Mi Peor Enemigo

Capitulo 31

Un día antes del apocalipsis versión Anastachia

-Perdóname- Fue lo que me dijo.

tampoco es que le iba a perdonar tan fácilmente que me aya llamado una puta.

me empezó a besar. trate de alejarme de nuevo de él. pero no podía, su fuerza no me dejaba, empece a forcejar para que me soltara, el no se movió ni un centímetro y su lengua pedía entrar en mi boca. después de unos segundos me rendí y me deje llevar en ese beso. 

el beso se intensifico y su respiración se sentía mas fuerte, mas excitante. me levante y puse mis piernas al rededor de su cintura. y lo seguí besando.

Seguí sus besos, su mano estaba en mi culo, apretando tan fuerte que me excitaba.

No sentí cuando llegamos a la cama, pero estaba allí besándolo,
Poco a poco fue quitándome todo lo que tenia encima, me quede completamente desnuda ante el.

Mi cuerpo estaba nervioso y el lo sabia.

-Solo relajate- me dijo

Y eso trataba pero no podía mi corazón no podía aguantar mas, todas esas emisiones juntas.

Deseo, amor, lujuria, pasión, todos acumulados en mi cuerpo.

Cuando el poco a poco se empieza a desnudar, me siento mas nerviosa, mas deseosa.

Ahora esta completamente desnudo ante mi.

Su miembro grueso y grande. Choca contra mi pelvis.

Sus besos se intensifican. Agarra mis senos con la mano le da pequeños masajes.

Su pelvis empieza a moverse, de arriba a abajo me empiezo a excitar, pero sigo nerviosa.

Su mano derecha baja a mis nalgas y la izquierda mantiene su peso para no aplastarme, me besa como si el mundo no existiera como si no existiera nadie mas solo él y yo.

-te amo- sale en un susurro de su boca.

Siguió besándome no hacia nada mas sus brazos ya no tocaban nada de mi cuerpo.

Se separo de mi.

Estaba tan excitada, que no sabia que hacer.

Quería que siguiera pero no seguía.

-¿que pasa?- le pregunta a pesar de que se me cortaba la respiración.

-No puedo hacerlo- me dijo- no puedo quitarte tu inocencia, no ahorita, ando tomado, quiero hacerte el amor enteramente, sin una pizca de alcohol en mis venas.

Expulse todo el aire contenido.

-me excitas, pero no quiero hacerte daño, quiero que seas mía y así no puedo hacerte mía, no en mi estado, quiero hacer por primera vez en mi vida el amor con alguien- me dijo

Me senté y allí lo vi.

Tenia los ojos rojos quería llorar.

-me vestiré para dormir- fue lo que le dije

Agarre su camisa y me la puse, el agarro su bóxer y se lo puso.

-si te pediría que te cases conmigo lo harías?- me preguntó

Eso me dejó un poco en el aire

-¿me estas pudiendo matrimonio?- le dije estábamos frente a frente

-no tengo el anillo, pero dentro de unos días vas a ser mayor de edad y vas a ser lo que tu deseas- me dijo- y no se si deseas ser la Sra Buongiorni y dejar ese apellido que tienes.

Una sonrisa salio de mi boca

-El Borandy querido- le digo- es Italiano al igual que Buongiorni, así que no pierdo mucho

-ganas un excelente esposo- me dijo con una sonrisa en el rostro

-y una responsabilidad a corta edad- le dije

-estudiaras, y aras todo lo que desees, pero siendo mi esposa- me dijo.

Cerre por unos minutos mis ojos, ¿quería en verdad una vida de casada a tan corta edad?

Me aterraba pensar en mi futuro.

No era así que me lo imaginaba.

-Si- le dije

Abri los ojos y su sonrisa parecía un rayo de sol. Tan iluminada como sus ojos.

-te amo- me dijo.

Me abrazo tan placenteramente que no me resistí.

-vamos a dormir que mañana sera un día largo- me dijo

Y así nos acostamos abrazados.

Placenteramente

Me desperté porque alguien tocaba mi puerta muy fuerte, un brazo pesado estaba en mi barriga pegando mi espalda a un fuerte dorso.

Estaba apapachada dormida con Stephano.

-Despierta- le digo bajo haciéndole cariños en el brazo.

-mm- fue lo único que salió de su boca

-cariño me van a tumbar la puerta por favor despierta- le digo volteandome para verlo mejor

Le hice cariños en la cara

-despierta ya es hora de pararce- le volví a decir

Un fuerte sonido vino de la puerta y allí fue que los dos nos paramos y vimos de quien se trataba

-¿Papa?- fue lo único que me salio

Sus ojos eran tal cual unos huevos estrellados todos abiertos.

Y fue allí en donde me di cuentas que papá estaba mal interpretando todo, él quizás pensaba que entre Stephano y yo había pasado algo. Pero no fue así. Stephano se había parado.

El se detuvo, porque me amaba. Porque quería hacer las cosas bien.

Y era yo la prometida del bello Stephano Buongiorni.