Capitulo 5

18K 1.2K 194
                                    

Salí del despacho rápidamente con rumbo al gimnasio, cuando llegue me quite los tacones y los lance a alguna parte de la habitación, me acerque al saco de Boxeo y comencé a golpear.

Estaba muy estresada por lo que ha pasado estas ultimas 48 horas, mi subconsciente me jugo una mala pasada ya que en vez de ver el saco de Boxeo vi la cara de Emma, le di un golpe justo en su cara con fuerza haciendo que el saco se vaya hacia atrás fuertemente, ahora esta la cara de John, otro golpe, la esposa de mi tío, zorra, otro golpe y finalmente la cara de Dylan, una patada con  tanta fuerza que hice caer el saco al suelo haciendo que la cadena sonara cuando se quebró, mi respiración es agitada pero aún no me he desahogado lo suficiente.

-Señorita la necesitamos en la parte de tortura - dijo un chico que trabaja para mi, entrando al gimnasio.

Perfecto

-¿Ahora qué paso? - me acerque a ponerme los tacones para salir.

-Mato a un profesional y no quiere decir para quien trabaja - dice saliendo detrás mío en dirección al jardín.

-Bien - me limite a decir.

No hablamos hasta llegar al sala de tortura, el chico me guió hasta una habitación al final del pasillo, al llegar a la puerta escucho voces y hago al chico parar.

-Tienen que sacarme de aquí - dijo una voz en susurro.

-Aún no, se darán cuenta de que estamos infiltrados y ahí, ahí es cuando nuestras cabezas van a volar - dice una voz femenina también en susurro.

-Ella tiene razón, si Andra nos encuentra nos mata - otra voz masculina,  le hice una seña al chico que estaba conmigo para que trajera a alguien más.

-¡Que bien que lo tienen claro! - entro hecha una furia.

Las tres personas se quedan calladas y me miran con miedo.

-¡¿Cómo se les ocurre hacer eso?! - les grito acercándome amenazante.

Nadie dijo nada.

-¡Contesten! - grito dándole un golpe a una mesa cercana.

-¡Por favor no nos mates! - grita la chica soltando el arma que debe llevar siempre.

Ella no se da cuenta de que esa arma no tiene seguro y se dispara sola, la bala le llega a el otro chico que esta al lado de ella.

-¡¿Por qué hicieron esto?! - vuelvo a gritar pero ahora me tiro hacia la chica y la tiro al suelo.

-¡No tuvimos elección!  - grita el que esta amarrado en la silla.

Me separo de golpe de la chica y justo entran los "refuerzos" .

-Quitenles las armas, amarren a ellos dos a sillas con cadenas y curen a ese chico - asintieron y empezaron a hacer lo que les pedí.

Me hice al lado de una pared sin salir de la habitación observando y analizando cada acción que hacen para no cometer ningún error.

Están nerviosos, lo puedo notar, todos y cada uno de sus músculos de todo su cuerpo están tensos.

Y lo mejor de todo es que eso lo provoco yo.

-Li-listo  - dice uno de los chicos nervioso haciéndose a un lado para que pueda ver como quedo el trabajo.

-Bien, largo - me separe de la pared y me acerque a las sillas.

Después de que solo quedamos los cuatro comienzo a dar vueltas al rededor de las sillas examinando a mis víctimas.

-¿Quién los manda? - digo tranquila sin dejar de dar vueltas.

-No es de tu puta incumbencia - dijo el que estaba amarrado desde un principio, le vamos a decir rubio ya que no tengo ganas de saber el nombre.

- Bien - me limito a decir y me acerco a un armario que esta a un costado en la habitación.

Lo abro y la luz refleja en el metal brillante de los cuchillos y armas de fuego.

Tomo un cuchillo con la hoja de unos siete centímetros mas o menos, me acerco al rubio y el me mira desafiante.

-¿No me vas a decir? - acerco mi cara a la de él.

- No- idiota.

Le introduzco el cuchillo entre el hueco que hay en el brazo entre el Cubito y el Radio, le atravieso el brazo con el cuchillo, el grita pero paso de él, giro el cuchillo 90 grados haciendo el hueco más grande, lo saco rápidamente provocando un corte en el hueso y el musculo.

-¿Seguro? - el rubio mira a la chica y se le ilumina la mirada.

Bingo.

-Seguro - me mira ahora a mi.

-Bien - me encojo de hombros y me acerco a la chica - y tu...¿Me lo vas a decir? - le pregunto "gentil" haciendo rodar el cuchillo en mi otra mano.

-¡Déjala! - me grita el rubio cuando se da cuenta de mis intenciones.

-No le voy a hacer nada...- él suspira aliviado- si me dice lo que quiero escuchar - el rubio empieza a gritar y a forcejear contra las cadenas.

Le introduzco el cuchillo en el hombro izquierdo a chica y lo empiezo a mover para abajo aun en su brazo, desgarrando los músculos y afectando venas que provocando hemorragia.

-¡No! - el rubio esta muy agitado.

-Vuelves a gritarme y te lo juro que la torturo frente a tus ojos hasta que me supliques que la mate, vas a quedar con el cargo de conciencia de no haber hecho nada y yo voy a disfrutar viendo como sufres metal y físicamente - le sonreí de lado.

-Eres una perra sin escrúpulos...- se callo al instante que se dio cuenta de sus palabras.

- Que no tiene miedo a pasar por encima de nadie para llegar a donde quiere, puedo matar, torturar física y psicológicamente sin quedar con rastro de arrepentimiento y te lo aseguro que por la noche duermo como un bebè - termine lo que el debió haber dicho pero no lo dijo por miedo.

-Te lo diré - dijo el chico que tenia la bala en la pierna - la persona que nos mando fue...




The Return of the PrincessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora