ALMIGHTY «JB»

13

Voy en camino a la fundación, la tengo muy descuidada y necesito ver que todo este en orden y los niños se encuentren bien. Seguro recibiré muchos reclamos y caritas enojadas cuando entre. "Dan en la siguiente esquina doblas a la izquierda." le informo mientras conduce por las calles.

Justin quería acompañarme pero le surgió algo a ultimo momento y Frank lo saco de la casa antes que pudiera reclamar. Es demasiado insólito lo mucho que lo extraño cuando estamos separados, no puedo creer al punto que llegue. Siempre me han molestado las parejas que andan las 24 horas del día juntas pero ahora nosotros nos hemos convertido en una de ellas.

"Llegamos" dice Dan y se estaciona justo frente a la puerta. "Me adelantare mientras te estacionas." le digo y por su expresión se nota que no le agrada mucho la idea. Justin le ordeno que por ningún motivo se separara de mi, o sea literal lo único que le falta al pobre hombre es acompañarme al baño. Es ridículo. "Dan estaré bien, no dejes que la paranoia de Justin se te pegue." me río y abro la puerta del auto para bajarme. Dan me sonríe y asiente antes de cerrar la puerta y dirigirse al estacionamiento.

Entro a la fundación y voy directo a la oficina de Fernanda: "¡Fer! ¿Donde estas?" me extraña no verla en la oficina. Voy al área de juegos de las niñas y tampoco esta aquí. "¡Fernanda estoy aquí!" grito pero no recibo respuesta.

¿Pero donde podrá estar? No creo que haya salido es muy temprano. Me percato de que los niños tampoco están. Seguro los llevo de paseo. Me da tristeza saber que no los veré, tenia tantas ganas de pasar el rato con ellos. Salgo otra vez al pasillo cuando alguien cubre mi boca desde atrás.

Lo primero que hago es congelarme por la sorpresa pero rápidamente lo empujo con todas las fuerzas que salen de mi. Al voltearme grito espantada al ver un hombre con mascara negra y ropa a juego. Joder pero que suerte la mía. Corro por el pasillo pero soy jalada del cabello hacia atrás. Grito y pido ayuda gritando el nombre de Dan mientras la bestia salvaje que tengo arriba de mi forcejea conmigo. Pataleo y suelto un sonido de dolor cuando me tira al piso y me golpea la cabeza contra el suelo.

Trato de recomponerme y por mi cabeza pasan las miles de lecciones de defensa personal que me enseño Justin. Hago lo mejor posible para aclararme la vista ya que quede un poco desorientada por el golpe y lo mas sensato que consigo hacer es darle una patada en las bolas al bastardo. Grita y cae arrodillado en el suelo mientras se toca su entrepierna. Grito de nuevo pidiendo ayuda y me levanto del suelo y corro para llegar a la salida. De la nada aparece otro hombre y me empuja hacia la pared. La adrenalina, el enojo, el miedo y los nervios recorren mi cuerpo y la realidad me golpea. Son dos. Dos hombres. Con uno quizás haya podido pero con dos es imposible. Voy a morir.

Lloro y grito de dolor cuando el segundo hombre golpea mi rostro con sus manos. Me tiro en el suelo y abrazo mi cuerpo mientras incontables patadas me cubren. Grito y le pido que se detenga pero es inútil. El dolor en mi cuerpo es insoportable, cada golpe es peor que el otro. Cuando siento que voy a desmayarme una voz dura y furiosa resuena por las paredes.

"¡Para, no hay que matarla!" 

Los golpes se detienen y una mano jala mi cabello y me obliga a alzar la mirada. Parpadeo mis lagrimas y siento la sangre caliente correr por mi nariz. Los hombres tienen mascaras por lo que no puedo reconocerlos, lo que si percibo es el apestoso olor a cigarrillo que desprende de su boca.

"No sabes el dolor que me da golpear bellezas como tu. Pero si el jefe nos dio la orden es porque te lo merecías." se ríe en mi cara. Jadeo furiosa y echo la cabeza hacia atrás para que me suelte.

El primer hombre que me golpeo se acerca hacia mi todavía con una mano en su entrepierna, se arrodilla ante mi y dice: "Dile a tu noviecito que la próxima vez no tendrás tanta suerte."