Capitulo 5- Harley Quinn.

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Marqué el número de Jace y esperé a que descolgara el teléfono.

Ring, Ring, Ring

-¿Si?

-Emmm hola Jace, soy Melody, la chica de la casa de...

-Oh si, ¡Melody!- respondió, por la forma en la que hablaba me lo imaginaba sonriendo.

-Ehh, te llamo para preguntarte si vas a estar en el Stan's Sports Bar, el 836 de River Ave.

-Si, pues estoy allí ahora mismo,¿por qué?

-¿No es obvio? Voy a ir, no tengo nada mejor que hacer duh- dije como si fuera lo más obvio del mundo entero.

-Oye... Eres consciente de que es el Bronx, ¿verdad?, ¿Sabes lo que les hacen aquí a las niñas de tu edad?

-Lo primero es que se que voy a ir al Bronx, lo segundo, es que no soy una niña, tengo 21 años, y lo tercero... Iugh que asco- respondí haciendo una mueca de desagrado.

-Bueno, eres ruda chica, creo que nos vas a caer bien.

-Espera...¿Caer?, ¿Hay alguien más?

-Pues claro que sí preciosa, si vas a venir te recomiendo que te traigas algo con lo que pegar, aunque no creo que tengas un bate de béisbol ni siquiera a si que lleva contigo una sartén o algo así, he oído que de un golpe te deja inconsciente en el suelo, en fin, te espero aquí- no me dejó ni replicar el hecho de que yo si tenía un bate de béisbol, ni de que fui capitana en el equipo del instituto porque colgó.

-Mierda, no me ha dado tiempo a preguntarle en qué parada de bus hay que bajar- pensé en voz alta- bah para eso esta internet.

Necesitaba entrar en casa para coger mi bate, pero si entraba no iba a poder salir sin que nadie me preguntase si no me había ido al centro comercial o para que llevaba el bate.

<<Cuélate por la ventana de tu cuarto, tampoco está tan alejada de suelo y no es que no lo hayas hecho en la antigua casa en Miami para ir a fiestas>>

Joder conciencia no te había dicho que te calla... ¡Pues claro! Soy un genio, me colaré por la ventana de mi habitación, si no recuerdo mal la deje abierta y...

<<¡Oye! ¡Esa era MÍ idea!>>

No conciencia, es NUESTRA idea, pero ahora que lo pienso bien, estamos peleando sin sentido, las dos somos la misma entonces si decimos MÍ, es de las dos porque somos una.

<<¿Sabes qué? Tienes razón, hoy te dejo tener el protagonismo por un ratito>>

Dejame seguir contando mi historia si eres tan amable, gracias.

Escalé la verja de hierro y pasé la pierna izquierda hacia el otro lado de esta, ya tenía la pierna derecha levantada para pasarla hacia el otro lado y después saltar, pero justo en ese momento mi teléfono sonó con el politono de llamada entrante, como lo tenía en modo vibración, al sonar se movía y me hacía cosquillas en la tripa, intenté sacar el móvil del bolsillo delantero de la camiseta para responder y dejar de reirme, pero al tener un brazo y una pierna levantados me caí de la valla, 3 metros hacia abajo... De culo, lo bueno es que había aterrizado en césped y aunque parezca que no, amortiguó la caída.

-¡Mierda mi culo!- me quejé susurrando para que no me oyera nadie.

Me levanté del suelo y me sacudí los vaqueros porque tendrían que estar llenos de hierba y de tierra después de haberme revolcado por el suelo, aunque técnicamente no me he revolcado a si que me caído y me he manchado.

Nunca Entres Al Bronx ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora