The Return of the Princess

Capitulo 8

Los dos nos retamos con la mirada, ninguno cedía, en realidad ninguno quería ni tampoco lo iba a hacer.

-No te voy a permitir que llegues a mi casa a gritarme ni a faltarle el respeto a mis amigos - lo miro a los ojos seria.

- ¡Bien! ¡Lo siento! ¿Bien? - trata de tranquilizarse y se vuelve a sentar.

Enarque una ceja burlona y también en forma de pregunta, Dylan me mira y pone los ojos en blanco.

-Si, lo siento por todo, por ser un idiota, un imbécil y todos los insultos que te has pensados para mi, siento que lo que alguna vez empezó - iba a interrumpir pero no me dejo - déjame hablar; acabará así, desde hace mucho no había sentido nada igual - ya lo había sentido, interesante - quiero...quiero intentarlo de nuevo, sin nada que se interponga entre nosotros, ¿Quieres que te cuente toda mi vida? ¡Bien! ¡Lo haré! ¿Quieres el mundo entero? ¡Te lo doy! Pero por favor dame la ultima oportunidad de estar a tu lado, por favor...una nada más - lo mire atentamente, no dije nada, una presión horrible se instalo en mi pecho, no, no voy a ceder así como así.

-No, no creas que puedes llegar aquí, endulzarme el oído con palabras bonitas y con promesas vacías, bien dicen "no saben lo que tienen hasta que lo pierden" y eso mismo te paso a ti, no traigas palabras sin sentido, trae acciones justificadas y que valgan algo, no quiero que me digas toda tu vida si no vas a poder, aunque sea, tratar de "ganarme" de nuevo, cuando vea que eres capaz de al menos eso, ahí solo ahí me cuentas, solo si quieres, todos tenemos pasado y no a muchos nos gusta hablar de ello - los recuerdos se abren camino a mi presente sacando a relucir viejas pérdidas.

-Mía y yo somos los únicos hijos de sangre de todos nosotros, los demás son adoptados - habla Dylan después de unos segundos en silencio - teníamos otra hermana, Stella, era mayor que nosotros, por un año, nada más, pero...-su voz se quebró - algo...algo ocurrió y la perdimos, Mía lo tomo muy mal pero, creo, que lo pudo superar, aun no estoy seguro - lo miro sin entender.

-¿Para que me dices esto?

-Quiero que al menos sepas algo de mi pasado - se levanta y abandona el lugar sin decir mas.

Me deje caer en la silla y cerré los ojos cansada, ¿Por qué me pasa esto a mi?, ¿Por qué no simplemente todo desapareció? ¿Por qué llego Dylan a abrir viejas heridas? ¿Por qué no las dejo cerradas? Simplemente...él debió desaparecer de mi vida y dejar que siguiera mi camino sin que él estuviera entrometido.

Ahora Dylan me cuenta de su pasado, no quiero, me hace sentir en deuda, que le tengo que decir algo de mi pasado y no quiero, lo que traté de esconder para siempre esta corriendo peligro de que salga a la luz, no puedo dejar que eso pase, no debo.

Mía, me hizo abrir los ojos ¿Mala o buena idea? ¿Preferiría vivir como venia haciendo estos meses o recuperar lo que alguna vez tuve y perdí? Sinceramente no lo se, no se que hacer y eso es estresante.

Unos golpes en la puerta me sacan de mis pensamientos.

-Adelante - digo y entra Hanna con una caja en sus manos.

-Llego esto para ti - asentí aun poco aturdida por todo lo que paso.

-Gracias - le hice una seña para que se fuera y así lo hizo.

Ella sabe cuando y que hacer en cada momento, en este es mejor dejarme quieta.

Fruncí el ceño y abrí la caja.

No puede ser.

Dentro hay una foto de Lana y otra de Jack, cada foto viene con un cuchillo pequeño clavado en la parte donde queda la frente de mis hermanos.

Busco mas abajo y veo una nota escrita en ruso.

"¿Te gusta mi regalo?
Es solo un recordatorio."

Juro que matare a ese mal nacido, personas así no merecen vivir.

Tome la caja entre mis manos y la saque de allí.

-¡Hanna! Quema esto y no mires dentro - le pase la caja sellada y ella asintió extrañada pero no dijo nada más.

-Los chicos ya se fueron - me informa Hanna antes de irse.

¡Bien! ¡Por fin un poco de paz!

Al parecer todos quieren jugar, pues que se preparen porque este es mi juego, mis movimientos, mi terreno, mis reglas y yo...yo soy la reina.