…” le dijo al oído, y con el dorso de la otra mano comenzó a limpiarle despacio las lágrimas. “Estoy aquí y no te va a ocurrir nada malo, ¿me oyes?”… ella asintió con la cabeza y le sonrió con los ojos vidriosos. Sus caras estaban tan cerca que el rubio no pudo reprimir el deseo de besarla dulcemente. Sus bocas se encontraron y él abrazó su cuerpo semidesnudo. Los labios de ella estaban salados por las lágrimas, y su piel comenzaba a entrar en calor conforme su boca iba correspondiendo a aquél beso. Fue cruzando sus brazos alrededor de la nuca de él. Naruto comenzó a acariciar su espalda desde arriba hacia abajo, haciendo que Sakura sintiera escalofríos. Separó su boca de la de ella y buscó su cuello para seguir besándola…
“Naruto…” susurraba ella suavemente con las mejillas enrojecidas, mientras se aceleraba su respiración. “Naruto...Naruto….”

- ¡¡¡NARUTOOOOO!!! – Se escuchaba a grito pelado desde la puerta.
POM POM POM POM!! sonaba como si fuera a echarla abajo (cosa que, conociendo a nuestra dulce protagonista, era perfectamente posible…¬¬)
- ¡¡¡ NARUTOOOO!!!

El rubio se incoporó en la cama atontado y contrariado por no poder continuar con aquél sueño tan interesante. Escuchó con más atención. Ostras, era la voz de Sakura de verdad! Que cosa más rara… Sin terminar de despertarse ni pensar mucho lo que estaba haciendo se levantó y se dirigió la entrada.
“Eh tía, porqué tanto ruido…?” – preguntó medio bostezando mientras abría la puerta.
Sakura, que estaba con el puño en alto para seguir atizando, al verlo se quedó congelada en aquella posición.
“Bueno, que pasa? “ – volvió a preguntar el rubio. A Sakura no le salían las palabras. Naruto se dio cuenta de que ella no apartaba la mirada de su pantalón así que miró adonde ella miraba, y sintió como se le helaba la sangre de golpe. No llevaba pantalón. Solo los calzoncillos, y tenía la bandera levantada a media asta…
¡¡POOOOM !!
Esta vez el puño cayó sobre la mandíbula del rubio y el impacto arrastró al pobre desgraciado hasta el fondo del pasillo. Naruto sacudió la cabeza un par de veces y se tocó para comprobar que no tenía sangre. No, no tenía. Eso sí, se le estaba hinchando la cara un montón.
- ¿¿ ¡¡Pero bueno tú estás loca!!!?? – gritó dolorido.
- ¿¿Loca yo??¿¿¡¡ A ti te parece normal salir a abrir en gallumbos y con…. Con …. CON ESO ASÍ !!?? – chilló Sakura, colorada como un tomate. No podía levantar la mirada del suelo y apretaba los puños.
- ¡¡Estaba durmiendo y estamos en agosto, joder!! ¿esperabas que llevara el pijama de cuello vuelto? ¿¿Además, porqué narices te presentas aquí tan temprano dando esos golpes ??¿Se está quemando el pueblo o qué?? “ – le gritó fulminándola con la mirada.
La chica siguió mirando al suelo, avergonzada. Menuda forma delicada de despertarle …
- Yo… yo…- comenzó a decir con un hilillo de voz - yo he venido … a despertarte porque…los chicos nos están esperando…para celebrar tu cumpleaños todos juntos….
A Naruto le cambió la cara al escucharla. Ahora era él quien se sentía mal por haberle gritado.
- Ostras…que detalle …- dijo mientras se incorporaba. - No me esperaba una cosa así….etto….gracias…
Sakura le miró y sonrió tímidamente. - Bueno, pues...Feliz cumpleaños, Naruto…y perdona por el golpe…
El rubió sonrió aprentando los dientes y llevándose una mano a su maltratada mandíbula.
- No te preocupes, mujer, si casi no duele….- Mentira podrida. Sentía que al hablar el hueso hacía crick-crick, pero ¿qué otra cosa podía decir?
La muchacha suspiró aliviada y entró en la casa. -En fin... aséate y ponte algo de ropa…- dijo mientras intentaba mirar hacia otro lado. - Para compensarte por el puñetazo te preparo el desayuno, vale?
- Ey, eso suena bien!- constestó el rubio sonriendo. - Me muero de hambre!

(NaruSaku) Jugando con Fuego (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora