La vida de Yuri había mejorado notablemente desde que se fue a San Petersburgo, aparte de que logró entrar a muchas competencias muy importantes, logró olvidar todos esos malos momentos qué pasó en Moscú.
Aunque realmente no lo había logrado solo, sus amigos le habían ayudado mucho.
Y si, ahora Yuri tenía amigos, mucho más de los que él pensó alguna vez tener.
Cada uno de ellos tenía su chiste y le hacían muy feliz, pero había tres en especial que le ayudaron bastante, aún más que cualquier otro.
Una de ellos era Mila, quien desde hacía mucho tiempo estaba con el apoyándole, no dejándolo caer y eso era algo que él amaba de ella.
Los otros dos eran chicos, uno de ellos era el mismísimo Viktor Nikiforov y el otro Yuuri Katsuki, el Yuuri japonés.
Ahora Yuri había cambiado mucho, su actitud no era la misma a la de hace años, ahora era un joven amargado de dieciocho años, claro aún seguía viéndose como una bella y delicada dama.
En ese instante se encontraba en Barcelona, España, en donde participaría en el Grand Prix final.
Yuri se sentía orgulloso de sí mismo, después de tanto tiempo, trabajo y esfuerzo había logrado llegar a las finales.Mila estaba dentro de la habitación del hotel que compartía con Yuri, estaba muy preocupada por el mensaje que había recibido esa mañana.
"Nos vemos en Barcelona."
Y sí, eso le preocupaba porque Otabek era quien le había mandado el mensaje.
Ella nunca perdió el contacto con Otabek realmente, se hablaban una que otra vez por mensajes de texto, pero en el último año estos mensajes habían aumentado.
Otabek normalmente le preguntaba por Yuri y aunque ella sabía que no debía hacerlo, le contestaba a cada una de sus preguntas.
Mila levanto la vista de su celular en cuanto escucho a Yuri entrar al cuarto, este tenía una cara de fastidio, como las que normalmente solía poner cuando algo no le agradaba y sabía a ciencia cierta que lo que le agradaba tenerla de compañera de habitación, no tanto porque desde que llegaron allá Yuri se comportara como si no la soportase, sino que el pedía privacidad siempre y bueno, al tenerla a ella de compañera no tenía tanta privacidad.
Yuri dejó la maleta que traía en la mano a un lado de la puerta y miró directamente a Mila.
— Hay que salir, bruja.- Después de tanto tiempo Yuri le había puesto un apodo a Mila, Vieja bruja, aunque a veces le decía solamente vieja o bruja, también solía llamarla anciana.
— Está bien, salgamos a conocer Barcelona, hada rusa.-Y Mila sabía perfectamente que ese apodo sacaba de quicio a Yuri, pero también sabía que muy en el fondo a él le encantaba que le llamase así.Yuri se había separado de Mila en cuanto llegaron de regreso al hotel, se encontraba caminando por las calles de Barcelona y no le importaba mucho en donde se encontraba, ni que tan lejos del hotel estaba, solo quería alejarse de todo.
Después de ver las imágenes de Instagram no le entraban ganas de seguir en el hotel.
En las imágenes, se encontraba un rostro muy conocido por él, aquel que le atormentaba desde hacía tres años, Otabek, quien estaba ahí representando a Kazajistán.
Un grito logró sacarlo de sus pensamientos, volteo ligeramente su cabeza para ver de dónde había provenido el grito y se encontró con una de sus peores pesadillas.
Ahí estaba una de sus Yuri angels, la cuál ya había llamado a las demás, quienes llegaron corriendo.
Yuri ni siquiera lo pensó y salió corriendo hacia el lado opuesto a donde se encontraban las chicas, corrió todo lo que pudo hasta que encontró un lugar perfecto para esconderse.
Se metió detrás de un muro y agudizó su oído, pero lo único que pudo escuchar fue el sonido del motor de la moto que se estacionó frente a él.
Eso le puso los nervios de punta, no sabía si aquella persona que estaba montada en la moto era una de sus locas fanáticas o era solo una persona común y corriente que se había detenido a ver qué era lo que pasaba.
Pero estaba equivocado, el que estaba sobre la moto no era nadie más que el mismísimo Otabek Altin, el cual se había quitado el casco y le miraba de una manera muy extraña.
¿Cómo demonios había dado Otabek con su ubicación?
— No preguntes Yuri, solo súbete.- Yuri se iba a negar, realmente lo iba a hacer, pero no pudo y no fue porque sintiese lástima por Otabek ni nada de eso, sino porque las chicas lo habían encontrado y no quedaba otra opción más que subirse a la motocicleta junto a Otabek.
El viento y la adrenalina del momento causaron que Yuri se aferrará con todas sus fuerzas a Otabek, lo que ocasionó este respirara la loción que Otabek traía.
Y muy en el fondo eso le encantaba.Otabek se detuvo en un gran lugar parecido a un mirador, en donde se podía tener la vista perfecta para la puesta del sol, Yuri la miró encantado, olvidándose por un momento en donde estaba y con quién se encontraba, claro que solo fue un momento, al minuto de están hipnotizado con la puesta del sol se dio cuenta que estaba junto con Otabek.
— ¿Por qué me trajiste aquí y no me llevaste directamente al hotel?- la molestia de Yuri era notoria, el ceño fruncido lo decía todo.
Otabek suspiró pesadamente, no pensó que sería tan difícil el intentar hacer las paces con Yuri.
— Necesito hablar contigo y la única manera de hacerlo era secuestrándote.- La respuesta hizo que Yuri abriera los ojos como platos ¿secuestrarlo? ¿El kazajo lo tenía secuestrador y él no se había dado cuenta? Ahora entendía el por qué la loción de Otabek le tenía tan drogado.
— No pienso hablar contigo y ahora déjame ir o gritare que un kazajo violador me secuestró.- Otabek no pudo evitar el soltar una carcajada.
El rubio realmente creía que estaba secuestrado.
— Yuri, realmente no estas secuestrado ¿sabes? Y no te dejaré ir sin que me escuches.- Yuri bufo.
Se sentía demasiado estúpido al creerse la bromita que había hacho Otabek.
El rubio cruzo los brazos y con el ceño fruncido miro hacia otro lado, dando a entender que el no escucha día nada.
Otabek suspiró.
— Sé que lo que te hice es imperdonable, pero hay una buena explicación, y necesito que escuches la verdad de todo, yo no hubiese hecho nada voluntario, tenía a JJ sobre mí, obligándome a hacer todo aquello.- Otabek esperaba a que le creyera, porque era una parte de la verdad.
Yuri seguía a la defensiva, simularía no escucharlo, pensaría en cualquier otra cosa, así como en el Yuri japonés desnudo o cualquier otra cosa que le atrajera.
Pero claro, después razonó bien las palabras de otabek y alejo todo pensamiento morboso de su mente.
¿Otabek había sido presionado por JJ para hacerle todas esas cosas?
— ¿JJ te obligo?- La mirada que le dio Otabek le dio la respuesta a todo.
—Si aceptas venir al café conmigo te contaré todo lo qué pasó.- A Yuri no le quedó otra opción más que aceptar.
Necesitaba saber que le había hecho el maldito de JJ a Otabek.Yuri y Otabek se encontraban hablando tranquilamente después de que Otabek le contó todo por lo que pasó, ahora habían hecho las paces y se podría decir que habían vuelto a ser amigos.
Aunque Yuri aún no se confiaba demasiado, pues la última vez que Otabek prometió protegerlo fue uno de los que más le lastimo.
Pero aun así Yuri se sentía de una manera muy liberado, hasta se podía decir que se encontraba de muy buen humor y eso era gracias al Kazajo, por más que Yuri se lo negase.
Aunque toda esa felicidad se esfumó cuando los demás patinadores se unieron a ellos, ya que lo único que logró fue fastidiarle.
O bueno, tal vez no.♪( '▽`)♪( '▽`)♪( '▽`)
El Grand Prix final había pasado como Yuri se lo esperaba y él había ganado, se sentía muy orgulloso de sí mismo y de todo lo que había podido lograr en tan solo tras años, aún no podía creer que él, Yuri Plisetsky había ganado El Oro en el GPF.
Aunque debía aceptar que se sentía un poco mal por Viktor y el cerdo (ese era el apodo cariñoso que se había ganado el Yuuri japonés) quienes pospusieron su boda porque el cerdo no ganó oro, sino plata.
Otabek había corrido a abrazarle en cuanto lo vio, se sentía tan feliz por su hada rusa, estaba tan orgulloso de él.
Yuri se sorprendió un poco al sentir el cuerpo del Kazajo abrazándolo después de tanto tiempo, pero extrañamente se sentía como si estuviera en casa, así que le correspondió gustosamente.
El kazajo se alejó poco a poco de Yuri, hasta quedar con suficiente distancia para ver lo hermosos que eran sus ojos.
— Yuri, necesito que estés junto a mí siempre y si, es una propuesta.- Eso dejo shockeado al rubio.
Eran demasiadas emociones las que sentía, pero a estas no les hizo caso y decidió pensar con la cabeza antes que con el corazón.
Yuri también quería a otabek, pero todo eso era demasiado pronto, puede que de conocieran desde hacía algunos años, pero eso no cambiaba los hechos y lamentablemente a Yuri le tomaría un tiempo asimilarlo.
Yuri miro a Otabek, dándole a entender una respuesta equivocada al Kazajo.
— Otabek, esto es demasiado pronto, necesito un tiempo para poder asimilar bien todo esto, me gustas Otabek y eso no lo puedo negar, pero tampoco puedo aceptar una propuesta de alguien a quien necesito conocer aún más.- Otabek suspiro con algo de tristeza y asintió, el esperaría lo suficiente con tal de tener al rubio.Fin.~
¿Que tal todo? Jejej
No se decepcionen, aún falta el epilogo y unas cosas especiales que tengo bajo la manga.
Mxx
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Moneda. -Yuri x Otabek- [YuriOnIce]
FanfictionEn donde Yuri es un chico afeminado y sufre constantes burlas de sus compañeros. UNIVERSO ALTERNO.