The Beatlegirls 2

Acciones raras

Me quedé impactado y congelado al escuchar las palabras de George. ¿Se había vuelto loco? No, no, sus palabras sonaban tan convincentes que hasta a mí me daba miedo de tan sólo imaginarlo. Tuve que controlarme para no gritarle como una fiera.

—P...pero ¿Qué te hace aseverar eso?—cuestioné con miedo.

— ¡Es que todo concuerda!—gritó desesperado— Todo tiene sentido, es cierto lo que decimos. Es una telaraña, ellos sólo son los secuaces, los enemigos que forman una barricada que nos impide ver al verdadero culpable. Y es obvio que es John.

—Sigo sin entender—diji Ringo con los hombros alzados.

—No hay que ser genios para entender. Es obvio, tienen razón. John nos ha querido distraer mediante sus acciones raras, debo confesar algo que... Tal vez no les guste.

—Dilo—creía saberlo.

—John me ha estado coqueteando, a veces se me insinúa y es muy "romántico" conmigo, me toma de la mano, me habla en la madrugada, en fin...cosas que sin duda no hacia antes. Y ahora, que mágicamente, a McElfatrick le den ganas de secuestrar a nuestras mujeres pero sin ganas de quedarse con alguna de ellas. ¿No se les hace extraño? Y que de repente, Yoko se haya enamorado de James, hijo de Paul, es una muestra de que nos quiere afectar a nosotros dos. No dudo que Lennon este confabulado con Yoko, Linda y Roberto. Digo, tiene mucho dinero para ofrecerles.

Imposible, no...no, tenía que ser en plan joda, no quería creerlo. ¿John también coqueteaba con George? Es que... ¡Maldito! ¿Cómo pudo ser capaz de tenernos así a los dos? No quería creer que él fuera culpable o responsable, pero tampoco quería confrontar a George, y mucho menos si lucía tan seguro de sí.

—Eso no tiene sentido. John se peleó con Roberto y todo porque él insultó a Cynthia. ¿Crees que tendrían la suficiente paciencia como para soportarse uno al otro?

—Pero que casualidad que haya sido cuando estábamos todos. Además, les recuerdo que tenía que ir solo, ¿No? Digo, es algo jodidamente obvio. McElfatrick dijo eso para que John no se viera tan indiscreto al ir con Roberto, pero como no funcionó, por eso tenía que pelearse con él. ¡Mierda! Su pelea fue tan falsa, ¿Cómo de pronto le salió una fuerza sorprendente si sabemos que era un débil de primera? Una palabra: ¡Actuación!

— ¿Actuación?

—Actuación—afirmó.

Además de no querer confrontar a George por su enojo, tampoco quería hacerlo porque todo lo que decía tenía sentido y yo no quería caer ante ninguna tentación de mostrarme como gay al defender a John.

—George, creo que se te ha zafado un tornillo—dijo Ringo débilmente.

—No, no, ¡Es que tiene sentido!

— ¿Cómo qué sentido tendría que John quisiera ver a su esposa muerta? Además, recuerda qué estaban los dos juntos ¿Cómo pudo John dispararle, si él ya estaba en si casa?—cuestioné con sutileza, fue un gran argumento que no debía dejar pasar.

— ¡Es lo mismo, McCartney! Lo acabas de decir, solo hay un asesino, pero... ¡No es quién disparó el arma! Es todo... ¡Lo que hemos dicho!—gritó George ya ya se veía muy desesperado — El asesino intelectual tiene a otros que nos distraen: ¡Yoko, Angus, Linda y Roberto! Alguien que planeó todo desde un principio, ¿Ustedes se tragan el cuento de que John nunca peló a Yoko? ¡Yo no! Sin duda, eso es falso. John ofreció millones a ellos tres y estaría dispuesto a pagarle a más personas con tal de que nosotros y las otras Girls nunca descubrieran al asesino original. Pero es obvio y hay todas las razones del mundo por las cuales John quería ver la tumba de Cynthia Powell-Lennon, ¿¡Tengo que decirlas!? Mala madre, mala esposa, atea ¿No es más? Bueno, incluso me atrevo a decir, que lo hizo bajo las ordenes de Alfred Lennon, ese viejo siempre fue un interesado conservador tradicionalista de mierda, ¿No crees que tuvo el suficiente poder como para ordenar su hijo que se deshiciera de su mujer? Yo sí.