Capítulo 20- El pincho y la Habitación Sin Luz.

61 11 0
                                    

Anteriormente en Nunca Entres Al Bonx:

"-No vamos a encontrar nada, Adam. Estoy empezando a pensar que ni si quiera hay una sala de cámaras- dijo rindiéndose mientras se apoyaba en una pared.

-Dyl...- pero no pude terminar la frase cuando alguien me llamó al teléfono. Miré la pantalla, era Melody.

Noté como palidecí, estaba nervioso, mis manos empezaron a temblar y a sudar.

Dylan al verme en ese estado, se acercó a mí.

-¿Quién es?- preguntó extrañado.

-Es... Melody."

-¿Qué?- preguntó confundido.

-Melody- le repetí susurrando.

Cogí la llamada al tercer timbrazo y le puse el altavoz.

-¿Melody?- dije incrédulo.

-Soy yo- dijo mientras lloraba.

Nunca la había visto llorar.

-¿Estás bien?- la pregunté, pero no hubo respuesta- ¡Hey, Melody!- seguía sin responder- ¿Melody, sigues ahí?

Al otro lado de la línea, solo se escuchaban sollozos.

-Sí, lo siento- se disculpó.

-¿Sabes dónde puedes estar?, ¿ves algo que pueda marcar la diferencia?- pregunté, necesitaba saberlo lo antes posible.

-No, las ventanas están tapadas, pero hay muchas puertas y pasillos aquí, tiene pinta de ser un bloque entero de pisos abandonado, pero no estoy del todo segura- habló entrecortadamente.

-Bien, ¿algo más?- le pregunté, no quería presionarla, pero con tan poca información, no iba a conseguir nada.

-Está mi padre aquí- susurró- está... Aquí.

-¿Tu padre?- pregunté confundido- iremos a rescataros, no te preocupes- la intenté animar.

-No..., Mi padre, es el que me tiene aquí retenida, es quien me tiene encerrada. Ayúdame Adam- susurró eso último.

-Hey, no llores- la intenté volver a consolar- te sacaremos de ahí, no te va a pasar nada. Prueba a destapar las ventanas, a ver si ves algo.

-Está bien- murmuró.

Oí como se movía.

-Estoy en una fábrica abandonada, en un polígono o algo por el estilo, que también parece abandonado. Y a juzgar por el tiempo que pasé despierta en el camino hasta aquí, tiene que ser una zona cercana al hospital, o por lo menos no debería estar muy lejos- informó, eso me alegró un poco, puede que estuviera en algún polígono del Bronx o algo por el estilo.

En la otra línea, oí como rápidamente, una puerta se abría y como Melody aguantaba la respiración.

-¿Qué se supone que haces?- chilló la persona que acababa de entrar. Esa voz... Me sonaba demasiado, pero no me venía a la cabeza de quién era- eso no se hace niña- continúo hablando.

La respiración de Melody cada vez se iba alejando más. Oí un golpe y después un chillido de Mel.

-Melody- chillé en medio de hospital, pero era demasiado tarde para que me escucharan al otro lado de la llamada, se había cortado.

Miré a Dylan, quien estaba igual que yo, pálido, tembloroso, y asustado. O eso es lo que se veía a simple vista.

De pronto, una enfermera se nos acercó y me tocó el hombro, a lo que yo respondí quitando bruscamente su mano.

Nunca Entres Al Bronx ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora