La verdad era que se lo estaban pasando en grande. No se dieron cuenta del jaleo que estaban armando hasta que unos vecinos empezaron a aporrear la pared pidiendo silencio. Pero de poco sirvió. Los chicos se portaron bien durante diez minutos y al rato ya estaban saltando por los sofás, corriendo y dando gritos otra vez. Gracias al toque secreto de Ino, a aquellas alturas de la noche todo el mundo se quería muchísimo y de repente cualquiera creía que sabía cantar como los ángeles. Aunque los vecinos no pensaran lo mismo.
Hinata estaba realmente mareada. “Qué mal me ha sentado la medicación esta noche…” pensaba “¿Será por este calor?”. Le costaba caminar en línea recta, pero curiosamente, sentía una seguridad en sí misma como hacía años que no recordaba. Neji intentaba mantener una conversación con ella pero la Hyuga solo respondía con monosílabos y sin escucharle en realidad. No le quitaba ojo a Naruto. En cuanto el rubio se quedó solo un momento, Hinata se levantó tambaleándose y se colocó delante de él.
- Hola…¿qué tal la fiesta? – le dijo bloqueándole el paso.
- Ehhh…hola… pues muy bien…
- ¿Dónde vas? ¿Te acompaño? – preguntó con una sonrisa mientras se apoyaba en la pared para no perder el equilibrio.
- Jeje…mejor que no…voy al baño, Hinata.
La chica no se apartó de la puerta.
- Ah…bueno…es que no hemos hablado en todo el día…
- Pues no… - Naruto estaba sorprendido. Hinata apenas hablaba con él en general. ¿Ahora era algo raro? - ¿No podrías esperar hasta que salga? Es que es urgente… - sonrió forzado. Se estaba meando desde hacía un rato.
- ¿No te gusta estar conmigo, Naruto-kun? – preguntó en tono muy dulce mirándole con ojos tristes.
- No mujer, cómo va a ser eso… de verdad que me hago pis… - respondió incómodo.
- Podríamos … - Hinata tragó saliva – Salir fuera a tomar el aire y charlar un poco. ¿No tienes calor?
“¿Pero qué narices les pasa a las mujeres hoy? “ Pensó alucinado “¿Hinata pidiéndome que me quede a solas con ella?”.
- Mira….cuando salga del baño hablamos, ¿eh?
- Oohhh no te vayas… - protestó intentando abrazarle por el cuello. Tan torpe estaba que tropezó y cayó sobre él. Naruto la sostuvo como pudo intentando no tocarla en ningún lugar inadecuado, pero igualmente al girarse sintió cómo Sakura lo fulminaba con la mirada. “Estoy muerto” pensaba intentando quitársela de encima a toda prisa. Neji que no perdía ocasión le ayudó a sentarla.- Oye Hinata, ¿te encuentras mal? Estás más pálida que de costumbre.
- La verdad es que estoy bastante mareada…
- Estás sudando, deberías refrescarte.
- Sí…Y le dieron un vaso de limonada tras otro. La muchacha cada vez se sentía peor, pero no quería marcharse a casa.
- Sakura, ¿podrías echarle un vistazo? – le pidió Kiba preocupado – De verdad que está actuando de manera muy extraña. Habla raro y se queda medio dormida en la silla…
La pelirrosa cogió a la involuntaria borrachita de la muñeca para tomarle el pulso y apoyó la mano en su frente comprobando si tenía fiebre. Hinata la miró esforzándose en enfocar y cuando reconoció a quien tenía delante de repente se enfadó. Giró la cara indignada y se soltó de un manotazo. No quería tener cerca a Sakura.
“¿Y a ésta qué mosca le ha picado?” se preguntó la pelirrosa levantando una ceja.
- Me encuentdo… pedfedtabente… Déjame en pazd fdentona… - balbuceó mientras se le caía la cabeza para un lado.
- ¡Pues ahí te quedas! ¡Será posible la tía encima de que intento ayudarla! – y se largó cabreada. No obstante, al cabo de un rato, como médico se sentía mal por no atenderla y fue a buscar a Ino, que bailaba delante de Shikamaru y le cogía de la mano intentando que el chico hiciera lo mismo.
- Ino, yo bailo muy mal - le decía observándola mientras ella se movía – no me hagas esto…
- ¡Eres un soso!
- Pues búscate a otro más divertido – la desafió con media sonrisa – la fiesta está llena de gente.
- No quiero bailar con otro y lo sabes… - susurró Ino con mirada traviesa y acercándose más a él.
- Siento interrumpir – carraspeó Sakura – pero necesito que vengas a ver a Hinata un momento – dijo agarrándola por el brazo y llevándosela a rastras.
- ¿¡Pero qué haces!?¡Suéltame! Si ya lo tenía a tiro… - pataleaba la rubia por el camino.
- Lo siento,….es que Hinata no está bien y no me deja verla… Chequéala tú anda…Aunque a regañadientes, al final lo hizo.
“Joder, menudo pelotazo se ha agarrado la mosquita muerta” pensó al examinarla. “Esto no es normal”
- Hinata, ¿te has tomando alguna pastilla hoy?
- Pada da adedgia …
“Mierda, pues qué suerte” maldijo la rubia para sus adentros “¿¿cómo iba a saber yo que se medicaba si nunca cuenta nada…??”
- ¿Qué le ocurre, Ino? –preguntó Neji.
- Estoooo….tiene…¡una reacción alégica!
- ¿Tiene una reacción alérgica a las pastillas para la alergia? – se extrañó Kiba
- ¡Pero bueno! – gritó la rubia haciéndose la indignada - ¿quién es el médico aquí? ¿Acaso dudais de mi criterio?
- No, no, no…claro que no…. Pero ¿se va a poner bien?
- Sí…aunque tardará un poco. –Respondió. La verdad que se sentía un poco culpable - Dadle algo de comer y que beba solo agua. Y sacadla al balcón, que le dé el aire un rato…Kiba y Neji sujetaron a Hinata cada uno por un hombro y la arrastraron por la habitación. Con tanta gente era difícil no tropezar, y aunque iban con cuidado, al final Neji chocó con alguien que estaba de espaldas y fueron todos a parar al suelo.
- ¡Sumimasen!
El pisoteado se giró muy lentamente. Probablemente estaba más borracho que Hinata.
- ¡Lee!je,je…¡Lo siento! – se disculpó Neji empezando a levantarse.
- ¿Lo shientesh…? – dijo tambaleándose. Parecía que estaba enfadado y que no se enteraba de nada al mismo tiempo. - ¡Esto no … no puede quedar ashí…! – dijo señalándolos con un dedo vacilante. - ¡Nadie pisha a la beshtia de Konoha!¡Hic!
- No es para tanto Lee… – medió Kiba.
- Ah…tú también eshtásh contra mí…. Ya veo….
- Que no hombre, que no…cálmate
- ¡Eshstoy calmado! ¡Muuuuuuuy calmado!¡Hic! – y sin avisar le lanzó un gancho que lo levantó del suelo.
- ¡¡Lee! ¡¿¿Te has vuelto loco o qué?? – gritó Neji alucinado. Inmediatamente se llevó otra hostia. Kiba se levantó de un salto y te tiró sobre el cejudo.
- ¡Tarado de los c…! – gruñó levantando un puño. Lee le agarró por la camiseta y con una pierna lo lanzó por los aires hasta caer sobre la ventana. El estrépito de cristales rotos soprendió a todo el mundo.
- ¿Qué narices pasa ahí? – preguntó Naruto acercándose.
Ino vio la escena y se quedó blanca del susto. “Mierda, Lee…” pensó echándose las manos a la cabeza ”¡¡No me acordaba de Lee!!”.
Varias personas intentaron detener al mono borracho pero salieron volando una detrás de otra, aterrizando sobre diversos elementos del mobiliario. Naruto miraba estupefacto el salón hecho pedazos. – Mi casa…mi casa…
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(NaruSaku) Jugando con Fuego (+18)
FanfictionBien este historia sera como un cuento erotico corto. Eva2.0