Capitulo #2: ¡Oye! Eres malo pequeñín

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— ¡A PARTIR DE MAÑANA, SE CONVERTIRÁN EN HOMBRES! ¡HOMBRES DE FUERZA, DE AUTORIDAD Y VALOR, QUE SALVARAN LA HUMANIDAD DE ESTE PAÍS!— Dijo el sargento Mike.— ¡ ASÍ QUE, IRÁN DE INMEDIATO A BUSCAR SUS NUEVAS ROPAS Y SUS HABITACIONES COMPARTIDAS ASIGNADAS!

— ¡Si!— Gritamos todos seguros.

— ¡¿SÍ QUÉ?!— Grito a un mas fuerte y enfadado.

—  ¡Si señor!— Alzamos nuestras manos y las llevamos a nuestras frentes, firmes y guardando el miedo.

¡¿QUÉ?! ¡¿N-NUEVAS ROPAS?! ¡¿ HABITACIONES COMPARTIDAS?!

¡MALDICIÓN!

— ¡MUÉVETE  NIÑA!—   El sargento Mike grito y escupió en mi rostro.

— ¡¿Disculpe?!— Dije y rápidamente, tape mi boca con las palmas de mis manos.

El me miro aun mas enojado y corrí con los demás.

Me dirigí a las mesas que indicaban las habitaciones y entregaban la ropa, mientras contenía mi ira.

Contrólate Chloe, no estas afuera...

— Su documento, por favor — Dijo un chico que llevaba un traje de militar formal y era apuesto.

— S-si, aquí esta...— Mis ojos se abrieron por si solos y entregue el documento.

El miro detenidamente la foto de este y luego mi rostro.

Por la santa pizza, que no me descubra...

Con Cole somos iguales pero...los rasgos masculinos y femeninos pueden diferenciarse...

Luego de fruncir su ceño confundido, fijo su lista, busco una llave y me la dio, junto a la ropa.

Sonreí y me aleje. Seguido, suspire aliviada y me dirigí a mi habitación.

A ver...habitación 108...

Bingo.

Cogí mi llave  y la metí en la cerradura de la puerta. Dí un empujón al agarrar la manija y encontré a un chico quitándose sus pantalones.

Mis mejillas tomaron un color rosa y me voltee.

Estoy acostumbrada a ver a mi hermano así pero a este extraño...que vergüenza.

  — ¡Parece que eres mi compañero!— Este se acerco ami y paso su brazo por mi cuello.

Puedo sentir...su bulto.

  —  No me toques —  Tragué saliva y me aleje brutalmente.

  — ¡Oye! Eres malo pequeñín —  Sonrió y me siguió.

  — ¡No me llames pequeñín, maldito edificio! — Coloque mi equipaje en la cama vacía y lo fulmine con la mirada.

  — Lo siento, no puedo. Eres pequeño, no tienes vello facial, eres enano y pareces débil, eres como una chica.— El levanto una ceja y rió desafiante.

  Ten cuidado Smith...

Tenemos que tapar rasgos...

Y este chico, es un completo idiota.

  — Me llamo James.— Me abrazo y palmeo con fuerza mi espalda.— Seamos amigos.

¡Mis pulmones!

  —  ¡Me niego!— Arrugué mi nariz y cogí mi ropa.

  — Vamos, si eres mi amigo, te presentare a muchas chicas luego de salir de aquí, con grandes traseros y pechos.— Guiño un ojo y asintió satisfecho.

El plan que jamás penséWhere stories live. Discover now