Una chica Maddox

CAPITULO 23.

Como Daniel había dicho, toda la semana estuvo en mi trabajo le da uno que otro helado, siempre me contaba historias no sólo de su quimio si no que también cosas alegres una de ellas fue que un día en un parque se quedo atorado en el tobogán por culpa de su hermano.... Y ahí estaba su hermano, si quieren saber que ha pasado con el no me ha contestado todas las llamadas que le he hecho, le pregunto a Daniel por el, el pequeño me dice que está bien no ha salido de su cuarto y si sale es para no volver en toda la noche, ya era viernes por lo tanto ya entraba en cuenta regresiva para irme a Chicago en lo personal creo que eso era lo que más me hacía sentir triste saber que me tenía que irme otra vez de aquí
- sabias el animal oficial de Irlanda son los unicornios - me dijo Daniel mientras comía un helado - en lo personal a mí me encantan los unicornios ¿y a ti?
- si a mí me gustan, de hecho un día le pedí uno a mi padre de Navidad
- ¿y te lo regalo?
- no, debes de eso me dio un pegaso de peluche - mire el reloj y ya era hora de cerrar y no venían por Daniel - ¿te parece si te llevo a casa? - aquel pequeño dijo que si con la cabeza

Para cuando prendí el auto Daniel estaba cantando una canción de High School Musical y yo lo acompañe en ese canción... Fue un momento muy divertido ya le estaba tomando un cariño muy grande a Daniel también iba a hacer muy duro dejarlo aquí. Cuando íbamos a llegar a la casa de Daniel faltando unas cuantas casas Thomas llamó
- Tara, ¿dónde estás? - ese fue su saludo
- estoy dejando a Daniel en su casa ¿por qué? - estacione el carro enfrente de la casa de Daniel
- ya llegaron los resultados de los exámenes - sentí un vacío en mi estomago - y estaba mirando y no dice cuantas quimioterapias necesitas, dice que es indefinida - él no siguió hablando por qué yo ya sabía a qué lo que se refería, se podía decir que mi Cancer estaba lo suficientemente afectado como para detectar cuantas necesitaba - creo que es mejor vengas rápido
- si... Ya voy en camino - corte la llamada, abrace a Daniel lo más fuerte que podía y el como un buen niño inocente me abrazó igual
- ¿qué pasó? - me preguntó alejándose de mi un poco
- te voy a decir, la otra semana me voy a ir a Chicago por qué empezare las quimioterapias otra vez - pude ver su cara de preocupación - y no se saben cuántas son
- ven tenemos que entrar - dijo bajando del carro y dejando la puerta abierta - y te esconderé en mi sótano para que no te llevan y yo yo yo mismo te ayudaré a que te mejores yo lo haré, te lo prometo - amaba su inocencia y eso hizo sentirme peor
- Daniel, no se puede, sabes perfectamente que me tengo que ir
- NO - gritó - no, no dejaré que te lleven, eres mi amiga y no quiero que me dejes por favor no lo hagas - salí para abrazarlo, se sentía muy pequeño en mis brazos y lloraba al igual que yo - entremos, no te esconderé pero si quiero que te lleves algo.
Y así hicimos, cerré las dos puestas del auto y entramos a su casa en el camino pude ver el carro de Luke. Cuando entre al cuarto de Daniel él  sacó una caja que tenía algo parecido a un seguro y me entrego un pequeño juguete que está calvo y tenía una bata
- cuando entre al hospital - me explico - hacían entonces muñecos para los niños, se puede decir que se parece a mí, quiero que lo lleves en cada quimio que estés y que me llames para saber cómo estás
- Daniel, lo agradezco mucho, y cada vez que pueda te llamaré y nunca de los nunca te olvidare - le dije, abrazándolo de un momento a otro empecé a escuchar ruidos raros desde la habitación al lado de la de Daniel - ¿tu hermano está?
- si, eso parece - dijo - te acompañaré a la pueda
Antes de salir de la habitación de Daniel mi saco se enredó con uno de sus muñecos y eso causó que unos cuantos callaran así que los estaba colocando como estaban y escuche gemidos desde la habitan de Luke, la mujer con la que estaba gritaba su nombre como si no hubiera un mañana, antes de que me siguiera atormentando decidí irme de allí lo más rápido posible de hecho creo que ni me despedí de Daniel. Estando en la  comodidad de mi auto no hice más que llorar; llorar por todo, por irme, por mi Cancer, por papá, por mamá, por mis hermanos, por mis amigos... Por Luke. Lloraba tanto que ya me hacía falta el aire, mis pulmones dolían, así que tome aire y me seque las lágrimas iba a irme cuando estuviera un poco calmada pero vi que Luke salía de la casa y enseguida me fui.