Capítulo 14

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Narra Carolina

Resumo el día de ayer como el mejor de mi vida, después de cenar con Agustín y pedirme que fuera su novia nuevamente, me trajo a casa y me dormí enseguida.

Me levante muy temprano ya que quedamos con Agustín para irnos a comer juntos antes del instituto. Me di una ducha, peine mi cabello y me maquille poco, enseguida me puse mi uniforme y baje al living a esperarlo.

Salude a mamá con un beso y le conté que hoy no iba a comer en casa ya que me iba a comer afuera con Agustín y ella asentó con la cabeza. De repente suena la bocina del coche de Agustín, me despedí de mama y salí de la casa. Salude con un beso a Agustín mientras el arrancaba el auto para irnos ya.

Ya llegando al restaurante cerca del instituto, Agustín se baja del coche y se dirige hacia mi puerta para abrirla, es muy caballeroso, cada día me sorprenden las cosas que él hace por mí, soy muy afortunada al tener un novio como él.

Entramos directo al restaurante, nos sentamos en una mesa para dos mientras el hacía el pedido, todo iba muy tranquilo.

Comenzamos a comer, cuando de repente recordé un juego que hacía con mi hermano, no dude ni un segundo en pedirle a Agustín que jugara conmigo.

-Amor, juguemos a algo. –comente yo, sonriendo.

-No crees que hay mucha gente como para hacerlo ahora. –dice el en doble sentido mientras reía a carcajadas.

-Idiota eso no. –dije yo riendo también. –Cuando estaba más pequeña jugaba con mi hermano a esto y quisiera compartirlo contigo.

-Bueno, de que trata. –contesta él con una sonrisa.

Le explique a Agustín lo que había que hacer. Con los ojos vendados debemos darnos de comer el uno al otro, y el que menos se manche de chocolate es el que gana.

Le pedí a la camarera que me traiga dos tazas llenas de chocolate y una bandejita llena de malvavisco que nos coloca en la mesa.

-Entonces ¿Te atreves a jugar conmigo o no?.

-Estas bromeando, ¿verdad?. –contesto Agustín algo confuso. -¿Me estás diciendo que nos vamos a vendar los ojos y nos vamos a dar de comer malvavisco mojados de chocolate, aquí, delante de todas las personas?.

-Pues sí.

-Estás loca pequeña.

-¿No te atreves?. –pregunte desafiante.

-Acepto, juguemos.

-¡Así me gusta! ¡Que valiente que eres amor!. –exclame.

-Pero solo jugare con una condición.

-¿Cuál?.

-Que apostemos.

-¿Enserio?.

-Sí, así será más divertido.

-Bueno amor, que quieres que apostemos?.

-Si gano yo, tienes que complacerme un día entero.

No sabía si aceptar o no, complacer un día a Agustín era algo muy serio, quien sabe y tal vez quisiera acostarse conmigo. Pero no podía tirarme para atrás, aceptaré.

-Está bien amor, pero si gano yo tienes que hacer todo lo que te pida por un día.

-Me parece bien.

Los dos juntamos nuestras manos para sellar el trato. Me acerqué donde estaba la camarera y le pedí 4 servilletas. Luego regrese a la mesa donde estaba Agustín sin dejar de sonreír.

Lo mejor de mí- AGUSLINA❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora