×Perdón si los "—" se ven más cortos en el celular se ponen así, sad.
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—Tengo mucha sed—. Normalmente cuando estaba aburrida me poseía una gran necesidad de tomar sangre ¿no les pasa?. Doy vueltas en mi silla para luego parar y hablarle, telepaticamente, a mi hermano—.¿Colton me traes un poco de sangre?
—Tienes piernas y súper velocidad Sky. ¿Qué te cuesta?
Suspire. Para los humanos que tomaría unos cuantos segundos bajar, yo en un abrir y cerrar de ojos ya estaba en la cocina.
Gracias a los demonios por esta super habilidad.
—Solo quería que me alcanzaras sangre, no un maldito lobo. ¿Donde está tu mellizo? —pregunté ya bebiendo de mi bolsa de sangre.
—Está encerrado en su cuarto, estudiando —. Rueda los ojos.
—¡Cierto! también tengo que estudiar.
Los exámenes estaban comenzando y eso significa estudiar las veinticuatro horas del día. Bueno, no tan exageradamente pero sí.
Carter baja dando minis saltitos por los escalones —. Callate, Colton.
—¡Si no dije nada!
Carter y Colton son muy diferentes, hablo del hecho de que sus personalidades son muy distintas.
Carter es un poco más serio y estudioso y bueno Colton es lo contrario.
—No los entiendo. ¿Por qué no hipnotizan al profesor y ya? —continua hablando Colton.
—Se llama ser humano, Colton. Tienes que adaptarte a ellos, si no quieres salir herido. Ya sabes como es la sociedad, ven algo distinto a ellos y eso les genera rechazo. Entonces te atacan no solo psicológicamente, también físicamente. En nuestro caso nos podrían ¡exterminar! pero claro los matariamos antes —. Hablo el otro mellizo sacando del refrigerador una de las cuantas bolsas que se encontraban en el fondo de este.
Colton ladeó la cabeza —. Sabías palabras bro, bien, iré a estudiar.
El mellizo se paro de su lugar y subió las escaleras animadamenta —. ¡Wow, Carter! eso fue genial, bueno como sea también iré a estudiar.
—Skylynn —. Llamó mi papá entrando a la sala, aparentaba ser un hombre serio pero todos en la casa sabíamos que no era así.
—¿Sí? Y no me digas Skylynn, solo Sky. Es más lindo.
Me dedico una sonrisa para continuar hablando—. Tú y tus hermanos suban arriba y no bajen. ¿De acuerdo?
—Bien —. Carter y yo asentimos, no era necesario informarle a Colton seguramente abra escuchado.
—Pero...¿por qué?
La curiosidad me mataba por dentro.
—Tengo negocios por resolver —. Respondió sin vueltas. Lo mire y parece que comprendió lo que le estaba por preguntar—. Tu madre esta por llegar, Sky.
Asentí, me di la vuelta y subo las escaleras con Colton detras. ¿Qué tramaran estos señores ahora?
—Sky ¿me prestas tu libro de ciencias? necesito ver si tiene la información que busco.
—Sí, esta en mi mochila—. digo mientras tecleó en mi computadora wattpad, quería leer algo antes de comenzar a estudiar.
•¿Qué quieren?• Pregunta la voz de un hombre X. Me llevo un mechón detrás de la oreja para oír mejor y Carter deja de buscar en mi mochila.
•Vender la casa y mudarnos a Nueva Orleans• Contesta papá.
¿qué? ¡Esto es más shock que la muerte de Jack en Estrellas brillantes!
Carter estaba en shock.
—¿Vender l-la c-casa? —Suena tonto pero estaba tartamudeando de lo confundido que estaba.
—No, no, no —. Respondí a Carter mientras comienzo a bajar las escaleras a una velocidad normal, puede ser un humano el que esta con mis padres.
—Hija llama a tus hermanos —. Estos ya venían bajando.
El hombre saluda y se retira de la sala. —¿Vender la casa? ¿Qué mierda? —pregunta Colton.
—Sí, chicos, lo estuvimos pensado por meses—. Hablo mamá.
—Pero ¿por qué? —pregunte ahora yo.
— Pensamos que sería bueno comenzar de cero, es gran oportunidad para ustedes y a demás...Nueva Orleans es hermoso y habitan algunos vampiros allí podrán estar con seres iguales a nosotros.
Con mis hermanos nos miramos. Esto no estaba en mis planes, creo que en el de ninguno de los tres.
—Nuevas personas, nueva casa, nueva vida. Suena bien —. Hablo Colton. Oh no, Colton.
—Suena bien —. Carter continúa.
—Nos vamos en dos días —.Hablo papá—vayan despidiéndose de sus amigos.
—No tenemos—. Respondemos los tres. Suele ser raro decir que no tenemos amigos pero es mejor así, solo éramos nosotros tres.
Además nadie se me acercaba, gracias a Adam Morgan...—¡Sin Adam, suena bien! —grite y todos me quedaron mirando.
Carter le quito importancia a lo que dije y procedió a hablar—. Si tendríamos amigos humanos, estarían muertos a los segundos. A veces no nos resistimos.
—Esta bien, mejor, no quería ver lagrimas. Entonces ¡empaquen! —. Dice papá.
—¿Ya nos anotaron en algún instituto? —pregunta Carter.
