Capitulo 10.

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- Creo que estoy embarazada – dijo, mirándose  en el espejo

- ¿Y eso por qué? – pregunto Isabelle

- No, querida la pregunta es de quien – dijo Brady- o no es así, Maggie

- Ya, por qué no se callan y me ayudan – dijo

- Ayyy, ya por el amor de Dios – dije, tirando la revista que estaba leyendo – Maggie, creo que tienes muchas cosas que contarnos, para así resolver si estás o no embarazada – la mire – cuéntanos de una vez

- No... No creo que sea algo apropiado contar – dijo, mirándome

- Y por qué no – dijo Nora 

- Lo que pasa es que yo... – miro al piso

- No me digas – le corte – no me digas que es de uno de mis hermanos, porque si es así te juro que...

- No, no es de ninguno de ellos, Tara– me miro – tal vez sea de Simon, el chico de tu clase

Pude sentir como todos los ojos de aquella habitación se posaban en mi, en realidad no me dio celos  pero si algo de... No se, algo de ira. No dije más simplemente salí de ahí

- ¡hey! Tara, espera – dijo Maggie

- ¿Qué? – le dije con mi ceja izquierda levantada

- Yo no quería, Tara – la mire incrédula- simplemente me dijo que ustedes dos no tenían nada, y que tú no le interesaste, que solo fue para pasare rato

- ¿Y tú? ¿Tu amista conmigo solo es para pasar el rato?

- No, Tara tú no entiendes

- No, sabes que si, si entiendo – dije – entiendo, que para ti es más importante un hombre que tus amigas, espero que seas feliz. Eso es todo.

Salí  lo más pronto posible, me subí a mi auto y empecé a conducir lo más rápido posible. Hasta que llegue a casa. No tenía ira por lo que habían hecho ella es libre de acostarse con quien se le de la gana, pero por qué con Simon, por qué y más después de saber que salimos, de que tenía un gusto por el, pero ¿mi gusto será lo suficiente  como para tener algo con el? Pero si no lo sintiera no me hubiera dado ira ¿o sí?. Estaba dirigiéndome para mi cuarto cuando mi padre me llamo

- Tara, cariño – asomo en la cocina

- ¿Si? – respondí

- En la puerta hay unas cajas – dijo – me harías el favor de llevarlas a casa de Bod, es que se lo tenía desde hace tiempo y hasta ahora me acorde así que si puedes, o si quieres no... No hay problema

- No, papá, yo voy, simplemente dame la dirección ¿si?

Tome las cajas y las puse en la camioneta, conduje hasta la dirección que me dio mi papá mientras  sonaba, "Me & Mr Jones" cuando llegue a la casa, era una casa muy pintoresca, se veía que era acogedora y linda. Toque el timbre y espere a que abrieran. Cuando a puerta se abrió  salió un pequeño sin cabello, de  aproximadamente unos siete años, con unos ojos grandes y maravillosamente verdes, me dio la bienvenida con una sonrisa dispareja pero encantadora. Pude observar que tenía un cura en su mano.

- Hola – dijo – ¿que quieres?

- Hola – respondí con una sonrisa – ¿está Bod?

- Depende quien lo busque – dijo muy serio

- ¿Y eso por qué?

- ¿Sabes que? Olvídalo pasa, me caíste bien – me señaló un sillón- quédate ahí. Ya lo llamaré

Una chica MaddoxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora