8-.Icha-Icha... & Mas Allá

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-¡No quiero! –chilló Hinata negándose a quitarse el sujetador - ¡No pienso hacerlo!
-¡Hemos perdido por tu culpa, idiota! – le gritaba Ino a su vez - ¡por supuesto que vas a hacerlo!¡Como todas las demás!
Ten-Ten y Sakura se miraban incómodas. A Ino también se le había subido la bebida a la cabeza y se estaba poniendo un poco agresiva. Los chicos observaban en silencio la escena sin decidirse a intervenir.
-Ino, no le grites….- habló Sakura finalmente para apacigüarla – ¿No ves que tiene los nervios deshechos? - dijo señalando a Hinata, que temblaba como una hoja.
-¡Ha jugado porque ha querido! – vociferaba la rubia – Aunque mejor nos habría venido que se hubiera retirado…ahora no tendríamos este problema. – bufó, olvidándose de que ella misma era quien había insistido para que la Hyuga jugara aquella ronda. – Hemos perdido y hay que pagar prenda, le guste o no.
-Eso…eso es cierto Hinata. – dijo Sakura en tono amable acercándose a ella. - ¿Crees que a mí no me da vergüenza? – sonrió tratando de tranquilizarla – A mí también me cuesta…pero tampoco es tan terrible…solo hay que quitarse la ropa.
Hinata miró recelosa a Sakura pero no dijo nada. Después echó una ojeada furtiva a los chicos. Neji seguía con la misma expresión seria.
-¿Vas a hacerlo? – le preguntó Kiba sintiendo una punzada de culpabilidad. Quería que lo hiciera.
-Si a ella le resulta tan violento preferiría no obligarla... - respondió Neji.
-Han perdido. – Objetó Shikamaru fríamente. – No es que quiera verla pasarlo mal, pero es lo justo. Ellas no hubieran tenido reparos en desnudarnos a nosotros.
Neji asintió ante la evidencia.
-Que decida el árbitro… - propuso.
Sai no lo dudó mucho.
-Las reglas son claras y deben cumplirlas todos los participantes. La ronda acaba cuando se paga la prenda. Después se podrá marchar.

Neji se acercó a Hinata.

-Lo siento. – dijo suavemente. Se colocó a su espalda, desabrochando el bikini sin más. Bajó los tirantes y giró a la chica para colocarla de frente a él. Hinata estaba llorando sin hacer ningún ruido. Neji deslizó el sujetador hacia abajo, hasta que cayó en sus manos. Miró sus enormes pechos desnudos durante unos segundos y luego miró a los demás.
-¿Suficiente? – preguntó.
Los chicos asintieron afirmativamente, y Neji ayudó a Hinata a volverse a colocar aquella prenda y el resto de su ropa.
-Vamos – dijo. – Te acompaño a casa.
La puerta se cerró tras ellos dejando a todos sumidos en un inquieto silencio.
-Creo que voy a necesitar otro trago antes de hacer esto….- dijo finalmente Sakura mientras se sentaba en el suelo.
-Y yo… - contestó Ten-Ten.
-No os pongáis tan serias chicas…- replicó Ino sentándose junto a ellas y llenándoles el vaso. – Con lo bien que lo estábamos pasando... Y todavía podemos ganar.
-Eso ya lo veremos. – dijo Shikamaru cogiéndola de una mano y obligándola a levantarse delicadamente. – Por el momento quiero cobrar mi premio – susurró en su oído mientras sus manos recorrían su espalda. Ino sonrió sintiendo un escalofrío y rodeó el cuello de él con sus brazos.
-¿Te ayudo a quitármelo? – murmuró lascivamente.
-Prefiero hacerlo yo…

Kiba también cogió de la mano a Ten-Ten y se alejaron un poco del resto. Comenzó a acariciar sus hombros y al poco dejó caer un tirante…y luego el otro.

Sakura seguía sentada en el suelo al estilo japonés cuando vio acercarse a Naruto, que se sentó a su lado mirándola sin decir palabra. Con el dorso de la mano el rubio acarició un instante la piel fina de su cuello, y luego se deslizó por su hombro sujetando el tirante entre los dedos. Ella no se terminaba de creer que aquello estuviera pasando, pero no estaba nerviosa. De hecho, el roce de Naruto le resultaba muy incitante. Quizás fuera por el sake, pero se sentía como en una nube, igual que cuando le había dado el masaje en la playa esa mañana. Él se aproximó más a su espalda para soltar el corchete, y segundos después Sakura estaba en top less, cubriéndose el pecho con los brazos cruzados. Naruto se colocó frente a ella, y con aspecto solemne, la sujetó con suavidad por ambas manos, haciendo que abriera los brazos lentamente y quedaran al descubierto sus sonrosados pezones, que el muchacho miraba fascinado. La pelirrosa notó cómo se le erizaba la piel de todo el cuerpo y de pronto se sintió indefensa frente a él.

(NaruSaku) Jugando con Fuego (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora