Un corazón invisible

El famoso partido donde cambiará mi vida...

CAPITULO 2 ♡

-Punto de vista de NATE:

Hoy es el día del  partido, día en el que he planeado conocer a la chica de mis sueños de la cual llevo un año queriéndola conocer, esperar que se enamore de mí --aunque claro es demasiado pedir lo primero es hablar, aunque sea un minuto con ella--.

Me pongo una  sudadera de nuestro instituto estampada con los colores de nuestro equipo de futbol americano, me llevo mi cámara de fotos haber si consigo alguna foto artística para añadirla a mi álbum o presentar a algún concurso. Salgo de mi casa hacia el instituto, cojo mi moto y me voy hacia el campo.

Nada más llegar la veo, madre mía la españolita es una diosa; con su pelo moreno y ojos verdes que al mirarlos, hasta de lejos te hipnotizan, luego si me viene vestida con su uniforme de capitana de las cheerleaders que le sienta como un guante sobretodo esa falda que a los tíos los ponen contentos; está entrenando con su equipo de cheerleaders para el descanso del partido. Cojo el asiento más cercano que queda pero tampoco muy cercano no quiero que piense que la sigo o que ni siquiera llegue a pensarlo, saco mi cámara y hago fotos al paisaje que casualmente es muy bonito, el cielo esta azul con un rastro que ha dejado un avión que parte el cielo en dos piezas. El campo es muy grande hay muchas gradas y los jugadores ya han salido a calentar, de fondo veo que en banquillo están colocando las mochilas, toallas y unas bolsas de nachos. Me levanto de golpe porque me acabo de acordar que tengo un hambre que me muero, me encamino hacia un puestecillo donde venden nachos, compro unos nachos tan contento “Por fin voy a comer algo y encima me ha salido barato, ahora haber si se me ocurren unas fotos para estos nachos porque vaya pinta que tienen”

-¡Natee!

¿Acabo de oír que alguien me llama desde el puestecillo?, me giro y para mi sorpresa ¡es ELLA!

Bianca sabe mi nombre ¿desde cuándo? No me lo puedo creer, me giro hacia el puestecillo. Me agacho a por mí mochila y antes de que me pueda ir ella me coge un nacho.

-¡Hey!, ¿desde cuando coges comida de extraños?

-¿Extraños? Pero si llevamos años viéndonos otra cosa es que no te des cuenta de que existo… Por cierto gracias por salvarme el culo el otro día en biología, que cabrón es el profesor ¡madre mía!

¿Cómo que no me he fijado en ella?, si quien intenta que se dé cuenta de que existo soy yo, pero parece que es muy buena actriz porque no notaba que ella me conocía creía que no era nadie para ella, pero ahora lo malo es que solo me recuerda porque la he salvado el culo, ¡qué bien!

-Bueno de nada y para lo que sea la próxima vez te volveré a salvar jajaja, mucha suerte hoy en el partido; espero que ganemos y sobretodo no te hagas mucho daño cuando empieces a dar esas vueltas que no sé cómo no te caes al suelo redonda.

-Si espero que ganemos y que tampoco me haga daño, aunque a lo mejor eres gafe y me pasa algo, ya me has preocupado- dice sonriendo Bianca, madre mía nunca he estado tan cerca de ella para ver esa sonrisa tan perfecta- bueno me voy yendo que está a punto de empezar el partido y encantada de hablar contigo, ¡adiós!

-Adiós y lo dicho suerte jajaja

Vuelvo hacia las gradas con una sonrisa que parezco tonto porque no me la puedo quitar. Veo que hay un sitio cerca del campo asi que me siento allí a ver el partido.

1h 30minutos más tarde…

-¡Wowowowowowowowowowo, asi se hace!- digo emocionado saltando en mi asiento por que acabamos de ganar el partido, ahora nos pueden decir que somos los mejores de la zona, mierda he tirado todos los nachos al suelo.