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Justin's POV

—Justin, tienes visitas. —Dijo la voz de mi secretaria al otro lado de la línea. El teléfono de mi oficina parecía un objeto insignificante al lado del iPhone que tenia justo a su lado.

—No quiero visitas. —Dije siguiendo en mi trabajo. Me molesto que el teléfono emitiera ese sonido para avisarme que mi secretaria pensaba seguir hablando. ¿Quién se cree para si quiera seguir respirando después de que dijera que no? Mire el teléfono esperando algo y la voz de Chanel lleno mis oídos haciendo que me revolviera nervioso en mi asiento.

Solo hacia 1 mes desde la última vez que la vi. Parecía una eternidad pero en realidad sentía como si fuese sido ayer. No quería verla, aun tenía que pensar que hacer con respecto a ella. En mi mente pensaba que hacer mientras Chanel seguía hablando a través de ese maldito aparato. Era una idea tentadora la de que coger el aparato y lanzarlo contra la pared hasta que se haga pedazos y dejar de escuchar su maldita voz pero a la misma vez me intrigaba saber lo que tenía para decir.

—... ¿Me vas a dejar pasar si o no? —Dijo enfadada esta vez.

—Pasa.

El tiempo que tuve que esperar para verla cruzar el umbral fue eterno pero cuando sentí sus tacones golpear contra el suelo de madera de mi empresa me dio la señal de que no se había echado atrás, que iba a entrar aquí. Aquí, donde le había hecho tantas cosas perversas como eran posibles, donde habíamos compartido más momentos íntimos que en la cama. Me relaje cuando vi su aspecto neutro, sin intentos de provocaciones. ¿Me hubiera resistido a un coqueteo de su parte? Descarte la idea cuando no había una pizca de emoción en su voz.

—Esto será así de rápido como lo fue hace un mes. —Dijo parada frente a mí. —Estoy embarazada.

El aire abandono mis pulmones para esparcirse por el espacio entre Chanel y yo. Mis ojos se quedaron fijos en ese tapado de pelo gastado que llevaba puesto. Un bebe, un maldito bebe. Había caído en su trampa como un idiota, después de todo lo que había hecho para destrozar su vida y alejarla de la nuestra con Karen.

Karen, ¿se lo habría dicho ya? Le había prohibido ver a Chanel pero sabía lo que su cabeza dura podía hacer solo por desobedecerme. Cuando pensaba en Karen también pensaba en el hijo que llevaba dentro, un hijo mío. Ahora también era Chanel. Encontrarme en la misma situación que hace dos años me hacía erizar la piel, ¿Cómo había podido ser tan imbécil? Quiero sentirte, me había dicho y yo se la había metido sin condón como si se tratara de un juego. Supongo que me había quedado con la versión vieja de Chanel, la cual su corazón era dulce y no cabía ni una pizca de maldad en él.

Mi cuerpo estaba en tensión completamente y después de esto necesitaría unos buenos masajes con mi masajista. Trague saliva intentando aliviar esa sequedad que tenía mi boca desde que Chanel había pronunciado las benditas palabras.

— ¿Justin? —Oí que pregunto. —Tu reacción hace dos años fue más...normal.

— ¿Normal? Me acabas de decir que estas esperando un bebe, ¿sabes lo que paso la última vez que esperábamos un hijo?

—Tranquilo, será completamente diferente esta vez. —Dijo con una sonrisa, esta vez se sentó antes de hablar. Mis ojos empezaron a pesarme del cansancio que me había dado eta noticia. —Mira, hasta que cumpla 18 solo le pasas dinero al niño y Zayn hará de padre verdadero. Sé que no quieres cargar con ese peso de salir con el niño habitualmente, etc, etc.

— ¿Crees que dejare que ese idiota sea el padre de un hijo que tiene mi sangre?

— ¿Qué tiene de malo?

— ¡Es ridículo!

— ¿Entonces lo que quieres es ser un verdadero padre? Salir con tu hijo, llevarlo a tu casa, bañarlo, cocinarle, jugar con él, enseñarlo el bien y el mal, enseñarle que es lo mejor, ver películas aburridas...

— ¡No! —Grite poniéndome de pie. Chanel se sobresaltó por mi actitud pero rápidamente se acomodó en su asiento como si no hubiese pasado. Me sonrió para, ¿tranquilizarme? Esta mujer se había vuelto loca. Procese sus palabras mientras me giraba al gran ventanal que daba una vista espectacular de toda la ciudad de New York. Pensé en las posibilidades tenia, si Karen se enteraba se enojaría a tal punto que se iría con Chanel, lo que sería que se llevaría a mi hijo, a la vez si cargaba con el peso de un hijo de Chanel, tendría que hacer lo mismo con el hijo de Karen, lo que implicaba hacer de padre pero por dos. Luego estaba Zayn, quien podría ejercer de padre muy bien, mientras yo solo me encargo de uno con lo que estar con el respecta porque luego también tendría que darle dinero y dinero no es lo que me falta pero paciencia para estar con dos niños sí.

—Bien.

— ¿Bien?

—Sí, te pasare dinero.

—Eso es fantástico. —no la estaba viendo pero estaba imaginando su sonrisa. Creo que era la primera vez que Chanel ganaba algo de mi parte. Nada podía salir mal después de todo, yo le pasaría dinero y ella se mantendría alejada con ese niño. Esta vez no necesitaría matarlo, supongo. —También necesito donde vivir, mi apartamento no es apto para una embarazada.

— ¿Zayn?

—No me iré a vivir con él, no ahora. —Dice.

—Está bien, tendrás un apartamento. —Me doy la vuelta y apoyo las palmas de mis manos en la mesa de cristal de mi despacho. —Pero tienes que prometerme de que él se hará cargo Chanel, de que no vendrás un día a tocar a mi puerta y me dirás que tengo que hacer de padre.

—Justin, no te quiero como el padre de mi bebe. —Me aseguro. Mis temores empezaban a crecer cada vez más imaginándome a Chanel contándole todo a Karen o Karen contándole todo lo que habíamos hecho a Chanel. Se me erizo la piel una vez más desde que esta mujer había entrado a mi oficina. Necesitaba salir de aquí, dejar de verla. —Te mantendré informado supongo.

Asentí sin mirar como salía de mi despacho. Todo por lo que había luchado, todo lo que había hecho se estaba arruinando por un puto espermatozoide fecundado. Respire hondo y cogí mi móvil.

— ¿Cómo esta Jaxon?

—Está bien, responde correctamente a todo.

—No quiero que lo mediques constantemente.

—Sino lo médico y lo mantengo dormido lo sacaran, tiene un buen comportamiento cuando no está medicado.

Mire hacia el suelo pensando en lo que le estaba haciendo a mi propio hermano. Lo quería pero no podía dejar que arruinara todo abriendo la boca y daba que no razonaría si le dijera que se mantuviera callado. Joder, ¿desde cuándo hace lo que le digo?

—Vale, haz lo que tengas que hacer.

Corte la llamada y marque el numero de Karen pata asegurarme de que estaba todo bajo control y de que Chanel no se había arrepentido y había ido a contarle todo.

— ¡Le han dado ojos para cocinar!

Reí al escuchar su voz, estaba las 24 horas del día viendo ese ridículo programa de Master Chef.

—Podrías aprender y cocinarme algo supongo. —Le digo mientras me siento en mi escritorio.

—Supongo...—susurra. Sé que está concentrada en el programa. Seguimos hablando por veinte minutos y cuando cuelgo la llamada no espero ni un minuto para llamar a Marta, mi masajista. Necesitaba un masaje, y que fuese con final feliz.

Narrador omnisciente.

El coche de Zayn se detuvo a unas pocas cuadras de la empresa de Justin. Zayn diviso a Chanel por el cristal de pie en una esquina esperando a su llegada. Cuando vio el coche sonrió y saludo con la mano alegremente.

Una vez en el coche Zayn aguardaba sus palabras impacientes mientras ella se sentaba y se sacudía la poca nieve que le había caído en las plumas del saco.

—Ha dicho que sí. —Dijo por fin ella. Ambos se miraron y rieron a carcajadas durante todo el trayecto.

­—Nos merecemos un almuerzo.    

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⏰ Última actualización: Dec 20, 2017 ⏰

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