Jack Frost y yo

¿Quién eres?

Y que me quedo sin Internet y aprovechó para escribir mi ataque de imagination, hasta hoy me llegó la señal de los dioses

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Escuche como la puerta de mi casa se abrió. Yo estaba en la sala y Jack frente a mi, sentado en el sillón de enfrente mientras yo en una silla esperando que mi Mamá entrará por completo. Mis manos me temblaban, entonces Jack me miró y puso una de sus frías manos sobre la mía. Lo mire y él asintió.

Mi mamá entró y caminó hasta la sala, cuando la vi me levanté y me le acerqué. Tenía que decirle algo, disculparme por todo y no sólo decir "lo siento" como lo hice en la mañana. Ella me miró y sonrió al notar que yo no podía soltar una palabra. Lo último que sentí fueron sus brazos rodearme y estrecharme con ella. Solté una lágrima y la abracé fuertemente. Sentí como acarició mi cabello y yo hundi mi rostro en su hombro.

-Todo este tiempo... -dijo ella -y nunca pude apreciar que te pareces a mi y no a él... perdóname -

-Te quiero mamá -fueron las palabras que salieron de mi boca

Alcé mi rostro y miré a Jack en frente, me miraba con esos petrificantes ojos azules. Notaba conmoción en su mirada y sonreía, entonces susurre algo mudamente sólo para que leyera mis labios:... "gracias". El asintió.

Bueno, pasó la noche, tremenda noche, mi mamá y yo vimos unas películas y después se fue a la cama, yo hice lo mismo, bueno no exactamente me fui a la cama.

-¡...Y se estaba hundiendo! -decía Jack riendo

Solté una risita, me contaba algo gracioso que le pasó.

-¿Y que pasó? -pregunté -¿lo ayudaste? -

-Claro que no -me dijo y se me acercó para decirme algo en voz baja -el idiota respiraba bajo el agua -

Después de eso reímos los dos. Yo casi caigo hacia atrás por la risa pero el me jalo de la mano. Seguimos riendo.

-¿Que pasará? -preguntó

-Lo que tenga que pasar -dije y después recordé algo -oye... tengo que decirte algo... o más bien preguntarte -

-¿Que sucede? -me preguntó

-Cuando termine mi historia... -comencé -¿que pasará contigo? -

-Lo que te prometí -dijo el un poco Cerio -me iré y no te molestare más... -después se me acercó un poco y susurró -¿No era eso lo que querías? -

-Si, pero... -decía tratando de desviar la mirada

-¿Pero? -preguntó

Lo miré nuevamente y me acerqué a él. Él hizo lo mismo, estábamos tan cerca que hasta podía sentirse su frío aliento. Sentí como su mano fría sujetó la mía... eso me despertó a la realidad nuevamente.

-Nada -dije en voz baja y poco a poco me separe

Él se separó y miró a otro lado. Soltó un bufido. Tomó su bastón y se levantó, yo hice lo mismo.

-Mañana vas a la escuela, ¿no? -me dijo

-Si -le contesté

-Mejor duerme ya si quieres levantarte temprano y alcanzar el autobús - me dijo y se acercó a la ventana -voy a salir un rato -

-Si, claro -contesté

Entonces se fue volando, dejando un silencio un tanto incómodo en mi habitación, como si me importara lo que el hiciera. Me recoste en mi cama y rápidamente me dormí.