O2 |¿Estás embarazada?|

7.5K 696 474
                                    

Quise soltar un fuerte chillido. Quise morir allí mismo, tal vez de alguna hemorragia. También quise saltar sobre mi madre y abrazarla.

Pero no hice nada absolutamente nada, sólo me quedé allí parada, sintiendo mis mejillas cada vez más calientes.

Nunca en mi vida me había sentido tan avergonzada. Y es ahora donde no sabía que hacer, mi mente estaba de un color blanco, y sólo podía imaginarme al chico riéndose de mi desgracia femenina.

Mi mamá desde lejos me observó con sus ojos abiertos al máximo, noté como sus labios se movían, pero no escuché absolutamente nada, estaba en mi mundo, sintiéndome avergonzada.

—¿Estás bien? —preguntaron a mis espaldas, pero no pude responder—. ¿Por qué estás sangrando? ¿Te hiciste algún corte? Déjame ayudarte.

Cuando vi que se levantó del asiento y se acercó a mi, solté un gran chillido. Él asustado se detuvo y me observó con temor.

—No te acerques, por favor —murmuré.

—¿Te estás haciendo daño? —negué con mi cabeza—. Dime algo, por favor, me estás asustando.

Él tocó mi brazo, mi cuerpo se congeló por completo, estaba demasiado avergonzada.

Justo en ese instante mi madre llegó, y rápidamente separó al joven de mi. Ella se situó frente a él, y golpeó suavemente su pecho, dejando sus manos allí por unos segundos. Rodeé mis ojos, maldita pervertida.

—Tranquilo, muchacho. Ahora yo me haré cargo —le dijo, para luego voltear y entregarme una camisa, con rapidez la até a mi cintura.

Volteé, observando por unos segundos el rostro del chico, pero de inmediato baje mi mirada, cerrando con fuerza mis ojos.

Sentí la mirada de él sobre mi, pero aún así no subí mi mirada. Nunca en mi vida había sido tan humillada. Mi madre luego se reirá de mis desgracias y se los comentará a todos nuestros familiares. Así es mi madre.

Ella tomó mi brazo y me obligó a caminar. Ella me llevó hasta el baño, y de inmediato me senté en el inodoro, para luego tapar mi rostro con ambas manos y gritar.

—Nunca había visto una chica con tanta mala suerte —río mi madre, cruzando sus brazos sobre su pecho.

—Y soy tú hija, de alguien tuve que heredarlo —contesté, observándola con mi ceño fruncido.

—Y como te amo, iré a buscar a alguien que tenga algún protector —ella avisó, abriendo la puerta.

—Mamá, de las grandes, por favor —mordí mi labio, sintiendo nuevamente como mi rostro se tornaba rojo.

—Ruega a qué encuentre a alguien que tenga.

Ella cerró la puerta a sus espaldas, y en aquél momento quise llorar de la desesperación.

Perfecto, conozco a un chico, malditamente caliente, intento coquetear con él, sale asqueroso, ya que con mi vomito verbal a nadie conquisto, luego me entero que tiene una novia o alguna conquista, y para finalizar, mi período llega justo al frente de él.

¿Lo peor? Que él vio mi pantalón sucio. ¿Algo más humillante que aquello? No lo creo.

Llevo mis brazos hasta mi estómago y hago presión allí. Esto duele como los diez mil demonios.

Me sobresalté cuando golpearon suavemente la puerta, suspiré profundamente.

—¿Tan rápido los encontraste, mamá? —grité, sacando mi labio inferior.

Menstruation ~Alonso Villalpando~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora