Dormi en los brazos de Jack Frost

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Paso el tiempo. Eran las 10:00 de la noche y salimos del restaurante. Mire el cielo estrellado y la luna iluminada a su mitad. Caminamos hasta el auto y subimos con rumbo a mi casa, John me llevaría. Un largo recorrido, ahora eran las 11, llegamos frente a mi casa, donde John se detuvo y estaciono el auto. Nos bajamos y caminamos hasta la puerta.

-Mamá ya debe estar dormida –dije recargándome en la puerta

-Es mejor que ya regrese a casa –dijo John

-¿No saludaras a mama? –le pregunte extrañada

-No, -dijo –Se supone que nadie debería saber que estoy aquí, además no quisiera despertarla –

-Si, -dije –es lo mejor –

-Casi es nuestro cumpleaños –

-Casi cumplimos 17 –

-Y volveré ese día –me dijo –No podría faltar tu regalo de cumpleaños –

-Y el tuyo –le respondí

-Hasta entonces, hermanita –me dijo y se me acerco

Acaricio mi cabello, mi rebelde fleco de lado y lo coloco tras mi oreja dejando libre mi mejilla donde se acerco y deposito un beso. Después de eso lo abracé fuertemente pensando en lo que ocurriría después de no volver a verlo.

-Hasta entonces,… hermano –

El se separo y caminó hasta el auto, el cual encendió y después de una última mirada se fue. Suspire y mire la puerta de mi casa. Alcé el rostro mirando el cielo y jadié. Volví a bajar la mirada y saque las llaves de mi casa. Abrí la puerta y entre sigilosamente sorprendiéndome con lo que vi:… mi mamá estaba sentada en el sillón con la lámpara encendida… en realidad… estaba dormida, junto al teléfono, como… esperando a alguien. Por un momento me sentí muy mal por lo que hice, debí tan si quiera avisarle… pero mi orgullo me lo impidió.

Caminé unos pasos hacia la escalera, pero nuevamente la culpa me invadió y me hizo retroceder. Camine hasta donde estaba mi mamá, tome una manta que estaba doblada y se la puse, cubriéndola del frio.

Sin otra cosa más, camine hasta las escaleras y subí. Entre a mi habitación y vi mi computadora con un foco parpadeando. Deje mi mochila en el perchero y me acerque al tocador en donde me di cuenta de que me había quedado con los lentes que me dio John. Los tome en mis manos y los mire detenidamente… suspire… deje los lentes en el tocador y me di la vuelta caminando hasta mi laptop. Me incline un poco y mire que tenía un correo… decía “Correo desconocido”, lo abrí y me sorprendí al ver lo que decía:…

Eres una maldita zorra, te vi saliendo con mi primo, estúpida ¿Creíste que te saldrías con la tuya y arruinar mi preciosa vida? No, no lo hará, cariño y para asegurarme de eso te devolveré el pequeño favor… espero que lo disfrutes, zorra”

Justo abajo de este recado había un enlace de video. Lo abrí...sin poder creer lo que veía.

-“No te preocupes, tu amiguita no se enterara” –

- “Raquel, estoy en el trabajo” –

Era… un video al parecer gravado con una cámara de celular… estaba Raquel de espaldas… y frente a ella estaba… estaba…. Oh, no, no él.

-“Apuesto que ella no podría superarme en esto…” –

Entonces vi como Raquel se le acerco a Adonaí y comenzó a besarlo en los labios…

-No, no, no… -comencé anegar y a retroceder –Tu no Adonaí –sujete mi cabeza con fuerza -¡Tu no! –grite

-¿Janis? – Jack entro a mi habitación por la ventana o al menos solo lo vi de reojo…

-No, por favor, tu no…. –comencé a soltar lágrimas y a tambalearme

Jack se acerco a mi laptop y solo miro unos segundos del video antes de cerrar todo el programa.

--¡No! –Grite llorando y sujetando mi cabeza, sentí como si la tierra temblara -¿Por qué yo?... –

Mis piernas me temblaban, no podía mantenerme más de pie… estaba a punto de caer al suelo, cuando Jack me sujeto y me abrazo por la espalda.

-¿Por qué?... –dije nuevamente sollozando

-Tranquila –me dijo Jack sujetándome con fuerza

Ambos caímos al suelo, él con la espalda recargada en la pared y yo en él, mientras me abrazaba.

-¿Por qué yo?.... ¿Por qué él?... –decía apenas -¿Por qué me pasa esto a mi? –

-Tranquila, Jan… -me decía Jack –Todo paso ya,… todo pasó –

No sabía qué hacer, solo lágrimas brotaban de mis ojos al recordar cada segundo de ese video. Sentía los brazos fríos de Jack rodearme y estrecharme con fuerza… como si me protegiera.

-Nunca debí hacer nada… -dije con solo un susurro… el sueño me invadía –No sé qué debo hacer ahora –

-Nada es tu culpa –me dijo Jack –Tu no tienes nada de culpa –

-¿Por qué….? –Mis ojos comenzaban a cerrarse -¿Por qué haces esto?... –

-Por qué… -

No alcancé a escuchar lo que dijo, mis oídos me traicionaron y mis ojos se cerraron. Solo… dormí… me dormí en los brazos de Jack Frost.

…………................................................................…..

Al despertar, escuche la alarma del despertador sonar. Abrí mis ojos y una imagen borrosa se presento de un Angulo muy distinto al que acostumbro. Podía ver mi cama, mis muebles, mi tocador desde un ángulo extraño. Bostece y maldije el no alcanzar mi despertador desde aquí…. Entre en razón al comenzar a recordar lo de la noche anterior. Mire que una mano aun me sostenía. Trate de moverme y al instante esta también lo hizo al igual que alguien tras de mí.

-¿Estas bien? –me pregunto

Dude ante eso, encerio, después de anoche, no sabía si estaba bien o mal.

-Algo –fue mi respuesta

Me levante y camine hasta mi despertador el cual apague. Mire de nuevo a Jack el cual se estaba levantando.

-Nunca creí… que serias tú –le dije

-¿Qué seria quien? –me pregunto estirando los brazos

-La única persona… que después de tanto tiempo… -

-¿Te apoyaría? –me pregunto

Asentí.

-Me odias y lo sé, soy un fastidio y lo sé,… - me decía –Pero no estoy seguro de ser todo lo que antes pensabas de mi –

Comencé a arreglar mi cabello, ya que llevaba mi uniforme puesto no lo cambiaria.

-¿A qué te refieres? –le pregunte

-Dime algo,.. –Me comento acercándose – ¿Le dirás a tu mama del reporte? –

-Sabes que no hablo con mi mama desde hace… -

-Si tanto odias mi forma de ser… -me reto Jack –No seas como yo –

Esas palabras entraron hasta mí ser, encerio no sabía cómo podía hacer eso, sus palabras eran tan sinceras que nunca creí que vinieran de él.

-Tengo que irme –le dije y tome mi mochila

-No lo tomes por Jack Frost –me dijo –Si no como el concejo de un amigo –

No me detuve más y Salí de mi cuarto. Baje hasta la sala en donde estaba mi mamá levantada. Camine hasta la puerta y la abrí. Estaba dispuesta a salir cuando la culpa nuevamente me invadió y las palabras de Jack regresaron a mi mente. Gire mi rostro hacia mi madre y dije unas palabras...

-Lo siento –

Después cerré la puerta y me fui.

Jack Frost y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora