Mi Chica de Hierro

5. Gracias Por Volver

Pasaron los meses y no volví a ver a Brinch, como si se la hubiese tragado la tierra, mi gran amor desapareció y ni siquiera contestaba mis mensajes; comencé a bajar mucho de calificaciones, en si me desanime en todo, mi novia me había abandonado, ella no era humana y tal vez jamás sabría que era como tal; un día me decidí ir a la biblioteca para leer acerca de los extraterrestres, se decía que ellos eran conocidos con tantos nombres, hombres hormiga, atlantes, dioses o más; se hacían pasar por hombres como el rey Pacal, quetzalcoatl y otros.
Al acabar de leer esto supe que de nada me serviría investigar, Brinch jamás volvería a mi.
Cuando salí de la biblioteca apareció el hombre de ojos y cabello café y me dijo:

#:_ la humanidad se aferra a vivir por algo que mi padre les dio demasiado, no entiendo por qué se los dio.

A lo que le pregunté, ¿a qué?

Con una voz tenue dijo:

#:_ al amor muchacho, lamentablemente todo se acabará, me retiro porque debo ver unas cosas, por cierto ¡mi nombre es Gost!

Cuando dijo eso deduje algo, el era igual que mi novia y toda su familia, pues era extraña la forma en que hablaban, miraban y hacían.
Ahora entendía que si existían los seres de otros mundos, pero nadie me creería, sería un secreto que me llevaría a la tumba.

Al comenzar el mes de diciembre en una noche fría y helada me senté en una silla que se encontraba en mi azotea, me la pasaba viendo el cielo y las estrellas, tenía una pequeña esperanza de que mi gran amor vendría a mis brazos, mi corazón anhelaba estar cerca de ella.
De repente escuché un susurro que dijo:

BRINCH:_ siempre he estado junto a ti aunque no puedas mirarme, yo te miro y te cuido.

Supe que era Brinch y comencé a sonreír, ese susurro iluminó mi noche; dormí tan bien que no perdí la fe en que mi novia volvería a estar conmigo, de pronto empezó a haber mucho más frío de lo normal y no sabía por qué.
A la mañana siguiente cuando menos lo espere pude ver en el cielo una gran diferencia, todo estaba cambiando muy drásticamente, un gran viento comenzó a invadir toda la ciudad haciendo que todas las personas se refugiaran y se resguardaran en su hogar al igual que los animales; toda era muy confuso e ilógico porque podía verse un cambio de color en el cielo entre rojo y anaranjado, se supone que el aire no puede verse, pero esta vez se mostraba como si fuera un negro tenue; tenia tanto miedo ya que comenzaba a ver cosas que no podía explicarme y me puse a imaginar que tal vez tenía que ver esto con Brinch.

Al día siguiente en la mañana aproximadamente a las 6:00 am salió en la televisión que teníamos que permanecer en nuestras casas, que hasta ahora ningún científico ni meteorólogo podía explicar tales fenómenos.
Mis padres estaban muy asustados que no querían ni salir al patio, así que me atreví a ir afuera para mirar que sucedía, no había ninguna nube, ninguna ave que volara cerca y el aire estaba muy helado, entonces algo llegó a mi mente, pues esto no era ningún fenómeno común conocido en la historia de la humanidad, podía ser que la tierra sufriera un cambio que terminaría por destruirla ó solo a la vida.
Haber conocido a Brinch tenía que ver con todo lo que sucedía, pero todo esto tenia que descubrirlo a como diera lugar

El 5 de diciembre sucedió otro acontecimiento, se decía en la televisión que mucha gente hablaba de ver a ángeles volando en varias partes del planeta, en Israel, Perú, México y Egipto; en realidad supuse que lo que decían era cierto, pero no eran exactamente lo que decían, parecía que eran extraterrestres o alguien cercano a Brinch, pero nada de eso me interesaba, solo quería que regresara Brinch y nada más.

Al paso de unos días, el 10 de diciembre se perdió toda señal posible en toda la República, parecía que los celulares estuvieran muertos, me empecé a sentir desesperado y salí a la calle sin que mis padres se dieran cuenta, vi alrededor y todo estaba hecho un desastre, los metales se hallaban a un punto crítico de oxidación y los edificios se desmoronaban, ya casi no se veían animales en las calles; todo era tan triste que no pude evitar que mis ojos derrocharan algunas lágrimas, el mundo que conocí ya estaba desapareciendo.
Un momento triste, deseaba con toda mi alma que Brinch estuviera conmigo, su amor me hacía tanta falta, si no la tenía cerca, en cualquier momento perdería la razón y posiblemente enloqueceria.
En eso no se si fue casualidad pero pude ver a lo lejos a mi novia, corrí inmediatamente a abrazarla, ella con una sonrisa tan tierna me pidió disculpas por no haberme dicho antes quien era; a mi no me importó tanto y no deje de abrazarla.
Sus lágrimas salieron de sus ojos verdes y acarició mi rostro, demostrando todo el inmenso amor que me tenía y al parecer ella estaba aquí conmigo por algún motivo aparte de nuestro amor, pues ella sabía que estaba sucediendo con la tierra y con todo.