Daddy's club j.b

010

Justin's POV

Bebí de mi whisky impaciente. No podía creer que algo como esto me estuviera pasando a mi, nunca había hecho nada para merecerme esto.

Nunca había cometido errores y ahora el placer y la lujuria me habían llevado al borde del abismo. Suspiré y bebí otro trago de mi bebida mientras mi dedo hacia un ritmo contra el reposa brazos del sillón.

Miré por la ventana, el día estaba nublado, se aproximaba una tormenta, pensé. Una tormenta...Me hizo gracia ya que no creía que fuese posible que hubiera peor tormenta que la que estaba ocurriendo en mi vida ahora mismo. Cerré los ojos y me di cuenta que todo estaba calmado por la casa. Lo que se disponía a ser un viaje de placer, acabo siendo una sorpresa para toda mi familia. Negué con la cabeza y apreté el vaso en mi mano, ¿cómo había sido tan idiota?

Además de que ahora tenía que asumir el riesgo, debía tomar decisiones, como por ejemplo, casarme con Chanel. Juré que nunca ninguna mujer me haría caer en sus redes pero al final ha pasado, así que nunca digas nunca Justin.

—Señor Bieber.—Habló alguien detrás de mi. No me giré, ni siquiera me sobresalté. Sabía a lo que iba a escuchar.—Ha dado positivo. ¿Quiere otra copa?

—¿Qué si quiero otra copa?—Me giré lentamente. Apreté el vaso y lo estrellé contra la pared.—Quiero morir, ¿puede hacer que eso pase?

Mónica negó con la cabeza y se acercó a recoger los restos del vaso en el suelo. Una alfombra cara, pensé. No solo tendría que comprar una sino dos alfombras, porque como si fuera poco, tendría un hijo dentro de nueve meses y era mejor que me hiciera a la idea. Miré a Mónica y di pasos largos hasta llegar a la escalera para ir hacia Chanel.

Entre a la habitación con una sonrisa.—Estarás contenta.—Le dije.

—¿Justin?

—Me has cazado como una profesional. Pero no pienses por un segundo que será amor y rosas.

—Justin, estoy tan sorprendida como tú pero no tienes porque tomarlo a la ligera.—Me dijo.

—Vale, así que estás embarazada pero no tengo que tomarme eso a la ligera. Entendido.—Susurré.—Si tan solo no hubieras estado esperandome, nada hubiera sucedido. Pero no, tú y tus servicios.—Grité.

Chanel, quien estaba de pie, retrocedió hasta sentarse en el borde de la cama. Se toco la barriga, me dieron náuseas. Luego de unos segundos me miró;—Puedes quedarte con todo, no te voy a pedir absolutamente nada.

—¿Me intentas hacer una broma en esta situación? Eres increíble.—Bufé moviendo mis brazos. No tenía ningún descaro, pensé.

—Piensa lo que quieras, haz lo que quieras.—Dijo poniéndose de pie.—Mi hermana y yo hasta aquí hemos llegado.

Cogió la maleta del armario y empezó a sacar ropa. Intenté calmarme antes de ir hasta ella para no perder los estribos.

—Chanel suelta eso.—Ordené. Ella me miró de arriba abajo. ¿Quien se creía que era la sirvienta está? Pensé.—Chanel....

Esperé y lo único que obtuve fue más ropa fuera del armario, bien.
Comencé a quitarme la ropa, vi como se detenía por un momento y me miraba. Iba a intentar hacer las cosas bien, otra vez. Me quedé totalmente desnudo y la cogí del brazo.

—¡Justin!

—Calla.

—Gritaré.

—¿Desde cuando hay miedo en esta relación?—Le pregunté mientras comenzaba a quitarle la ropa también. Chanel se quedó en estado rígido hasta que por fin comenzó a resistirse, mierda.