Prólogo

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1 mes atrás...

Me encontraba en Starbucks con mis amigas consolando a Stephany, a quién le había roto el corazón un estúpido para nada original.

"No eres tú, soy yo"

Vamos, ¿Quién puede seguir usando esa estúpida frase?
Si te está terminando es porque, claramente, el problema sos vos. Ya no sos lo suficiente atractiva, ya no sos tan divertida, ya no le haces sentir lo mismo, ya lo aburris, ya te pones pesada, ya hay otra, etcetera. Simplemente ya no le interesas, asi que sí, el problema definitivamente sos vos. Pero usan esa frase para hacerte sentir mejor.

"Nada está mal conmigo, él es el idiota." eso es lo que tratan que pensemos. Oh, pero les tengo novedades, idiotas de pitos cortos, la frase no logra el efecto que ustedes esperan. NO. LO. LOGRA.

No es la primera vez que tengo que estar consolando a una de mis amigas por culpa de un hombre que no vale para nada la pena. Ningún hombre vale la pena. Sin excepción. Todos, en algún momento, la cagan. Todos.

— Yo le rogué que no me dejara, le dije que lo podriamos solucionar... Pero no, el muy imbecil me cerró la puerta en la cara y me dijo que no lo busque más porque ya no estaba interesado. Que se meta su "eres una grandiosa chica, mereces algo mejor" en el culo. Oh, dios... ese tan hermoso culo... voy a extrañarlo tanto — dice Stephany, y con lo último se larga a llorar más.

¿Es en serio? Hago un gran esfuerzo para no rodar los ojos.

— Steph... Esto no te hace bien. Creo que deberias olvidarlo y superarlo. Es sólo un chico más. Hay mejores, creeme. — le digo lo más paciente que puedo. Quiero a matar a este hijo de puta. Me estoy perdiendo mi maratón de Gossip Girl. Mi jodida compañera de habitación la empezó sin mi. SIN MI. 

— No. Quiero que sufra. Quiero que sienta lo que estoy sintiendo en estos momentos. Que se sienta usado. Dios, quiero que le rompan el corazón de la manera más dolorosa posible. NECESITO que sufra. Por ser un estúpido insensible. Por ilusionarme.
— Dice Stephany con una mirada de rencor que hasta a mi me daria miedo.

— Bueno... Eso es bastante complicado. Dado que te terminó y al parecer ni siquiera siente remordimiento... — dice Jessica. Me olvidé de comentar que a ella no se le da muy bien consolar a las personas, ¿Tenes ganas de suicidarte? Jessica te va a dar el empujon para hacerlo cuando intente consolarte.

— Agg... no me lo recuerdes Jessica. No, no voy a hacer yo. Pero... Laura podria... — dice Stephany. De golpe siento 3 pares de ojos en mi.

Jessica, Stephany y Casey.

— ¡¿Pero qué mierda?!

— Laura, sos perfecta para esto. Odias a los hombres, no te va a costar no enamorarte de él, porque, dicho de paso, está prohibido hacerlo. Es cuestión de códigos — se encoge de hombros — Ademas... para él seria fácil enamorarse de vos... Por favoooor.... — termina Stephany poniendo su mejor cara de perrito abandonado.

— Definitivamente no.

— ¡Laura! Por favor, sos... — su mirada se desvia hacía la entrada — ay mierda, está acá... Laura por favor... que no te vea... hace esto por mi... Por favor... después hago lo que quieras. Por favor, por favor, por favor.

— No. Ademas... que necesidad tenés de darle una lección a ese... — me callo de repente al mirar a un hombre caliente como el infierno en la entrada — Oh Dios, ¿qué hace él aquí...?

— ¡De eso hablaba! Por favor, Laura, que no te vea. Ese es. — mueve disimuladamente la cabeza hacia el hombre al que yo estaba viendo.

Me tenés que estar jodiendo...

— ¿El es tu ex novio?

— Si... ¿Harías esto por mi?

¿Qué si aprovecharia la oportunidad de romperle el corazón a ese idiota? Por supuesto que si. Porque ese idiota era, nada más y nada menos, que Ross Lynch. El insensible mujeriego de Ross Lynch.

— De acuerdo. — dije sin dejar de mirar con odio a Ross. Él ni se dio cuenta. Estaba muy entretenido coqueteando con la cajera. Lo odio. Lo detesto.

— ¿En serio? Te amo tanto, Laura ¡Gracias!

— Si... lo que sea... Ya sé como hacerle pagar al imbecil...

Entonces empecé a recordar cosas de esa horrible noche y necesitaba urgente salir de alli.

— Chicas, las veo después. Me acordé que tenia que... Limpiar la bañera de mi pez... Si... Eso... — dije para después salir corriendo del lugar.

Por suerte ninguna me siguió, asi que pude caminar tranquila hacia una plaza y sentarme en un banco.

¿Limpiar la bañera de mi pez? Ni siquiera tengo uno. Dios, soy tan idiota.

Y hablando de idioteces... vinieron a mi mente imagenes de la noche en la que dejé de confiar en los hombres y los empecé a odiar.

— Ya puedes irte. Por favor, cierra la puerta cuando te vayas. Necesitas más práctica, por cierto. Bastante mal para ser una puta. — Dijo él antes de echarse a reir y negar con la cabeza.

Me sentia tan humillada. Pasó de ser la experiencia más hermosa a ser la cosa más traumatica que tuve que vivir.

Salí de su habitación llorando después de cerrar la puerta como la estúpida que era.

Sin darme cuenta ya me encontraba llorando. Había confiado en él. Estaba enamorada de él y lo único que hizo fue humillarme y romperme el corazón.

Me obligué a dejar de llorar y ya solo escuchaba pequeños sollozos.

— Esta vez Ross Lynch, el que va a terminar con un corazón roto en tu habitación seras vos. Lo juro. — me dije a mi misma antes de juntar fuerzas y volver a mi casa.

La maratón de Gossip Girl me esperaba al igual que el sonido del corazón de Ross Lynch rompiendose. Las iba a pagar por lo que le hizo mi amiga, y por lo que me hizo a mi. Lo juro.

Heartbreaker | Raura TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora