The Beatlegirls 2

Confrontación

Por alguna extraña razón, no me deja dedicar ;u;

Pero la dedicación de hoy, es para @dianabananaslocas
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Toda la noche, nos la pasamos discutiendo sobre qué hacer o no. Nuestras teorías eran más locas que la anterior y decíamos sospechosos a lo estúpido. Me harté de tanta monotonía y dije algo muy precipitado.

— ¿Y si confrontamos a Angus?

— ¿Qué?—cuestionaron mis compañeros con sorpresa.

—Sí, podemos hacerlo. Decirle que ya es suficiente de tanta locura, yo puedo decirle todo eso.

— ¿Estás loco? ¡Angus no nos va a decir nada!—gritó John desesperado.

— ¿Por qué no? O por lo menos, para hacer una coalición con las Beatlegirls o algo así, no sé, ¡Pero debe funcionar de algo!

—De nada, Paul, mejor no digas nada—dijo Ringo decaído.

— ¡Bien!—me harté— No me apoyen sino quieren, pero creo que será mucho mejor que seguirnos quedando de brazos cruzados, diciendo puras tonterías, culpándonos a lo imbécil. No mis queridos amigos, ya me cansé. Así que si ustedes no van a decir nada, ¡Bien! Iré yo solo a hablar con McElfatrick, me puede dar mucho más, una explicación del porque las chicas se veían tan bien, ¡Quiero respuestas!

— ¡Nosotros también!—dijo George.

—Y tal vez...podríamos decirle nuestra desesperación y dolor que sentimos ante esto.

—Oh, claro... ¡Y que el Ego se le suba por los cielos!

—Paul tiene razón, no perdemos nada con hablar con McElfatrick, al contrario, podemos sacar información o algo así—John me apoyo.

—Creo que es cierto—George pensó detenidamente—, además... ya no somos los mismos perdedores de hace unos años, ahora sí tenemos más cabeza y cerebro para pensar en las cosas. Cualquier cosa que Angus nos diga, será de mucho provecho.

—Es lo que digo.

Los tres ya estábamos decididos y dispuestos. El único que hacía falta era Ringo, quién nos miraba con mucho desapruebo y sin ganas de aceptar, no tuvimos que convencerlo, él pudo deducir que era lo mejor.

—De acuerdo, vamos los cuatro a confrontar a Angus.

Fuimos tranquilamente, a pesar de lo que habíamos dicho antes, la verdad es que teníamos un miedo irreparable y sin poderlo quitar de nuestras mentes. Yo conducía, pero nos turnábamos, era tal nuestro miedo y nerviosismo que no nos atrevíamos a echarnos todo el camino rumbo a la residencia de Angus.

Finalmente, llegamos, nos sentíamos nerviosos y ellos se escudaron conmigo. Todo lo que digo es cierto, yo tuve la culpa, yo fui quién le habló a Angus desde un principio, era yo quién tenía que enfrentarlo.

— ¿Quién es?—preguntó una voz femenina, que no era ninguna de las Girls.

—Queremos ver a Angus—dije temeroso.

—En un momento le digo, ¿De parte de quién?

Tenía tantas ganas de decirle un sobre nombre, pero no, en estos momentos, no nos podemos dar el lujo de ser cobardes.

—Soy Paul McCartney...

—Y Ringo Starr—dirían sus nombres consecutivamente.

—George Harrison.

—John Lennon.

—Vale, en un momento les recibirá.

Estábamos muertos del miedo y la desesperanza, ¿Qué podía pasar? ¿Qué sería capaz de hacernos Angus? Apuesto a que nada bueno, de hecho, habíamos pensado que todo era mala idea y que era el momento perfecto para huir corriendo sin mirar atrás. Pero justo cuando íbamos a hacerlo... se abrió la puerta.