Lo más evidente.

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No tuve palabras para intentar reaccionar ante eso, me quedé con la boca abierta y Yoko solo fingía ser la víctima o la que si nada malo estuviera pasando.

—No me digas eso...

—Paul... ¿No has oído eso de "Para el amor no hay edad"?—cuestionó.

—Oh claro, claro que sí. ¡Pero eso se refiere a que una persona se puede enamorar a cualquier edad! No que una cuarentona salga con un joven... ¡Y mucho menos con mi hijo!

—Ay... vamos, por favor, si Jane no está en casa y a ella no le importa a su familia, ¿Por qué a ti si?

—Cállate... esas cosas no te imp...

Iba a seguir diciendo algo más, pero me quedé detenido un momento, mi mente intentó analizar una cuestión que apenas se me había formulado.

—Un momento, un momento, ¿Cómo sabes que Jane no está en casa?

Ella se quedó callada y con los ojos abiertos como una canica. Ustedes podrán decir, "Oh Paul, es obvio", pero ¡No! El asunto de McElfatrick era entre Beatles, Beatlegirls y ese tarado de Angus... ¡Ya no había nadie quién se comunicara con Linda o Yoko!

A menos qué...

—Papá—entró James a escena—, ya conoces a Yoko...

—. ¿Cómo no la voy a conocer?—cerré la puerta y no permití su entrada— ¿Estás loco?

—P-pero... tú dijiste que me permitirías...

—Escucha, escucha, olvida todo lo que te dije—moví mi mano negatoriamente— ¡No te voy a dejar estar con ella!

—P-pero... ¿Por qué no? ¡Qué te pasa!

—No, no soy yo jovencito—me enojé bastante que olvidé ser el padre detallado y humanitario que había prometido ser—, eres tú, tú eres el del problema. ¿Cómo se te ocurre semejante desfachatez y locura? ¡Es imposible!

—. ¡Para el amor no hay edad!—gritó furioso— ¡Yo puedo amar a quién sea!

Diciendo esto, James me empujó y fue a abrirle la puerta a Yoko, ella pasó lentamente y con la cabeza baja. Reconocía eso, por alguna extraña razón... sentía que eso ya había pasado antes, como si estuviera con personas importantes y alguien... en específico la trajera a este lugar, como si quisiera hacerse la víctima y sabe que es todo lo contrario.

—No pidas permiso, Yoko—James la tomó de la mano.

—Estás loco.

—Paul... ¡Olvida el pasado! Nunca te hice nada malo a ti.

—Pero a Jane sí... ¡James! Está mujer y otras personas estuvieron encargados de asesinar a tu madre... ¡Nunca podré perdonarla!

—No sé nada de eso, pero no me importa—dijo mi hijo y defendió a esa vieja mujer—, ¡No! Como si Jane Asher no hubiera hecho cosas malas.

—Me perjudico a mí, perjudico a ustedes... ¿Cómo no puede importarte?

—. ¡ABRÉ LOS OJOS, PAPÁ!—exclamó furioso— ¡Yo no tuve mamá! Ellos tampoco, ¿Olvidas las largas desveladas que te echabas por culpa de mi mamá? ¡A ella no le importaba nada, ¿Cómo carajos puedes defenderla después de tanto? ¿¿Cómo??

—La amo, no importa nada más.

—Bien... Paul—dijo Yoko y tomó la mano de mi hijo—, entonces... ¿Dónde está ella?

Yoko era tan buena actriz, fingía ser la víctima o la persona que no tenía nada de culpa, pero en el fondo, podía notar su sonrisa bien planificada y hecha. No hay duda, estaba fingiendo, preguntaba eso porque...

The Beatlegirls 2Where stories live. Discover now