ALMIGHTY «JB»

19

Tengo el corazón arrugadito de pura ternura al ver a Justin con Miranda. Al llegar a la fundación lo lleve directo a conocer a esta personita tan especial y hermosa. Siempre he pensado que no hay nada mas atractivo que ver a un hombre ser bueno con niños, no se que tiene pero es una debilidad para muchas mujeres, y en este mismo instante al ver a mi hombre hablarle a Miranda de manera tan tierna causa muchas emociones dentro de mi y de alguna manera lo amo mas, si eso es posible.

"Te adora." suspiro feliz viendo como la bebé brinca entre sus brazos y ríe alegremente mientras él la mece de un lado a otro.

Un sonoro beso es dejado en la mejilla gorda y rosadita de Miranda y esos ojos mieles brillantes me ven: "Y yo a ella." 

Dios que feliz estoy. Escuchar eso hace que todos mis nervios se vayan de inmediato. Sonrío porque no puedo dejar de hacerlo. Me duelen las mejillas de tanto sonreír pero no puedo ocultar la felicidad que siento en este momento.

"Te dije que era muy alegre. Mira como te sonríe." digo sentándome a su lado mientras acaricio el cabello dorado de la bebé. Miranda me ve y me sonríe chupando su dedito. Yo le sonrío de vuelta y me inclino para besar su frente. "Es preciosa. Ya veo que no estabas exagerando." me dice mi hermoso hombre viéndome y robándome un beso.

Río y niego con la cabeza: "Para nada. Es una preciosura."

"¡JUSTIN!" se escucha de repente. Gritos y mas gritos diciendo el nombre de Justin vienen hacia nosotros y aparecen todos los niños de repente corriendo hacia acá.

"¡Hey! ¿Como están todos estos traviesos?" dice alegremente y me entrega a Miranda para levantarse y apachurrar a todos los niños. Uno esta mas feliz que el otro, todos ríen y lo abrazan y yo me derrito por dentro al verlo así. 

Si ya estaba muriéndome de ternura al verlo con Miranda ni puedo explicar como me siento ahora.

"¡Dios estos niños! Nunca había corrido tanto como hoy" dice Raquel apareciendo también a toda velocidad, se le ve cansada y solo puedo reírme. Los niños son muy activos y agotan a cualquiera en segundos.

"Siéntate Raquel. Descansa, estas sudando." me burlo y palmeo la silla al lado mio.

Ella voltea los ojos, fastidiada por mi estado de animo burlón y se sienta a mi lado: "No se cansan..." suspira pasando una mano por su cabello todo revuelto.

"Nunca se cansan, tienen bastante energía. Te toca acostumbrarte." río viendo a todos mis pequeñitos ser lanzados en el aire por Justin, todos en fila esperando su turno. 

No puedo con este hombre de verdad... ¿Como puede ser tan perfecto?

"Joder estoy muerta. Hola beba hermosa" dice hacia Miranda ofreciéndole sus brazos, y como ella es tan amigable se abalanza sobre Raquel. Le pido que la cuide mientras me acerco a los niños.

"Niños, ¿me lo prestan un momento?" les pido permiso ya que el tiempo que pasan con Justin es muy valioso para ellos. 

Necesito sacarme esta duda de la cabeza y no puedo esperar mas, necesito hablar con él.

Todas las lindas caritas me ven y asienten con la cabeza haciéndome sonreír. Justin me toma de la mano y yo lo llevo hacia la oficina de Fer para hablar en privado.

Al cerrar la puerta detrás de mi soy empujada hacia el escritorio y levantada para quedar sentada sobre la superficie de madera. Jadeo por la sorpresa pero también por el frío chocando contra la piel de mis muslos. La boca de Justin impacta sobre la mía y me devora. Literal, me devora.

Le meto la lengua y me aferro a su traje como si mi vida dependiera de eso. Mis uñas se clavan en su nuca uniéndolo mas a mi y todo el deseo corre por mis venas y puedo sentir la urgencia que tiene Justin de tomarme también.