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;Creatures of the Night;

Cerré los ojos, apoyando mi cabeza en la ventana del auto, mientras veía venir a la tormenta. El aleatorio de mi playlist había comenzado a reproducir una canción lenta. Y si, por supuesto, me sentía como en una tonta pelicula depresiva.

Hay mucho tránsito y estamos, literalmente, atrapados.

Mañana comenzaría el primer día del último año del instituto, debería sentirme triste o felíz, sin embargo un vacío se comenzaba a formar en mi corazón.

No tengo idea de lo que va a suceder ahora en adelante, no quiero separarme de mis amigos, no desde lo que tuve que pasar los últimos años.

No desde que ese recuerdo me persigue cada maldito día de mi vida.

Frustrada, me saque los auriculares y abrí la puerta del auto.

—Eva, dile a Kira que entre, por favor.—soltó la señora Yukimura antes de verme descender del vehículo.

Marqué el número de Stiles, al mismo tiempo que Kira se posaba a mi lado.

—¿Pudiste comunicarte con Scott?

Mi vista estaba fija en mis botas, mientras sujetaba el celular en mi oreja, rogando porque Stilinski contesté el maldito telefono.

No hay señal Eva, no seas idiota.

Giré a ver a Kira, que no había respondido mi pregunta, tenía la vista fijada en un punto.
En ese mismo instante, sentí una mirada sobre mi.

Dirigí mi vista hacía a lo que Kira observaba y me encontré con la mirada de un chico, que nos regaló al instante una sonrisa.

Sentí mis mejillas arder y por el rabillo del ojo vi a Kira dedicarle una sonrisa falsa.

—Tampoco tengo señal —el chico levantó su celular como prueba, sin dejar en ningún momento de sonreír.

Kira le sonrió sin mostrar los dientes y se adentró al auto de sus padres.

—Lo sé, el servicio apesta. — concordé con una sonrisa burlona.

El chico, que por cierto tenía unos lindos ojos, me dedicó una mirada coqueta.

Sentí mi cara arder y con prisa me metí al auto de los padres de Kira.

Dios, eso fue tan humillante.

—No nos hemos movido por 15 minutos. Llegaremos tarde. —se quejó Kira, llamando la atención de sus padres.

—Por mi no hay drama, estoy bien. —sonreí de manara angelical, ganándome una mala mirada por parte de mi amiga.

—¿Qué es esa cosa a la que van?—preguntó con interés la Sra. Yukimura.

—Es una reunión para estudiantes de último año.

—No deberíamos contarte nada. —espetó Kira.

La sra Yukimura volteó a ver a su esposo de manera interrogante.

—No me veas. Yo tampoco sé nada —se defendió el padre de mi amiga—. Parece que deben escribir algo...

—Suena a vandalismo. —acusó la madre de Kira.

—No es vandalismo. —soltamos Kira y yo a la vez.

Si supiera lo que en verdad es el vandalismo.

La señora Yukimura nos volteó a ver de manera burlona.

Hurricane ☆Theo Raeken☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora