ALMIGHTY «JB»

32

Pánico. 

Desespero. 

Miedo. 

Dolor. 

Angustia.

Una corriente de dolorosas emociones viajan a través de mi. Mi cabeza repite lo que paso hace unas horas, mi corazón se aprieta y me duele el pecho y los pulmones cuando respiro. Tengo nauseas, me duele la cabeza, el corazón. Todo el maldito cuerpo.

Me angustia estar sentada en esta estúpida silla, en la estúpida sala de espera del estúpido hospital sin saber nada de Justin.

¡Ni siquiera se si esta vivo por el amor de dios!

Lloro, lloro en silencio. De por si que esta situación es deprimente miro a mi alrededor y estoy sola. En estas blancas paredes con este olor de enfermo que me desespera y me revuelve el estomago. Joder no aguanto este dolor. Quisiera ser yo la que se encontrara en su lugar. Esa bala debía ser para mi.

Lo odio. Odio que se haya metido en el medio. Que por ser tan metiche haya recibido ese disparo que tenia mi nombre.

Pero lo amo, lo amo profundamente por esa prueba de amor que me dio. Siempre suspire enamorada cuando Justin me decía que daría la vida por mi sin pensarlo, pero siempre tuve la duda, nunca nadie me había querido tanto como para hacer eso por mi. Pero Justin me callo la boca, despejo todas mis dudas hoy. Si daría la vida por mi. Me ama tanto como para entregar su vida a cambio de la mía.

Lloro fuerte, con ganas y sin importar si llega alguien y me ve así. Estoy afectada. Tengo miedo. Mucho miedo.

Me aterra no volver a ver sus ojos. Sus hermosos ojos mieles que me encantan. No puedo si quiera pensar en que no me vuelva a besar, que no me abrace como solo el sabe hacerlo. No poder reír a su lado, no pelear con el cuando me saca de mis casillas. Que no me haga el amor nunca mas. Sollozo y jadeo en busca de aire cuando pienso en eso. No puedo vivir sin él. Es el amor de mi vida y nunca podre estar con alguien mas que no sea él.

Mi hija. Mi pequeñita. Mi corazón. Mi Miranda. Dios mio no la dejes sin su padre. Es tan pequeña, y quiere tanto a Justin. Mas lagrimas caen de mis ojos cuando me imagino criando a mi hija sola.

"¡Olivia!" una voz me saca de mis pensamientos torturadores. Es Rilda. Levanto la vista y la veo llegar junto con Frank, Rudy, Mia y Brooke.

Lloro mas cuando veo esas caras tan queridas llegar a mi lado. Rilda me lleva a sus brazos y no tarda en unirse a mi. Llora de forma desconsolada mientras me abraza y me mece en sus brazos. "Oh cariño... dime que Justin, oh por favor dime que él no..."

No la dejo terminar esa frase, la detengo: "No lo se Rilda. ¡Aquí no me dicen nada! Llevo horas sentada aquí. Me estoy volviendo loca maldición." lloro y me levanto y camino en círculos. "¡Si Justin se muere me voy con él! En serio, si algo le pasa por mi culpa no podre soportarlo..."

"Shh bebé tranquila, no digas eso. El estará bien Liv tienes que ser positiva aun en estos momentos. No te culpes por favor..." me dice Brooke sosteniéndome de los hombros y yo niego con la cabeza mientras la abrazo y sigo desahogándome.

"Si es mi culpa. Lo es... esa bala debía ser para mi pero el muy idiota se metió en medio y..." no puedo continuar. Al recordar como Justin cayo a mis pies y se desangraba en mis brazos es demasiado.

"Dinos que paso Liv. Cuando Rilda nos llamo nos dijo que estaba en la parte de arriba de la casa con Deborah y Miranda y no vieron nada." me pide Frank con ojos rojos y gesto preocupado.

Yo sorbo mi nariz y trato de calmarme para poder explicarles todo lo que paso. Les cuento que Chantel me iba a disparar y Justin se metió en medio. Les digo que al pedir ayuda unos hombres de seguridad de mi padre entraron a la casa a ayudarme para traer a Justin y a mi papá al hospital de emergencia. Todos los hombres de Paul murieron y recuerdo el asco que me dio al salir de la casa ver ese poco de cuerpos sin vida a mis pies. Por suerte dos de los hombres de papá se salvaron y me pudieron ayudar.