La cita "sorpresa" de cada mes

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CAPITULO 4 ♡

-Punto de vista de Bianca:

“What doesn't kill you makes you stronger

Stand a little taller

Doesn't mean I'm lonely when I'm alone

What doesn't kill you makes you a fighter

Footsteps even lighter

Doesn't mean I'm over cause you're gone”

-¡Ya voy, ya voy! –justo en ese momento cuelga la persona que me estuviese llamando, miro quien es. Veo que es John, le vuelvo a llamar y al segundo toque me lo coge.

-Bianca, ¿dónde estás?- me pregunta John un poco estresado por el tono en el que habla.  Me lleva esperando 15 minutos fuera de mi casa en su coche para llevarme al plan tan especial que lleva varias semanas pensando, es una sorpresa que me está haciendo. Esta idea viene desde hace ya mucho tiempo fue un día en el que hablando en un parque quedamos en que cada mes nos turnábamos para planear una cita “sorpresa” sin que el otro sepa donde ocurrirá esa cita. Asique para que mentiros, no tengo ni idea donde vamos a ir.

-Ya voy John me termino de maquillar y bajo, dame 4 minutos.

-Vaaaaaale amor, no sé cómo lo haces pero siempre me convences.

Salgo pitando hacia el baño me maquillo, preparo el bolso echando a dos manos el dinero en el monedero, una raya, un gloss, el móvil… sé que algo me estoy dejando pero ya me están volviendo a llamar asi que salgo pitando de mi casa encontrándome por medio con mi madre.

-¡Adiós mama!

-Adiós hija pásatelo muy bien, y ya sabes a las 11 en casa que te traiga John en su coche ¿eh? No vengas andando.

-Que sí mama que sí.

Nada más salir por la puerta veo a John con una cara de poco amigos pero que poco a poco se va dulcificando menos mal…

-¿Dónde estabas? Tienen razón las personas que dicen que las mujeres os tiráis años arreglándoos ¿eh?

-Joe no me tiro años solamente que me he quedado dormida leyendo un libro y como no lo tenía planeado me he despertado cuando faltaba cuarto de hora para que llegases, entonces no me daba tiempo a arreglarme y llegar a tiempo, lo siento –termino mi suplica dándole un beso de lo más pasional que he podido haber si de esta forma se le pasa el enfado.

-Anda, anda no me digas más excusas vámonos que llegamos tarde, eso si como es una sorpresa te voy a tener que tapar los ojos con una venda, ¿preparada?

-Siempre que tú lo estés.

Después de lo que parecían como una hora llegamos al lugar misterioso, menudo agobio que tengo metido en el cuerpo con tanta venda, la próxima cita que me toque organizar se lo voy a hacer pasar mal. También con lo curiosa que soy y lo poco que me gustan las sorpresas me están comiendo estas cosas por dentro. Noto que ha parado el coche, sale de él y se acerca a mi puerta, “que amable” pienso sarcásticamente porque con mi pastosidad seguro que me caigo de bocas al primer paso que dé.

-Ya hemos llegado, ahora te voy a quitar la venda. Espero que te guste lo que he pensado para nuestro día.

Me quita la venda como ha dicho y poco a poco se acostumbran mis ojos a la luz así poco a poco puedo ver perfectamente y lo que veo me sorprende ¡es el lugar donde nos conocimos la primera vez!

Hace 2 años y medio…

Fue el primer viernes que pasé aquí en USA, estaba con Casey la cual desde el principio fue la primera que me habló y estuvo conmigo acompañándome; estábamos cenando en este restaurante italiano y nada más terminar de pagar salimos por la puerta pero antes de poder salir me pego un buen porrazo con John, y me caigo de culo. Él se quedó mirándome de arriba abajo con una cara estupefacta, Casey que  estaba detrás de él me echa la mirada del tigre.

Un corazón invisibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora