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  —No hay nada que digas que me haga cambiar de opinión.—Le dije a Jaxon quien se encontraba sentado en el borde de su cama con los brazos cruzados. La expresión de su cara me daba a entender de que estaba poco contento.

  —Sabes que voy a suspender todas, ¿verdad?—Dijo el. 

Rodé los ojos.—Te he dicho que me importa tres mierdas si haces o no algo en el colegio, lo que quiero es que estés con ella. 

  — ¡Pero es que tampoco voy a hacer eso!—Gritó eufórico.—¿Has visto lo fea que es la hermana de tu novia?

Me acerqué peligrosamente a él. Lo apunté con mi dedo y susurré:—No es mi novia. Su hermana no es fea y tu no eres hermoso. 

Salí de la habitación dando un portazo para que Jaxon se pensara mejor las cosas antes de volver a darme un no como respuesta. Iba caminando por el pasillo pensando en todo lo que debía hacer para el trabajo antes de pasar por Daddy's Club a despedir a un par de empleadas cuando vi por el rabillo del ojo como Chanel se quedaba en sujetador frente al espejo. 

Mi respiración se entrecortó y mi pulso se aceleró de tal manera que lo único que quería era entrar a su habitación y hacerla mía. Lo que mi corazón me pedía era follarla duro contra la pared antes de que la oportunidad se cayera hasta quedar en el suelo para ser pisada como las hojas de otoño de los árboles. Pero mi mente me decía que mis prioridades eran otras y que no debía hacerle caso a mi corazón. 

¿Quien ganaba siempre?¿El diablo o el ángel? A la mierda el diablo y el ángel, voy a hacer lo que creo que es mejor y sin duda viendo a Chanel, lo mejor es entrar allí y enseñarle que debe cerrar la puerta cuando se cambia. 

Mis pasos eran silenciosos y sin hacer ruido cerré la puerta. Chanel no se asustó pero sí se sorprendió cuando me vio por el espejo. Se giró rápidamente y como si la conexión fuese mutua, se tiró a mis brazos buscando mi boca desesperadamente. Enrollé mis brazos en su cintura y la tiré contra la cama .

Era su forma de pedirme sexo. 

Karen's POV

  Me sudaban las manos de tal manera que no podía pensar en otra cosa que no fuera en besarle la boca. Su expresión de aburrimiento me excitaba también, todo él me excitaba y no había forma de controlar esto que estaba sintiendo. 

  —¿Cuál era tu nombre?—Preguntó por quinta vez. 

  —Karen.—Respondí. El asintió mientras maldecia por el gol que le habían metido en la play.—¿Tan difícil de recordar es? 

Él no contestó por lo cual supuse que era el momento de irme de ahí y dejarlo solo con su juego de Fifa porque no tenia ganas de hablar. Me pare de la silla en la que estaba sentada y mientras daba pasos lentos esperando alguna señal por parte de él para que me quedara sentí gemidos de la habitación de al lado.

Jaxon se rió y yo me quedé pasmada al imaginarme a mi hermana al otro lado. 

  —Nosotros también podemos probar.—Sugirió él. Lo miré y abrí los ojos. 

Esto había pasado de estar frío a estar caliente solo en unos segundos. 

— ¿Probar? —Dije entendiendo a que se referia pero él era el típico chico de pocas palabras y tenía que hacer algo para que me hablara más de una sola palabra cada hora. 

Jaxon apagó la play y se paró mirándome fijamente.—¿Eres virgen? 

  Mi corazón de detuvo por un momento y en lo único que podía pensar era en que debía contestar a eso. ¿Que quería él con esa pregunta? Hice un movimiento con mi hombros que él no supo interpretar pero sonrió y me cogió de la mano para llevarme a su cuarto de baño. 

Daddy's club j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora