Soy una bruja

Dos muertos un día

Era de noche y salí por la ventana y fui al mismo lugar donde había hallado a Mike y me recoste entre las flores y miré las estrellas.
-Los lobos te van a comer Sabes?-Me senté rápidamente y el se sentó junto a mi.
-Si claro-Reí y lo miré.
-Aquí si hay lobos! En serio!+Se acostó y en seguida me acosté junto a el.
-Pero estas aquí, yo también, no hay por que temer solo son lobos.-reí-Por que mi abuela dice que eres malo?-cambié el tema inmediatamente.
-Los canai y las brujas jamás se han llevado bien, pero creo que esta vez sera diferente, podremos ser amigos cierto?.
-Si!-Asentí y sonreí.
Pasamos toda la noche hablando acerca de musica películas y cientos de cosas más, todo para escapar de la realidad un momento. Estaba saliendo el sol y yo seguía con el hablando cuando mi abuela de pronto apareció y me tomo del brazo.
-Te dije que no te acercaras a este chico! Cierto?-Frunció el ceño.
-Abuela no! Es mi mejor amigo!
-No! No puede y no debe ser así-extendió las palmas de las manos y comenzó a hablar-Morte mosus anev sanguis igne uldua-Una flecha de la nada salió disparada contra su pecho, cayendo al suelo, la hemorragia comenzó a brotar, empuje a mi abuela a un lado y le grité.
-Eres un monstruo! Las cosas podían cambiar! Por que hiciste eso!?-Corrí al cuerpo de mike y puse mis manos sobré su pecho-Phasmatos venez sanguis mois nas ex veras sanguis sanguem venez veras mois-repetí varias veces intentando resucitarlo.
-Basta!-Dijo la abuela-Gastarás tu poder, puedes morir niña tonta!-me jaloneo del brazo.
-No abuela! Tu eres la causante de esto! El estaría vivo si no fuera por ti!-Me levanté cavé un hoyo en el suelo, puse su cuerpo dentro y tomé unas flores colocándolas entre sus frías manos y cerré sus párpados, lo miré y lo cubrí de tierra, terminando me fui a casa, tenía ganas de romper el cuello de esa mujer! Mató a uno de los pocos amigos que me quedaban. Entré a la casa y empaque mis maletas.
-A donde vas?-Dijo la abuela.
-A casa, lejos de ti!
-No puedes! Hay hombres malos, quieren matarte! Y a todas las brujas!-Me miro.
-Y que? Tu eres igual a ellos, mataste a Mike.
-No lo entiendes, era un canai-Me tomó entre sus brazos y apretó-Lo siento, no debí hacerlo-besó mi frente.
-Te quiero abuela, lamento haberte llamado Monstruo... -Ella seguía abrazando me cuando de pronto sus brazos comenzaron a soltarse, desplomándose contra el suelo, su boca tenía sangre y tenía una flecha atravesada en el pecho, justo a un lado de su corazón.
-Abuela?!-Comencé a llorar y agite su cuerpo-Despierta abuela! Puedo arreglar esto! Debo hacerlo!-no podía parar de llorar, cuando un hombre misterioso entró por el marco de la puerta.
-Ahora ella sufrió lo mismo que el Canai-Colocó su ballesta sobre el hombro.
-Quien eres?-Le dije furiosa respirando lentamente.
-Solo diré, corré, te daré la ventaja, te voy a cazar...