Parte 2/2
En el capítulo anterior:
"Fui a abrirle la puerta al perro, ya que Zac la había cerrado con pestillo, pero había un problema...
No abría."
-No puede ser...- susurré.
Se oyeron ladridos al otro lado de la puerta.
-¿Pasa algo Melody?- preguntó Zac extrañado.
-Em..., ¿Como te digo yo esto? Nos hemos quedado encerrados- dije volviendo a intentar abrir el pestillo.
-No puede ser- dijo acercándose a la puerta, me retiré e intentó abrir la puerta, pero no abría.
-Zac, la estás atrancando más- avisé, pero no paraba de darle golpes a la puerta- ¡Zac, para!
Bufó y dejo en paz el pestillo, comenzó a caminar hacia la casa y se sentó en el borde.
-¿Qué hacemos ahora?- preguntó.
-¿Tienes el móvil aquí?- pregunté esperanzada.
-No, ¿y tú?
-Genial- bufé- ¿crees que te preguntaría por el tuyo si tuviera el mio aquí? Me lo deje abajo al ir a comer algo- me acerqué a la silla del escritorio, la giré y me senté.
-Bien... Pensemos- habló.
-No hay nada que hacer- repliqué- a no ser que quieras hacer señales de humo, cosa que no creo que te apetezca mucho.
-Algo tiene que haber...- susurró.
-No, nada- negué.
-¿No puedes ser optimista?, ¿aun que sea un ratito?
-No, deberías saberlo- rodé los ojos- ¿a donde fue papá?
-Ni idea, solo se que dijo que tenía que hacer unos recados.
-Perfecto- dije irónicamente.
{...}
Eran las 9 de la noche y papá no había vuelto todavía.
Estábamos hambrientos, sobre todo yo que no había comido.
-No trajiste la bolsita de Nutella, ¿verdad?
-No, la deje en la cocina. ¿Tu no tienes nada para comer?
-No, absolutamente nada.
-Que raro...- pensó
-Que me guste comer no significa que lo esté haciendo todo el tiempo -bufé- espera... yo tenía una barrita de chocolate por aquí- dije mirando a mi alrededor.
Busqué en el cajón de mi mesilla de estudio y la encontré.
-¡La tengo!- grité alzando la supuesta barrita al aire.
Fui a abrirla, pero ya estaba abierta y comida. Eso pasa por comer mucho y por dejar los envoltorios en un cajón.
-Ah...¿Zac?
-¿Si?
-Esto... no está.
-¿Cómo que... No está?- preguntó remarcando mas las palabras no y está.
-Que no está, no hay nada.
Oí como respiraba hondo.
-¿Y que hacemos ahora?- preguntó de morros.
-Hay dos opciones, o salir por la ventana, o quedarnos aquí.
-¿Salir por la ventana?-preguntó frustrado - ¿cómo vamos a salir por la ventana?
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Nunca Entres Al Bronx ©
Teen FictionMelody Bloom, una chica de Miami, Florida, a la que le han hecho daño por culpa del amor, tendrá que mudarse a Manhattan, a la parte más cercana al Bronx, pero lo que ella no sabe es que su vida dará un giro de 360 grados al conocer a Adam Lewis, un...