The Return of the Princess

Capitulo 15

POV ANDRA

Mierda.

Puta madre.

Yo solo quería hacer una broma y él va y me dice...eso.

¿Por qué eres tan de malas Andra?

¡Mierdaaa!

-¿C-cómo? - tartamudeo pero ¿Quien no lo haría? Si quien rompió tu corazón ahora dice que te ama.

-Si Andra, soy la persona que a pesar de haberla cagado tanto, te sigue amando, nunca te lo dije pero eso no significa que no lo sintiera cada puto segundo, Te amo, jamás me voy a cansar de decírtelo ni de recordártelo, sé que no me merezco una segunda oportunidad pero...te lo ruego, te lo suplico y te lo imploro - Dylan se arrodilla y yo siento que me va a dar un ataque cardiaco - dame una última oportunidad y te juro que no te arrepentirás - me mira, lo miro, nos miramos y no tengo ni puta idea que decirle.

-Creo - hablo después de un muy incómodo silencio- que aún hay cosas que aclarar ¿No te parece? aún hay muchos secretos, miedos e incluso personas de por medio- desvió mi mirada y me concentro en un punto de la pared.

-Tienes razón - la voz de Dylan hace que vuelva a mirarlo - aún hay muchas cosas que aclarar, pero te prometo que cuando este...estemos listos lo haremos.

(...)

POV DYLAN

Ya ha pasado un mes desde aquel día, Andra sorprendentemente se recuperó rápido y hoy llegó el momento que me ha aterrorizado desde que supe de existencia, hora de aclarar todo, los dos vamos a poner las carta sobre la mesa.

-Pasa - me dice ella luego de abrir la puerta de su casa en la cual llevaba 10 minutos debatiéndome entre golpear o no.

Ya no hay marcha atrás.

Era de noche, aprovechamos que su amiga se había ido de España junto a su hermano durante unos días y que nuestra familias habían vuelto a Estados Unidos a arreglar unas cosas, además de que también sabían que teníamos que hablar.

-Si no te molesta quisiera ser yo el que comience - le digo gracias al estúpido valor que llegó de improvisto pero que se fue igual de rápido al ver que ella asentía- yo sufro de ataques de ira, soy como una bomba contrarreloj cuando me enfado, muchas personas sufrieron por eso, pero es algo que no puedo controlar, no quería establecer una relación contigo por miedo a lastimarte.

-¿Seguro que quieres hablar?- pregunta ella con voz suave.

Asiento decidido, no importa cuánto me duela hablar de esto, me parece que llego la hora de que por fin pueda desahogarme y tratar de quitarme este peso de encima, es un bien que, pienso, debo hacer para poder comenzar algo con Andra, algo serio.

-Hace dos años yo estaba en una relación, habíamos sido novios durante mucho tiempo, tres años para ser exactos, muchas veces hablamos sobre el matrimonio e incluso de formar una familia- paso saliva pesadamente al tiempo que los recuerdos empezaban a bombardear mi mente – Cuando recibí la noticia de que iba a ser papá todo cambió para mí, saber que una pequeña vida empezaba a crecer dentro del vientre de la mujer que amaba en aquel entonces me hacía mucha ilusión, pero entre los dos decidimos no casarnos, la verdad no sé porque solo lo decidimos – no puedo hacerme más el fuerte, siempre he tratado, pero llegó la hora de no serlo, no lo necesito, no con ella, se que ella no me juzgará – gracias a un ataque de ira la lastime, a ella y a mi pequeña – miro a Andra y me miraba atenta – iba a ser niña, Sol – sonrío melancólico - Grecia, así se llamaba la chica que robo mi corazón y a la cual destruí, tenía seis meses de embarazo, todo estaba bien con ellas, nada de qué preocuparse... o al menos eso pensaba yo, ella siempre estuvo ahí para mí, cuando estaba feliz, triste...con miedo, siempre, pero cuando me dio un ataque de ira gracias a unas cosas del trabajo y de la noticia de haber perdido a mis padres, no me pude controlar, Grecia trato, como siempre, de apoyarme, tranquilizarme y ayudarme, no pudo, de la desesperación tomé una silla de madera que estaba a mi alcance y la lance, no le pegue a ella pero cayó muy cerca – lágrimas y más lágrimas que no puedo controlar salen de mis ojos – ella, aun así, no se fue, gran error, cegado por la ira la tome de los hombros y la empuje contra la pared, el impacto dio justo en su estómago, instantáneamente la hemorragia comenzó, la lleve lo más rápido que pude al hospital pero...ya era muy tarde, mi pequeña ya no estaba con nosotros...conmigo – el nudo en mi garganta no me deja hablar así que dirijo mi mirada a la ventana donde se podía apreciar la lluvia que había comenzado a caer del hermoso cielo nocturno.

- Dylan...

-Aun no acabo...mi hermana mayor, Stella, se fue con Grecia a la casa de ella, las dos estaban destrozadas y furiosas conmigo, ellas salieron pero nunca volvieron, ambas murieron en un accidente de tránsito, no me pude despedir, ellas murieron furiosas conmigo y nunca me pude disculpar ni con Stella ni Grecia y menos de mi bebe, fue una noche así - señalo la ventana- lluviosa y triste - cierro mis ojos con rabia y dolor - iba a ser una niña ¿Sabes? se iba a llamar Sol, irónico ¿No? - suspiro - aun no me he podido perdonar, y no creo hacerlo nunca.

Y en este momento me doy cuenta que mis miedos más fuertes se convirtieron en demonios, demonios que ahora están atormentando mi presente.