Capítulo 22- Liam y la carta.

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Liam en multimedia. ¡Disfruta de la lectura! <3

Anteriormente en Nunca Entres Al Bronx:

"-No es que no os crea, pero... ¿Tenéis pruebas?

-Sí- contestó esta vez Adam- todas las llamadas en mi teléfono se guardan- sacó su teléfono del bolsillo y buscó la grabación de audio- aquí estás- le habló al teléfono. Levantó la vista del dispositivo, nos miró a todos y suspirando pesadamente, volvió a mirar a la pantalla y pulsó el botón de play."

(...)

Después de haber oído la grabación de la llamada todos nos fuimos a nuestras casas, aunque si no fuese por mi hermana yo ya no la podría llamar así.

Me enteré de que Jace y Adam vivían juntos en la casa de los padres de Jace desde hace bastante tiempo, por razones que ninguno de los dos quisieron contar.

Y Dylan y Ashey vivían cada uno en la casa de sus padres.

Flashback.

Como echaba de menos su voz jodiéndome fuese a donde fuese, estuviese donde estuviese... Tenía que encontrarla.

La grabación terminó. No me había percatado de las lágrimas que caían por mis mejillas, ni de lo furioso que estaba hasta que exploté.

-¿Y ese mierdas se hace llamar padre?- troné en medio de la habitación- cuando le vea le voy a explotar un huevo y va a doler, oohh si va a doler. No me puedo creer que veintitrés los años de mi vida hayan sido una completa farsa. Voy a conseguir que le metan en la cárcel y que no vuelva a ver la luz del sol. A ver si con un poco de suerte los presos se lo comen.

-No te preocupes Zac- habló Ashley dándome ánimos- la vamos a encontrar.

-Creo que ya es hora de que se vayáis a vuestras casas chicos- nos sugirió una enfermera que acaba de entrar por la puerta- el paciente ya está en mejores condiciones, las pruebas dieron negativas, no hay contusión cerebral- informó refiriéndose a mí- además, las puertas se han vuelto a abrir y los policías se han ido.

-Y como no, Melody no estaba aquí- señaló Ashley hastiada.

-¿Cómo sabéis el nombre de la paciente?- indagó la enfermera.

Todos nos miramos entre nosotros menos Adam, quien estaba mirando a la enfermera de forma rencorosa.

¿Qué bicho le había picado ahora a este?

-Suposiciones- habló Dylan educadamente, dándole con esto, un toque más de credibilidad- las noticias vuelan- añadió.

-Está bien- dijo la enfermera- nadie ha encontrado a sus familiares, la policía quería hablar con ellos pero no han podido- se encogió de hombros.

-Una pena- susurré.

La enfermera me miró por primera vez- y eso que era el paciente. La sanidad cada vez está mejor- y puso una cara de preocupación.

-¿Está bien?- preguntó.

-Sí- dije de la forma más creíble posible- no te preocupes.

-Bien, como iba diciendo, ya te puedes ir a tu casa- nos sonrió y salió por la puerta.

-La señorita Marimandona- bufó- lo que me faltaba por ver.

-Adam, ya- le riñó Dylan.

Los demás nos miramos sin saber de qué estaban hablando.

Nunca Entres Al Bronx ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora